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A prueba

Cómo tocar la batería como Ringo Starr (sin molestar a los vecinos)

Senstroke es un par de baquetas con sensores que permiten convertir cualquier superficie en un instrumento de percusión

Baquetas con sensores y app de Senstroke
Baquetas con sensores y app de Senstroke

En 1940, Disney llevó a la gran pantalla una imagen que persiste entre los recuerdos infantiles de las generaciones que vinieron después. En la tercera parte de Fantasía, un mago interpretado por Mickey Mouse da vida a una fregona para que esta se encargue de sus quehaceres. Mientras el ratón agita los brazos en el aire al son de El aprendiz de brujo, de Paul Dukas, el mocho mágico hace todo el trabajo.

Senstroke tiene algo que recuerda a ese hechizo, a la infancia y a jugar a dirigir una orquesta trazando uves en el aire con las dos manos. No en vano, el toque mágico de este par de baquetas con sensores ideadas por la empresa francesa Redison convierte cualquier superficie en un instrumento de percusión. “Hacemos baterías inteligentes, divertidas y convenientes”, reza el embalaje de su Essential Box, que incluye los dispositivos básicos para iniciar el aprendizaje. El set se completa con una cinta para añadir un tercer sensor —no incluido— al pie, una alfombrilla que amortigua y silencia aún más el golpeteo de las baquetas y la aplicación —disponible para iOS, Android y PC— en la que ocurre toda la magia. Una vez descargada, la app solo necesita que el usuario encienda las baquetas para reconocerlas, actualizarlas y dejarlo todo listo para el concierto.

Para quien tiene una experiencia como percusionista limitada a la última vez que un adulto desesperado le arrebató la pandereta, la app incorpora un módulo de aprendizaje. Pero todo el mundo sabe que lo primero que hay que hacer con cualquier instrumento de percusión es aporrearlo sin una idea clara de lo que se está haciendo. Y con Senstroke, la máxima es aún más cierta, pues no hay nada que podamos romper.

Así que empezamos por el módulo libre, que en la configuración de principiantes muestra una batería completa en la que solo están operativos la caja, un platillo y el hi hat, dos platillos unidos que pueden tocarse con la baqueta o el pedal. Baquetas en mano, golpeo la mesa de centro y suena la caja. Al tocar el salero de la derecha, se escucha triunfal el sonido del platillo. El cojín que está a mi izquierda en el sofá acaba de convertirse en el hi hat. El sonido es claro, se emite en perfecta sincronía con el contacto de las baquetas sobre cualquier superficie, y se ajusta a la fuerza con que se aporrea cada instrumento.

La batería de Senstroke al completo
La batería de Senstroke al completoLino Escuris

Modo aprendizaje

Después de un rato de sonidos inconexos y carentes de ritmo, paso resignada al modo de aprendizaje. En este apartado, la aplicación permite ritmos latinos, de rock o blues, ejercicios de coordinación y rudimentos de la caja. Conocedora de mis limitaciones, empiezo por esta última y descubro que mi ineptitud es aún mayor. La app muestra caja y platillos frente a una cinta transportadora que recuerda a la del supermercado. Sobre ella avanzan bloques coloreados de azul que indican qué baqueta debe golpear la caja cuando alcancen el final del recorrido. El formato es parecido al de otras aplicaciones o videojuegos musicales, como Guitar Hero o Yousician. Si el músico acierta, se tornan verdes. Si falla, rojas. Al cabo de la sesión, obtenemos una valoración: impactos, 20%; precisión, 5%; velocidad, 0%. La buena noticia es que los registros comienzan a mejorar rápidamente en los intentos posteriores. La mala es que se echa en falta algo más de guía.

Modo de aprendizaje
Modo de aprendizajeLino Escuris

En Yousician, por ejemplo, las sesiones se introducen con vídeos que explican en qué consiste cada nueva habilidad, y los penosos intentos del aprendiz se acompañan con la canción correspondiente. Senstroke es un maestro silencioso, pero al menos permite bajar la cadencia desde 60 hasta 30 impactos por minuto y subirla hasta 200, así que podemos enfrentarnos a los ritmos de samba a paso de tortuga.

Superada la magia de Senstroke, en esta batería invisible destaca la practicidad. Aunque es posible subir o bajar el volumen para que no nos oigan los vecinos o eliminar molestias, también tenemos la posibilidad de conectar nuestro teléfono u ordenador a unos auriculares o un altavoz. En cuanto al tamaño, mientras que la versión real de este instrumento exige un espacio de unos 2,5 por 2,5 metros, este formato casi imaginario ocupa lo mismo que ocupan sus baquetas.

Cómo funciona

Latencia. Aunque la respuesta sonora fue perfecta durante las pruebas, los fabricantes advierten de que, en función del dispositivo en que se utilice la aplicación, puede haber ciertas variaciones. Para evitar sorpresas, recomiendan instalar la aplicación antes de comprar el kit.

Conexiones. En caso de conectar el móvil o PC a auriculares o altavoces, conviene utilizar dispositivos con cables y renunciar a la conexión por Bluetooth, que puede ralentizar la respuesta de las baquetas y generar cierto retraso entre cada impacto y su sonido.

Aprendizaje. Enfrentarse a un nuevo instrumento exige cierta resistencia al ridículo. Lo bueno de Senstroke es que no hay nadie que juzgue al alumno patoso. Lo malo es que tampoco hay nadie que le ayude a mejorar.

CONCLUSIÓN → La comodidad de tener una batería que no ocupa lugar es difícil de rebatir. Senstroke es ideal para viajes, espacios reducidos e indecisos que no quieren comprometerse con un trasto en potencia. Por precio, no hay tanta diferencia: el kit básico cuesta 160 euros y añadir, por ejemplo, un sensor para el pie costaría 69 euros.

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