Un español consigue los 145 monstruos de ‘Pokémon Go’
El joven ha tardado 22 días en cazar todas las criaturas de Nintendo disponibles hasta ahora
Alakazam es un pokémon con gran poder mental para derrotar a sus oponentes. Su cabeza tiene forma de estrella amarilla y le cuelgan unos bigotes muy largos, en el caso de los machos. Este es el último monstruo del vídeo juego de Nintendo que ha conseguido cazar David Quintana, de 21 años. Jugó día y noche hasta conseguir los 145 pokémon que están disponibles, aunque en el juego original hay seis más. El joven de Elche (Alicante) ha tardado 22 días en completar el juego, desde que saliera Pokémon Go el pasado 6 de julio. Un neoyorquino, de 28 años, se apuntó el récord hace unos días tras haber conseguido 142 disponibles en EE UU en 17 días, pero le faltaban tres repartidos por el mundo (los de Australia, Asia y Europa). Quintana los tiene todos. Asegura que los hizo eclosionar de los huevos que consiguió en las pokeparadas.
Kangaskhan, Tauros y Farfetch’d están localizados, respectivamente, en Australia, América del Norte y Asia. Pero el joven español no dio la vuelta al mundo. Después de jugar, jugar y jugar estos monstruos perdidos por tres continentes nacieron de los huevos de cinco kilómetros que Quintana había conseguido. Tienes que recorrer esta distancia para que se abran, después de que hayan pasado por la incubadora. Existen huevos de dos, cinco y diez kilómetros. "No es fácil conseguir que te salgan estos Pokémon, pero yo fui cabezón y no me di por vencido".
Charizard es el que más le costó cazar. “Una vez le tiré pokebolas, pero se esfumó. Otra vez me apareció mientras estaba montado en un autobús, pero no le iba a pedir al conductor que parase para capturarlo”, comenta entre risas.
Una noche mientras entrenaba a sus bichos, la aplicación le avisó de que había uno en la casa de su vecino. Tendría que haber entrado a la vivienda de al lado, pero el joven se resistió. Le gusta disfrutar del vídeojuego en intimidad. “A veces escucho comentarios en el autobús de la gente criticando el juego. Yo prefiero disimular y que nadie lo note”, matiza.
Este estudiante de informática ha aprovechado las vacaciones de verano para recorrer la ciudad en bicicleta en busca de pokémon. Su novia a veces le acompaña en esta aventura. “He dormido menos estos días. Aprovechaba las noches para jugar en casa y subir de nivel”. Quintana aún está en el 18 y tiene acceso a superbolas, una categoría mejorada de las pokebolas. La diferencia entre estas es que mejoran la precisión para cazar a los bichos . Ahora quiere seguir practicando para subir de nivel y conseguir ultrabolas, para cuando la segunda generación de pokémon esté disponible.
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