La fotografía se reinventa: de lentillas que sacan fotos a móviles con dos cámaras
Los fabricantes de móviles quieren iniciar una nueva era de la fotografía digital con tecnología que busca miniaturizar las cámaras
Son muchos los que buscan la piedra filosofal que inicie la tercera ola de la fotografía digital. Tras la popularización de esta tecnología a comienzos de siglo y la mejora de las cámaras de los teléfonos en los últimos años, el próximo reto parece ser miniaturizar hasta extremos insospechados las cámaras y mejorar la calidad de las imágenes que captan.
Un buen ejemplo de esto es la patente de unas lentillas inteligentes que Samsung presentó hace pocos días. Un proyecto que sobre el papel parece ser una especie de evolución de las Google Glass. En el caso de fabricarse su principal ventaja es que serían mucho más discretas que unas gafas.
Entre otras cosas permitirían experimentar la realidad aumentada proyectando imágenes prácticamente en nuestras pupilas e incorporarían una cámara. Algo que abriría las puertas a captar imágenes con una discreción casi absoluta. Aunque eso podría convertirse en motivo de polémica. En cualquier caso, parece difícil que un producto como ese acabe estando a la venta a corto o incluso a medio plazo.
Estas lentillas permitirían experimentar la realidad aumentada proyectando imágenes prácticamente en nuestras pupilas e incorporarían una cámara
Tampoco parece probable que se vaya a comercializar en breve una cámara flexible como la que están desarrollando científicos de la Universidad de Columbia. Este dispositivo no sólo podría llevarse en un bolsillo como una tarjeta de crédito, además al doblarlo podríamos acercarnos o alejarnos del motivo que nos interesa captar como si usáramos un objetivo con zoom.
Los fabricantes de teléfonos móviles buscan lograr con sus terminales más avanzados la cuadratura del círculo: un diseño cada vez más plano sin renunciar a una cámara de mayor calidad. El principal problema para seguir avanzando por ese camino son las leyes de la óptica.
En fotografía, la distancia entre el centro óptico del objetivo de la cámara y el punto en el que la luz incide, el sensor de imagen, es lo que se denomina distancia focal. Esta medida se ha reducido enormemente en los teléfonos móviles a costa de usar sensores de imagen diminutos.
En el caso del iPhone 6s la distancia focal de su cámara es de 4,1 mm y el teléfono tiene un grosor de 7,3 mm. Esos 3,2 milímetros de diferencia son un margen tan estrecho que Apple se ha visto obligada a que el objetivo de la cámara sobresalga ligeramente en la parte trasera.
Para reducir aún más el grosor de un teléfono sería necesario usar sensores de imagen más pequeños
Para reducir aún más el grosor de un teléfono sería necesario usar sensores de imagen más pequeños. El problema es que eso lleva aparejado un empeoramiento en la calidad de imagen, pues se pierde exactitud cuando se reduce el tamaño de los fotodiodos que registran la luz que termina convertida en píxeles.
Por eso, una cámara incorporada a una lentilla, como la de la patente de Samsung, sería tan pequeña que captaría unas imágenes demasiado pobres o con una resolución muy baja. Menor incluso que los cinco megapíxeles que permite capturar la cámara de las Google Glass.
Otra posible solución al problema que plantea la longitud focal de la cámara es mejorar el procesador de imagen, el componente que procesa mediante software las imágenes que se recogen en bruto. Pero también en este aspecto se están alcanzado límites que parecen difíciles de superar.
Las dos tecnologías que en estos últimos años han logrado mejorar de forma más notable la calidad de imagen de las cámaras de los teléfonos son el estabilizador de imagen óptico y las lentes de gran luminosidad. Combinando ambas cosas se logra que la luz que llega al sensor sea más abundante y se obtengan mejores imágenes.
Pero también aquí se está tocando techo. El Samsung Galaxy S7 es el teléfono que actualmente incorpora un objetivo más luminoso. Algo que unido a su estabilizador de imagen permite obtener imágenes nítidas de noche sin usar flash. De hecho, este terminal está en el límite de lo permiten las tecnologías de imagen que se usan en teléfonos móviles. Al menos si usamos solo una cámara.
Las cámaras duales podrían captar un área mayor o menor de la escena, de forma que se podría generar una imagen combinada equivalente a la de un zoom óptico
Apple presentó en enero una patente de una cámara dual. Según Mac Rumors, la web de noticias sobre Apple, esta tecnología podría estar disponible en alguna versión del iPhone 7, incluso se ha realizado un vídeo aventurando qué ventajas podría proporcionar una cámara dual al próximo teléfono de Apple. Otro factor que parece indicar que un futuro iPhone contará con una doble cámara fue la compra por parte de Apple de la empresa Linx, que había desarrollado una cámara dual capaz de disminuir el nivel de ruido y aumentar el detalle en las fotos.
La tecnología de cámaras duales ya se ha usado en el HTC M8 para simular el enfoque selectivo de las cámaras réflex. El LG G5 también usa esta tecnología para aumentar el área que se puede captar al hacer una foto. Mientras que en el Huawei P9 se usan dos cámaras, una de color y otra de blanco y negro.
Las imágenes captadas por ambas son combinadas por el procesador de imagen del teléfono. Para lograr un diseño con un grosor de 7 mm, inferior al del iPhone 6S y el Galaxy S7, la empresa china ha prescindido del estabilizador óptico de imagen en ambas cámaras. Un componente que algunos echarán en falta al hacer fotos con poca luz.
Dentro de pocos meses saldrá a la venta una cámara compacta, llamada Light, que incorpora 16 cámaras que combina las imágenes para lograr fotos de 52 megapíxeles
Otro problema asociado a las diminutas dimensiones de los teléfonos es que no es nada sencillo incorporar un objetivo de tipo zoom. Solo Asus dispone actualmente de un terminal que incorpora esa función, desarrollado en conjunto por la empresa de óptica Hoya. El Asus Zenfone Zoom se vale de un sistema basado en un periscopio para que el objetivo no sobresalga del teléfono. Aunque para alojar ese objetivo el teléfono tiene un grosor superior al de otros terminales de la competencia (11,9 mm).
Las cámaras duales podrían corregir este problema captando cada una de ellas un área mayor o menor de la escena que queremos fotografiar, de forma que el procesador de imagen podría generar una imagen combinada equivalente a la que se obtendría con un zoom óptico.
Otra innovación que permite esta tecnología es la de lograr fotos con mayor resolución. Pues las imágenes se pueden combinar para aumentar el tamaño final de la imagen. De hecho, dentro de pocos meses saldrá a la venta una cámara compacta llamada Light que incorpora 16 cámaras. Mediante técnicas de fotografía computacional la combinación de las imágenes captadas por cada una de ellas permitirá lograr fotos de 52 megapíxeles, usar un zoom digital de tres aumentos con calidad similar a la de un zoom óptico y captar imágenes similares a las de una réflex. Un problema de este innovador producto es su precio, pues saldrá a la venta en noviembre por 1.700 dólares. Una cifra que hará difícil que se termine popularizando. Aunque seguramente su tecnología puede servir de inspiración para el resto de la industria fotográfica.
Otra línea de investigación para miniaturizar las cámaras es el uso de lentes planas en lugar de curvos en los objetivos. La empresa Spectrum Optix está desarrollando productos con esta tecnología y ha logrado incluso realizar telescopios de dimensiones mucho más pequeñas a lo que estamos acostumbrados a ver.
Pero incluso aunque estas tecnologías prosperen lo más probable es que sigamos viendo durante muchos años cámaras pesadas, o incluso muy pesadas, al menos en el segmento profesional. No en vano máquinas como las réflex profesionales Canon EOS 1-DX Mark II o la Nikon D5 parecen querer recordarnos que el peso importa para hacer ciertas fotos.
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