Cómo ahorrar energía (y dinero) gracias a los dispositivos inteligentes
Controlar el consumo de los electrodomésticos desde el móvil es una alternativa que permite controlar el gasto energético. Estas son sus principales posibilidades
El año pasado se cerró con la factura de la luz más cara de la historia. Según datos de Facua, un usuario medio pagó más de 1.538 euros; un aumento del 37,9% sobre el precio del año anterior. Y aunque parece que la crisis energética está dando un pequeño respiro a los europeos, los expertos la afrontan con cautela; todavía no ha terminado, y el gasto en luz y gas de los hogares seguirá en aumento en los próximos meses. ¿Qué hacer a nivel doméstico para controlar el consumo de gas y luz? La tecnología puede ser una gran aliada para lograrlo: estas son algunas formas de utilizar los dispositivos inteligentes para ahorrar energía.
Temperatura en invierno y en verano
Para tener una temperatura agradable dentro de los hogares en invierno, controlando la factura, una de las alternativas más interesantes es sustituir el termostato instalado en casa por uno inteligente. Estos dispositivos, que funcionan conectados a Internet y al teléfono móvil, tienen en cuenta los hábitos para ayudar a hacer un uso más racional de la calefacción, manteniendo el bienestar dentro del hogar, pero reduciendo el consumo entre el 20 y el 40%, según los distintos fabricantes.
Modelos como Tado V3+, por ejemplo, sabe cuándo se han ido todas las personas del hogar y apaga la calefacción automáticamente; lo mismo que si detecta una ventana abierta. Nest Learning Thermostat, por su parte, va aprendiendo sobre los horarios y las temperaturas ajustadas en cada momento para, tras una primera semana de uso, crear una programación de manera automática, teniendo siempre en cuenta cuánto tarda en calentarse y enfriarse la casa y las condiciones meteorológicas del exterior. Y Netatmo Thermostat envía un informe mes a mes en el que se indica el tiempo que ha estado funcionando la caldera, por qué se aumentó o bajó el consumo, la energía que se ha ahorrado…
Prácticamente todos los modelos son adaptables a suelo radiante, caldera individual, colectiva o calefacción central, entre otras opciones (siempre hay que comprobar la compatibilidad previamente en sus páginas web) y, además, se pueden complementar con válvulas inteligentes para los radiadores: sustituyendo las válvulas termostáticas de cada uno de ellos, permiten regular la temperatura (y tener el resto de funciones inteligentes) habitación por habitación.
¿Y qué ocurre en verano? Aunque los aparatos de aire acondicionado más modernos ya vienen con Wifi integrado, hay opciones como el tado control de climatización inteligente V3+. Emplea la misma app que el termostato y sus funciones son las mismas.
Luces que se quedan encendidas
Eso en cuanto a control de la climatización. Pero la reducción del consumo energético va más allá de la temperatura doméstica. Que una luz se quede encendida cuando no queda nadie en casa se puede evitar si las bombillas empleadas son inteligentes y se pueden programar o apagar a distancia. Además de que este tipo de bombillas son tipo LED (y consumen hasta un 75% menos de energía que las antiguas), su intensidad es regulable, por lo que es posible adaptarlas mejor a cada estancia. Según los fabricantes, esto permite ahorrar hasta un 40% de electricidad. Disponibles desde aproximadamente 10 euros, son una de las opciones más económicas para dotar de algo de inteligencia al hogar. Y hay infinidad de opciones: desde las sofisticadas Philips Hue, disponibles en distintos kits para el interior y el exterior, hasta las económicas SPC Aura o Sirius y las TP-Link blancas o de colores.
Enchufes inteligentes
También es posible programar el funcionamiento, controlar a distancia cualquier electrodoméstico o aparato no inteligente y saber con detalle su consumo energético si se emplean enchufes conectados; una función que ayuda a ser plenamente consciente de lo que gastan incluso cuando no se están utilizando y se quedan en standby. Cuando se necesita un enchufe simple, Amazon Smart Plug, Tapo P110 o Meross Smart WiFi Plug con monitor de energía MSS310 son alternativas muy interesantes; en el caso en el que se prefiera también hay regletas como Hama Regleta WLAN de cuatro tomas, que permite el control de los dispositivos conectados uno a uno.
Un truco: sacar partido a los asistentes
La mayoría de dispositivos conectados del hogar son compatibles con Apple HomeKit, Alexa, Google Assistant… O, por lo menos, con alguno de ellos. Y eso significa mucho más que pedirle al asistente de turno que los encienda, apague o realice alguna gestión con la voz. También implica poder configurarlos como parte de un ecosistema de hogar inteligente en el que se pueden crear rutinas o escenarios para cubrir cada necesidad. Por ejemplo, un simple “Alexa, hasta luego”, apaga todas las luces de casa, la calefacción y conecta la alarma. Las opciones son tan amplias como dispositivos estén instalados (y conectados) en el hogar.
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