San Francisco da marcha atrás al uso letal de robots de la policía
La junta de supervisores de la ciudad cambia el sentido de su voto en la sesión que debía avalar la polémica medida
Los supervisores del condado de San Francisco han dado marcha atrás a la iniciativa que permitiría a la policía utilizar robots de forma letal. La medida fue aprobada a finales de noviembre por una mayoría de 8-3 en el órgano que supervisa la ciudad. La decisión causó de inmediato un revuelo. Después de varios días de protestas, la mayoría de supervisores se invirtió para impedir expresamente a la policía emplear las máquinas, que ya tiene en su poder, para matar a sospechosos de tiroteos, actos terroristas y amenazas con bombas. El cambio de sentido de los supervisores es inusual, pues generalmente las segundas votaciones avalan las medidas que se adoptaron en la primera ronda y sirven de autorización visual.
Hace tres años, los once supervisores de una ciudad que es cuna de las tecnológicas se convirtieron en los primeros en Estados Unidos que prohibían a las autoridades locales hacer uso de software de reconocimiento facial. Por eso sorprendió tanto que el mismo órgano se inclinara recientemente por permitir el uso de robots para matar en casos extremos. La discusión en el seno del organismo fue larga y dura. Algunos supervisores criticaron la medida e hicieron pública su preocupación de que la normativa se tradujera en un aumento de los casos de abuso policiaco. La mayoría se impuso, pero la decisión obligaba a que al menos uno de los dos oficiales de más alto rango de la policía de San Francisco fuera quien autorizara el empleo letal de la máquina.
La minoría que perdió la votación entonces no bajó los brazos. Identificados como la facción más progresista del órgano, amenazaron este lunes con iniciar una recolección de firmas para organizar un referendo que dejara sin efecto la medida. “Esa política no tiene cabida en San Francisco”, afirmó el lunes el supervisor Shamann Walton en un evento de protesta que se llevó a cabo a las afueras del Ayuntamiento.
Las protestas de los propios supervisores, además del abierto rechazo de organizaciones no gubernamentales contra el abuso policial, hicieron cambiar de opinión a sus pares. Uno de estos fue Gordon Mar, quien en la primera ronda de votaciones apoyó la medida. “A lo largo de la semana pasada me sentí muy inconforme con nuestra votación y por el precedente que fija para otras ciudades que no tienen la capacidad de exigir cuentas a la policía”, afirmó Mar en un comunicado dirigido a la prensa local. Este martes ha votado en contra de la medida.
Dean Preston, otro de los supervisores que se opusieron a la iniciativa, ha asegurado este martes que los esfuerzos del Gobierno local deben estar enfocados en reducir el uso de la fuerza de parte de las policías locales y “no darles nuevas herramientas para matar gente”. Algunos expertos en automatización creían que la policía usaría la opción antes de explorar otras posibilidades.
Del Departamento de Policía de San Francisco enfrenta varias recomendaciones por abuso de autoridad. Entre estas hay un centenar relacionado con tiroteos sospechosos de uniformados, algunos de estos motivados por asuntos de raza, de acuerdo al Departamento de Justicia. Algunos organismos de la sociedad civil han afirmado que es cinco veces más probable que un negro sea registrado por la corporación en las calles antes que un ciudadano blanco. El uso de la fuerza contra los afroamericanos es 13 veces más alto.
San Francisco cuenta con 17 robots que podían ser empleados para neutralizar amenazas. La ciudad ha comprado 17 modelos desde 2010, pero solo 12 están operativos. Estos son utilizados en tareas donde los policías corren peligro. Por ejemplo, donde hay bombas involucradas, la detención de criminales armados y la revisión de predios y solares sospechosos.
En julio de 2006, la policía de Dallas se convirtió en el primer cuerpo policial del país que usó un robot para matar a un francotirador. Después de tensas horas de negociación, el tirador abrió fuego y asesinó a cinco policías. “No nos quedó otra opción más que manejar nuestro robot para bombas y colocarle un explosivo en una de sus extensiones y hacerla detonar donde estaba el sujeto”, aseguró el jefe de la policía, David Brown. Este martes San Francisco ha decidido no seguir los pasos de Dallas.
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