Los “refugiados de TikTok” aterrizan en Xiaohongshu, la ‘app’ china que se llena de estadounidenses
Mientras EE UU decide si prohíbe TikTok, China debe gestionar el aluvión de caras occidentales en su alternativa, el “pequeño libro rojo”, en la que sus usuarios se divierten con el cruce cultural
Cuando las autoridades estadounidenses decidieron prohibir la aplicación de vídeos cortos TikTok alegando preocupaciones sobre seguridad nacional, probablemente no imaginaron que miles de usuarios buscarían refugio en otra plataforma que también sería china: Xiaohongshu, que en mandarín significa “pequeño libro rojo”. La aplicación —prácticamente desconocida fuera de China hasta principios de esta semana— ha alcanzado en los últimos días la cúspide de la tabla de descargas de la tienda Apple en Estados Unidos. El movimiento responde a una especie de venganza por parte de muchos creadores de contenido estadounidenses, indignados ante el previsible cierre inminente de TikTok en suelo estadounidense. El Tribunal Supremo de Estados Unidos debe pronunciarse sobre si respalda la ley que estipula que la joya de la corona de la tecnológica china ByteDance debe desvincularse de su matriz antes del 19 de enero o, de lo contrario, dejará de funcionar en el país.
Xiaohongshu es una de las redes sociales más populares entre los jóvenes urbanitas de China, donde cuenta con 300 millones de usuarios activos cada mes, de los cuales el 79% son mujeres. Debutó en 2013 en el gigante asiático como una aplicación de reseñas, una especie de oda al capitalismo muy alejada de las consignas que el fundador de la República Popular proclamaba en los discursos recopilados en la obra mundialmente conocida como el Libro rojo de Mao. La referencia, sin embargo, no ha supuesto ningún inconveniente para los tiktokers estadounidenses, que llaman a la red social Red Note (nota roja) o simplemente Red (rojo). La aplicación es una mezcla de Instagram, Pinterest y Tripadvisor; en ella se comparten tanto fotos y vídeos cortos como publicaciones basadas en texto, se recomiendan restaurantes, destinos turísticos, exposiciones, películas o recetas, y se suben consejos sobre ropa, maquillaje o rutinas del gimnasio o skincare. Desde la pandemia, se ha convertido en el motor de búsqueda en internet que muchas chinas utilizan por defecto.
La llegada esta semana de un aluvión de extranjeros a Xiaohongshu ha sido recibida en la plataforma con la etiqueta “refugiados de TikTok”, que este miércoles contaba con más de 5,5 millones de comentarios y casi 250 millones de visualizaciones. “¿Por qué hay tantos laowai [término chino para referirse a los extranjeros] por aquí? ¿Me he equivocado de aplicación?”, preguntan muchos usuarios. “Hola amigos americanos, ¿alguno me puede ayudar con mis deberes de inglés?”, es una de las bromas más repetidas en las últimas horas.
Por lo general, las aplicaciones chinas que se expanden internacionalmente crean versiones separadas para el mercado nacional y el extranjero debido a las diferencias en las normativas de contenido —en China muchos temas se enfrentan a una fuerte censura—, la seguridad de los datos y la protección de la privacidad en los diferentes países. Es el caso de la propia TikTok, que está disponible en más de 150 naciones, pero no en China, donde se utiliza Douyin. Por eso, el tsunami de caras occidentales en Xiaohongshu, que no cuenta con una versión internacional, ha tomado totalmente por sorpresa a los usuarios chinos.
“Muchos de vosotros os estáis preguntando qué hacemos aquí, por qué hay tantos americanos”, comienza diciendo la tiktoker Definitelynotchippy en un vídeo publicado en Xiaohongshu. Esta creadora de contenido, que acumula medio millón de seguidores en TikTok, explica que “nuestro Gobierno insiste en que prohíbe TikTok porque lo controláis vosotros, los chinos, o vuestro Gobierno. Quieren hacernos creer que sois malos”, asevera, “pero muchos de nosotros somos más listos, así que hemos decidido fastidiar a nuestro Gobierno y descargarnos una aplicación que es realmente china.”
Según fuentes citadas por Reuters, en solo dos días, Xiaohongshu ha registrado más de 700.000 nuevos usuarios. Aunque la repentina migración de tiktokers estadounidenses está ocupando titulares, es de momento muy difícil de cuantificar. Algunos analistas opinan que, probablemente, se trate de una pequeña fracción de los 170 millones de usuarios que TikTok tiene en Estados Unidos (casi la mitad de la población del país). También está por ver cuánto durará la moda, ya que Xiaohongshu no es una red social pensada para el público extranjero. China, donde el acceso a aplicaciones como Facebook, Instagram, YouTube (y un muy largo etcétera) está muy restringido, cuenta con su propio ecosistema de plataformas, que no son especialmente intuitivas para los usuarios occidentales, y mucho menos para quienes no viven en el gigante asiático.
“Nunca me lo había pasado tan bien en Xiaohongshu”, escribe por mensaje un treintañero radicado en Pekín que prefiere guardar anonimato. “Me encanta esta atmósfera en la que chinos y estadounidenses están interactuando constantemente. El mundo es realmente bonito, es como ver un jardín floreciendo”, describe.
Pero el incremento de usuarios extranjeros también supone un reto para la propia Xiaohongshu, ya que, a medida que crece el volumen de contenido en una lengua extranjera, aumenta la presión sobre los sistemas de revisión y moderación que tiene la aplicación. Por tanto, también queda en el aire si Xiaohongshu, motu proprio o a instancias de los reguladores en Pekín, limitará el acceso de usuarios extranjeros a la plataforma. Otras dudas que surgen de este movimiento son si el algoritmo tratará de manera equitativa a todos los usuarios y si la comunicación será totalmente fluida. “Queremos ser respetuosos con vuestra comunidad. Queremos ser buenos invitados”, aseguran algunos usuarios estadounidenses en sus presentaciones.
Hu Xijin, antiguo director del diario oficialista Global Times, y uno de los mayores líderes de opinión nacionales, ya se ha pronunciado al respecto: “Este suceso no debería entenderse como un riesgo, sino como una oportunidad única. Deberíamos dar la bienvenida a los refugiados de TikTok con una mentalidad abierta, en lugar de sentirnos intimidados. (…) En mi opinión, la respuesta más adecuada es dejarse llevar por la corriente, expandir y fortalecer nuestra capacidad de adaptación y avanzar hasta convertirnos en el centro del mundo virtual”, ha escrito en su blog personal.