Cómo dar el salto a USB-C: así puede usar el cargador universal y conservar viejos aparatos
La exigencia del nuevo conector en la UE reducirá la generación de basura electrónica, pero deja inservibles antiguos accesorios. EL PAÍS prueba doce ‘gadgets’ que aseguran una transición fácil y sostenible
El lanzamiento de los iPhone 15, los primeros teléfonos de Apple con USB-C, está dando un nuevo empujón a la transición hacia el conector universal. Los fabricantes de cargadores, accesorios y cables han aprovechado la ocasión para poner en marcha sus propias ofertas que estimulan ese cambio. Y es que el USB-C será obligatorio en la Unión Europea para todos los dispositivos móviles que se lancen a partir de finales de 2024, en una medida aprobada pensando tanto en la comodidad de los usuarios como en reducir los residuos electrónicos.
Con ese objetivo de un menor impacto ambiental, hace años que la mayoría de los principales fabricantes de móviles ya no incluyen con sus nuevos modelos un cargador, suponiendo que todo el mundo tiene al menos uno. Desde entonces, en la caja de los teléfonos de Apple, Google o Samsung sí viene un cable para conectarlos a un cargador USB-C, pero no todo el mundo tiene uno de esos nuevos cargadores. Además, no todos los cargadores con el nuevo conector tienen la potencia adecuada para cargar cualquier dispositivo. El nuevo sistema es un estándar muy versátil pero muy complejo. Estos doce gadgets, probados por EL PAÍS, logran que el salto a USB-C sea sencillo y respetuoso con el medio ambiente; y por un precio ajustado, disuaden de lanzarse a por gangas no certificadas, que pueden dañar los equipos.
El sueño del cargador universal
El diminuto Anker Nano 3 de 30 vatios, permite cargar cualquier teléfono móvil, tableta y hasta ordenadores portátiles ligeros como los MacBook Air, los Surface Go o los Chromebook. Comparado con los cargadores oficiales de los fabricantes de dispositivos móviles, es mucho más pequeño, y también más barato. Su precio en oferta está en torno a los 19 euros y tiene las certificaciones Power Delivery (el estándar para una carga rápida y sin problemas) y USB-IF (garantía de seguridad, frente a los cargadores que dañan baterías o queman circuitos). Siempre hay que buscar estas dos certificaciones en cargadores y cables USB-C, un sistema de conexión que puede provocar muchos más problemas que el antiguo USB.
Otra buena alternativa, más barata, es el Ugreen Nexode Mini de 30 vatios, que en oferta ronda los 14 euros. Los cargadores de 20 vatios pueden conseguirse a menor precio y son una opción si solo se pretenden cargar teléfonos móviles y no se necesita hacerlo a la máxima velocidad.
Y para quienes quieran cargar al mismo tiempo varios dispositivos, incluido un ordenador más potente, están los multicargadores Ugreen Nexode de 65 vatios, por 37 euros, y Anker Nano II de 100 vatios, por 70 euros. Ambos incluyen dos puertos USB-C y uno de los USB de siempre.
Un cable para cargarlos a todos
A estas alturas de la transición a USB-C es fácil que tengamos en casa un cable con el conector universal, que haya venido en la caja con un dispositivo cualquiera. ¿Valdrá para cargar cualquier móvil, tableta y ordenador a la velocidad adecuada y sin problemas? El de un ordenador portátil sí debería valer, al ser el dispositivo más potente.
En otro caso, o si el cable no está identificado o se quiere uno de repuesto, lo mejor es ir a lo seguro. El de la marca Cable Matters, que mide 2 metros y carga hasta 240 vatios, tiene las certificaciones Power Delivery y USB-IF y cuesta 14 euros. Además de cargar cualquier ordenador, tableta o teléfono con conector USB-C, permite la trasferencia de datos a velocidad USB 2.0 entre esos dispositivos y sus accesorios. Si no se necesita tanta potencia, este cable de la marca Ugreen, de 1 metro y 60 vatios, es una muy buena opción y cuesta 6 euros. También está disponible, más caro, con otras longitudes.
Salvar a los viejos USB
El USB de toda la vida lleva tanto tiempo entre nosotros (más de dos décadas) que en casi cualquier casa hay cargadores, cables y accesorios con esta conexión. No hay por qué tirarlos al dar el salto a USB-C: pueden adaptarse y funcionar perfectamente, aunque no aprovechen toda la velocidad del nuevo conector. El adaptador AmazonBasics, de macho USB-C a hembra USB-A, cuesta unos 7 euros y permite aprovechar los pen drive, los discos duros y demás accesorios que usan el conector de siempre. Con este adaptador, que tiene la certificación USB-IF, también puedes seguir usando los viejos cables USB-A para cargar tu móvil o tableta con un nuevo cargador universal USB-C.
También hay un adaptador para el caso contrario: si se ha dado el salto a USB-C y se utiliza el flamante cable universal, pero casi todos los puntos de carga públicos siguen teniendo el puerto USB de siempre. Para esta situación, y para aprovechar los cargadores viejos, está el adaptador Ugreen de macho USB-A a hembra USB-C. Se vende en un paquete de dos, por 16 euros, y también permite conectar nuevos dispositivos a ordenadores que solo tienen el viejo conector.
Aprovechar los accesorios de iPhone
Quienes renueven su teléfono de Apple y se pasen a uno de los recién estrenados modelos con USB-C, se encontrarán con que sus viejos accesorios y cables para iPhone ya no les sirven. A no ser que vuelvan a pasar por caja y se compren el adaptador Apple de USB-C a Lightning, que cuesta 35 euros. Hoy por hoy es la única opción en el mercado para que los usuarios de los iPhone 15 (y también quienes tengan un iPad con USB-C) puedan aprovechar los cientos de millones de cables y accesorios con el conector Lightning, que se han vendido desde que Apple lanzó este sistema propio en 2012.
El adaptador inverso, para el que sí hay opciones de diferentes marcas, permite cargar con un cable USB-C los iPhone antiguos y también los iPad y accesorios (como teclados y ratones inalámbricos) que tienen el viejo conector. Este adaptador Boutop de Lightning a USB-C, que se vende en paquetes de dos por 17 euros, permite cargar con una potencia de hasta 27 vatios y tiene la certificación Made for iPhone, que Apple otorga a los fabricantes de accesorios que considera seguros.
Para cargar sin enchufe
Las baterías externas son el accesorio imprescindible para quienes trabajan con el móvil o tableta y pueden necesitar cargarlo en cualquier momento o lugar. La batería Anker 323 PowerCore cuesta 22 euros en oferta, tiene 12 vatios de potencia de carga y 10.000 miliamperios-hora de capacidad (suficiente para cargar dos veces un iPhone 15). La Belkin Boost Charge 20k cuesta 53 euros, tiene el doble de capacidad y carga dispositivos por USB-C a hasta 30 vatios, por lo que sirve tanto para móviles y tabletas como para ordenadores portátiles ligeros. Ambas baterías tienen un puerto USB-C (con el que también se recargan ellas mismas) y un puerto USB-A para mantener la compatibilidad con dispositivos antiguos.
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