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Galaxy Z Flip 4: una semana con el plegable estrella de Samsung

El móvil incorpora una batería más grande y permite responder mensajes desde la pantalla externa

Un ejemplar del Galaxy Z Flip 4
Un ejemplar del Galaxy Z Flip 4I.R.
Isabel Rubio

El Galaxy Z Flip es el plegable estrella de Samsung. Sus ventas se multiplicaron por seis de enero a junio de 2022 respecto al mismo periodo del año pasado, según la marca surcoreana, que acaba de lanzar a la venta la última versión del terminal. El Galaxy Z Flip 4 destaca por un diseño atractivo sutilmente mejorado, una batería algo más ambiciosa y una pantalla externa bastante pequeña que incorpora nuevas funciones. EL PAÍS ha probado durante unos días este móvil, cuyas prestaciones se pagan: su precio parte de los 1.099 euros.

El diseño del plegable más pequeño de Samsung es casi idéntico al de su antecesor, aunque cuenta con una bisagra y unos biseles ligeramente más delgados. Se trata de un terminal que, abierto, se comporta como un móvil tradicional. Pero esconde un aliciente: puede doblarse por la mitad y guardarse casi en cualquier bolsillo. Plegado, mide 71,9 milímetros de ancho, 84,9 de alto y 17,1 de grosor.

El usuario puede realizar algunas acciones sin necesidad de abrir el dispositivo gracias a una pantalla externa de 1,9 pulgadas, que para algunos usuarios puede quedarse pequeña. Además de para consultar notificaciones, este panel se puede utilizar para reproducir música, gestionar alarmas, visualizar el calendario y hacerse selfis con las cámaras más potentes del aparato. Basta con pulsar dos veces en el botón de bloqueo para que se active esta función y previsualizar la imagen que capta el sensor. Al poner la palma de la mano extendida frente a la pantalla, aparece un temporizador y el móvil saca una foto.

Entre las principales mejoras de este panel, destaca que ahora es posible responder a los mensajes con emojis, un mensaje escrito por dictado de voz o algunas respuestas preseleccionadas como “no, gracias”, “genial”, “¡madre mía!”, “¿qué tal te va?” o “¿dónde estás?”. Aunque es una mejora que se agradece, en muchas ocasiones todavía es necesario abrir el terminal para contestar adecuadamente a un mensaje.

Samsung asegura haber mejorado su bisagra, que parece bastante resistente. El Galaxy Z Flip 4 se puede desplegar con una sola mano haciendo algo de esfuerzo, pero resulta más cómodo utilizar las dos. Abrirlo sigue provocando un efecto sorpresa en muchos usuarios. Una vez desplegado, el dispositivo se asemeja más a un móvil tradicional. Con una diferencia principal: una pequeña hendidura corta la pantalla por la mitad. Aunque en general no perjudica la experiencia de uso notablemente, sí se aprecia al pasar el dedo por encima o al doblar ligeramente el terminal y mirarlo desde un lateral.

Abierto, el Z Flip 4 mide 71,9 milímetros de ancho, 165,2 de alto y 6,9 de grosor. La pantalla, de 6,7 pulgadas, resulta un poco alargada y está rodeada por unos pequeños marcos. Su tasa de refresco se adapta de forma automática y alcanza los 120 Hz. Este parámetro hace referencia a la cantidad de veces que la pantalla se actualiza por segundo. Por lo tanto, cuanto más alto sea, más fluida es la experiencia, aunque también se consume más batería. El usuario puede optar por una tasa estándar (de 60 Hz) para prolongar la duración de la batería o por una adaptable (que alcanza los 120 Hz). Al activar esta última opción, las animaciones y desplazamientos son más naturales y fluidos.

Uno de los puntos fuertes del móvil es que puede mantenerse en forma de ‘L’. De esta forma, al apoyarlo sobre una superficie, se convierte en una cámara con su trípode incorporado. Algo que permite al usuario hacer fotos y vídeos o realizar videollamadas sin utilizar las manos. En esta posición, se activa automáticamente el modo Flex y la disposición de algunas aplicaciones cambia de inmediato. Por ejemplo, al reproducir un vídeo de Youtube, en la mitad superior de la pantalla se muestra el vídeo y en la inferior, información sobre el mismo y los comentarios.

Además de una cámara frontal de 10 megapíxeles, el móvil cuenta con dos sensor traseros de 12 megapíxeles cada uno: uno principal que es un 65% más brillante y otro gran angular. Ambos sensores capturan fotografías nítidas y con un gran nivel de detalle tanto de día como de noche, aunque a veces están sobresaturadas. Los resultados son buenos, pero no son comparables con los principales smartphones de gama alta del mercado. Destacan las imágenes capturadas con el modo retrato. El terminal identifica muy bien los bordes, incluso cuando el fondo es de un color similar.

Rendimiento y batería

El Galaxy Z Flip 4 es compatible con las redes 5G e incorpora el procesador de Qualcomm para la gama alta Snapdragon 8+ Gen 1. Además, tiene 8 GB de RAM y 128, 256 o 512 GB de almacenamiento. El modelo que ha probado este periódico es el de 256 GB. El rendimiento ha sido bueno en todos los supuestos. Aunque en contadas ocasiones el dispositivo se ha calentado notablemente, en general, las aplicaciones funcionan sin ningún tipo de lag o retardo.

Samsung, que no incluye el cargador en la caja del terminal, ha mejorado la batería del móvil. Mientras que la del Galaxy Z Flip 3 era de 3.300 mAh, la del Z Flip 4 aumenta a los 3.700 mAh. En el día a día, se nota una mejoría en cuanto a la autonomía. Aun así, a los usuarios exigentes aún puede costarles llegar al final del día. El móvil cuenta con carga rápida de 25W, que permite llenar la batería en aproximadamente una hora y media.

Unos auriculares más pequeños para asaltar la gama alta

Los nuevos auriculares inalámbricos de Samsung, los Galaxy Buds 2 Pro, ahora son un 15% más pequeños. En teoría, se ajustan mejor al oído para evitar la rotación, por ejemplo, al hacer ejercicio. En general, resultan bastante cómodos, no sobresalen tanto y no da la sensación de que se vayan a caer. Al igual que la mayoría de auriculares de alta gama, se pueden controlar fácilmente con controles táctiles

Su principal novedad es que tienen soporte de audio de 24 bits. Además de que el sonido es potente y de calidad, cuentan con cancelación activa de ruido, que puede resultar especialmente útil a la hora de trabajar en un lugar bullicioso. Samsung promete hasta seis horas de autonomía reproduciendo música y 18 horas con el estuche de carga. Los Galaxy Buds 2 Pro cuestan 239 euros.

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Sobre la firma

Isabel Rubio
Es colaboradora de las secciones de Tecnología, Ciencia y Salud de EL PAÍS. Además de seguir de cerca a Apple, Samsung y otros gigantes, prueba dispositivos y analiza el impacto de los avances tecnológicos en la sociedad. También verifica contenidos científicos en la fundación Maldita.es.

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