Macbook Pro, una gran máquina cuatro años después
El nuevo portátil de alta gama de Apple es una cómoda herramienta de trabajo
Apple no suele precipitarse. Se ha tomado su tiempo para renovar uno de sus productos más icónicos. No son súper ventas, pero sí cuentan con una clientela fiel y, sobre todo, profesional. Los Macbook Pro no son aparatos de uso lúdico, tampoco están pensados para aquellos que se limitan a contestar correos, navegar, retocar alguna foto de las vacaciones o escribir. Son máquinas pensadas para asumir trabajos intensos, como editar una película, aguantar sesión tras sesión en la cabina del DJ, diseñar un póster o mover archivos de grandes dimensiones. Son portátiles pero tienen precio y capacidad cercana a los modelos de sobremesa más potentes.
La espera, demasiado larga (también debido a la ausencia de chips acordes con las necesidades por parte de Intel), tendría que haber terminado en junio. Y todavía pasarán algunas semanas hasta que se puedan poner los dedos en el panel táctil. La unidad probada durante la tarde del jueves, que sale ya al mercado, es la que carece de esta opción.
En cuatro años Apple ha tenido tiempo de mejorar su rendimiento, cambiar el chasis, poner altavoces envolventes, añadir una excelente pantalla, renovar el teclado y duplicar el tamaño del panel que suple al ratón.
Por el camino se han dejado algunos gramos. Los nuevos modelos son un 20% menos voluminosos y el peso se queda en kilo y medio y dos kilos, según si se trata de la versión de 13 o 15 pulgadas. También una de sus soluciones más brillantes, el MagSafe, un conector magnético que evitaba que un tropezón o caída del portátil en caso de dar al cable. Al usar un cable de carga cuyo conector era magnético, se evitaban disgustos. Al más mínimo tirón se soltaba.
En cuatro años Apple ha tenido tiempo de mejorar su rendimiento, cambiar el chasis, poner altavoces envolventes, añadir una excelente pantalla, renovar el teclado y duplicar el tamaño del panel que suple al ratón
Asímismo, se han sacrificado el lector de tarjetas de memoria, los puertos USB tradicionales ya no existen. Han añadido cuatro USB C, la nueva generación, que sirven tanto de carga de batería como para añadir periféricos compatibles. La clavija para micrófono y auriculares se ha salvado, pero parece un milagro si se piensa en la reciente eliminación en los iPhones.
Apple y los fabricantes de extensiones compatibles se frotan las manos ante unas sustanciosas ventas de adaptadores y racimos de cables. En pocos meses, Amazon dedicará una sección a los más vendidos. La batería ha aguantado más de cuatro horas de actividad sin llegar a la mitad de la carga. La empresa de la manzana promete una prueba del modelo con panel táctil, bautizada como TouchBar, en las próximas semanas, pocos días antes de salir al mercado para poder valorar el nuevo producto con más profundidad. Aún así, durante las pruebas en Cupertino para conocer su funcionamiento se puede comprobar el gran potencial.
No sería descabellado pensar en una barra adicional que se ofrezca en sus teclados externos. Esto solucionaría el problema de aquellos que compren el portátil y lo pongan en un atril en el trabajo, como base de trabajo, y después se lo lleven a casa. Una costumbre muy extendida en Silicon Valley, trabajar unos días de la semana en la oficina y otros en casa para tener más concentración y evitar el tráfico.
El Pro ha heredado algunas innovaciones del Macbook estrenado en verano. Como el cargador, que es compatible, o el teclado, que tiene el mismo mecanismo aunque mejorado. Las teclas ahora son algo más duras, como si tuvieran cierto retorno y ayudan
La edición de vídeo con iMovie o la creación de música con GarageBand es fluida, sencilla, inmediata. Las sensaciones son muy buenas también retocando fotos. Se nota un gran salto en cuanto a potencia.
¿Es necesario pagar más de 1500 dólares o euros para tener un buen ordenador? No, desde luego que no. En el mercado hay opciones más baratas también de Apple. O se puede optar por un iPad Pro con teclado si se es fanático de la manzana.
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