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Cómo construir cadenas de favores con el móvil

Las 'apps' para el intercambio de servicios, habilidades y conocimientos impulsan mercados sin dinero basados en la solidaridad y el consumo sostenible

Ejemplo de un intercambio de favores en Helpin’.
Ejemplo de un intercambio de favores en Helpin’.

Llamar al timbre de una casa hasta despertar a una persona que se había quedado dormida, renovar el tique de un coche aparcado para ampliar su permanencia en la zona azul o llevar una plancha a reparar son algunos de los recados más llamativos solicitados el pasado diciembre por los usuarios de Glovo, según destacan los responsables de esta aplicación para móviles.

Aunque el principal servicio de esta app es la compra, recogida y entrega a domicilio de cualquier producto, lo cierto es que son muchos los que al entrar en el menú “¿Qué necesitas?” se decantan por la opción “Lo que sea” con el fin de resolver una gestión. En ningún caso se trata de favores desinteresados porque, como mínimo, el usuario debe pagar la distancia recorrida por el mensajero de Glovo, que según las pruebas que hemos realizado varía entre los 4,50 euros (si es menos de 1 kilómetro) y los 8,90 euros (a partir de los 7 kilómetros y hasta la distancia máxima marcada en cada ciudad en la que funciona la aplicación: Barcelona, Madrid, Valencia, Zaragoza, Sevilla, Málaga, París y Milán). Por eso, aquellos que de verdad busquen un favor sin ningún coste o, al menos, más barato, pueden recurrir a estas alternativas centradas en intercambios de tareas, habilidades y conocimientos. 

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Helpin’, el Tinder solidario

“Compartir lo cambia todo”. Es la leyenda que subraya el nombre de esta aplicación para iOS y Android basada en la geolocalización, de tal forma que su objetivo es establecer una cadena de favores entre personas que se encuentran cerca. Su principal funcionalidad es muy parecida a la de las típicas apps para ligar: el usuario crea un perfil y especifica lo que ofrece y lo que necesita. En el caso de que quiera obtener algo de otra persona que a su vez ha mostrado interés en una de sus ofertas, se produce un match y ambas partes se ponen en contacto a través de un chat para acordar los detalles, en principio, sin dinero de por medio. También es posible navegar por los distintos perfiles para descubrir solicitudes en las que se puede echar una mano porque la idea es fomentar el consumo colaborativo mediante el intercambio de habilidades y conocimientos, así como el trueque de productos y servicios, aunque en su mensaje de bienvenida los responsables de Helpin’ no cierran las puertas a que alguien pueda utilizar la app para ingresar algo de dinero: “Tú decides si cambiar, regalar, alquilar o vender”.

TimeCoin, un banco de tiempo

Se define como una “red global” que facilita el encuentro de personas que saben hacer algo concreto y desean compartirlo con aquellos que lo necesiten a través de dispositivos iOS y Android. En realidad, se trata de un banco de tiempo en formato app, es decir, es un proyecto basado en un sistema que valora cada acción en un determinado número de TimeCoins, una unidad de tiempo que no ha sido creada para poner precio a los favores, sino para lograr que el intercambio de los mismos sea lo más justo posible. De todos modos, la última palabra siempre la tienen los usuarios, que son los que concretan en qué consistirá finalmente la acción a realizar a través del chat de la app. Los primeros TimeCoins se consiguen al darse alta y es posible incrementarlos si se traen amigos a la comunidad y, posteriormente, a medida que se “cobran” favores. La idea original de sus creadores es establecer una red de coworking en la que el intercambio de trabajos, habilidades y talento ayude a sacar adelante nuevos proyectos, sobre todo de aquellos que no han conseguido la ayuda financiera necesaria para convertir sus ideas en realidad. Por eso, lo que más se comparte en esta red son servicios de marketing, comunicación, diseño, programación y tecnología. Aun así, también hay usuarios dispuestos a ofrecer favores como sacar a pasear al perro, dar clases de idiomas o reparar equipos informáticos a cambio de un puñado de TimeCoins. 

La idea del 'Tinder solidario' es  fomentar el consumo colaborativo mediante el intercambio de habilidades y conocimientos

Impossible People, una app modelo

Fundada por la modelo y actriz británica Lily Cole con el respaldo, entre otros, de Jimmy Walles, el creador de Wikipedia, Impossible es una comunidad web que nació en 2013 para que las personas se ayuden entre sí de manera altruista. Pero el proyecto también cuenta con una aplicación para móviles, llamada Impossible People, que fue completamente renovada a finales de 2016 tanto para iOS como para Android. Eso sí, en el caso de este último sistema operativo, se trata de una versión beta que aún no puede descargarse en España. El funcionamiento de la app es muy parecido al de Helpin’, con un sistema en el que los usuarios comparten deseos a la espera de que se produzca un flechazo con otros miembros que puedan hacerlos realidad. Para facilitar estos encuentros, Impossible People no solo se basa en la geolocalización, sino que además utiliza hashtags que permiten encontrar por temas de interés o contenidos específicos a las personas que pueden echarnos una mano. Además de estas etiquetas, otro de los aspectos que recuerda a Twitter es que posibilita que los usuarios se sigan entre sí, conformando, según sus propios desarrolladores, “un comercio de pequeños favores entre amigos, amigos de amigos y vecinos”.

Jibbr, la subasta de los favores

Aunque en un principio se trata de una aplicación para iOS y Android para organizar actividades entre amigos de una manera sencilla, Jibbr también cuenta con la opción “Favor” dentro de su menú. Funciona como una aplicación de mensajería instantánea, de tal modo que para utilizarla es necesario proporcionar el número de móvil e invitar a que se la descarguen a los contactos escogidos de la agenda telefónica. A partir de ahí, cada vez que un usuario necesite que alguien le ayude con un recado, tan solo debe detallarlo en un nuevo mensaje, especificar cuánto está dispuesto a pagar por el favor (o no, según el nivel de altruismo de la pandilla) y compartirlo con aquellos que desee, como si utilizara la opción “Difusión” de WhatsApp. Los receptores de ese mensaje pueden aceptar el ofrecimiento o bien hacer una contraoferta hasta llegar a un acuerdo, como si se tratase de un regateo o una subasta de favores. La principal pega es que en algunos países, como España, se producen errores al intentar registrarse en Jibbr. 

Nicetonice, favores globales

Nació a finales de 2015 con un ambicioso objetivo: que cualquier usuario pudiese generar su propia cadena mundial de favores desde su dispositivo Android (en la página de Facebook de Nicetonice también se anunció la futura disponibilidad para iOS, pero de momento no existe esta versión). Se trata de una red social cuyos miembros son apodados con el nombre de nicefriends y pueden chatear entre sí, una vez localizados en un mapa mundial, con el fin de intercambiar favores a nivel global. Además, pulsando en el botón “Help”, cualquiera puede exponer qué es lo que necesita, localizar ese mensaje en un determinado punto geográfico y automáticamente se enviará una notificación urgente a todos los nicefriends ubicados en un radio de 40 kilómetros. La idea es buena, pero de momento no cuenta con muchos usuarios registrados, lo que dificulta alcanzar su objetivo, y la aplicación para Android debe solucionar algunos fallos, ya que a menudo se cierra repentinamente y debes reiniciar sesión sin que recuerde automáticamente tus credenciales.

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