Más reloj que nunca
El 'smartwatch' Samsung Gear S2 estrena diseño circular y un nuevo interfaz de usuario. Además, presume de ser compatible con teléfonos Android
Wearables para utilizar con smartphones Android hay decenas. ¿Cómo diferenciarse en un mercado que espera cerrar el año con 45 millones de unidades vendidas? Samsung ha decidido hacerlo rediseñando completamente sus relojes inteligentes y dejando de lado los aspectos más tecnológicos en favor de otras funciones orientadas a facilitar la vida cotidiana. El Samsung Gear S2 es el primer smartwatch de la firma coreana que parece, realmente, un reloj.
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Tamaño y peso: 42,3 x 49,8 x 11,4 mm y 47 gramos de peso.
Destacamos: 4 gigabytes de almacenamiento, bluetooth 4.1 y carga inalámbrica.
100% redondo
Valoración
- Calidad-precio: 4 sobre 5
- Diseño: 4 sobre 5.
- Innovación: 4 sobre 5.
- Manejo: 5 sobre 5.
- Extras: 5 sobre 5.
Veredicto: recomendable.
Samsung ha lanzado seis smartwatches en los dos últimos años, y este es el primero con forma circular. Lo interesante es que la pantalla también es redonda y aprovecha cada píxel de la circunferencia para mostrar información. En concreto, Samsung Gear S2 integra una superficie con 1,2 pulgadas y una resolución de 360 x 360 píxeles dotada de tecnología Super AMOLED. Con esta combinación, no es de extrañar que se vea de forma muy nítida, con colores intensos y con un amplio ángulo de visualización. En ella, los negros son realmente negros, y el brillo se regula en diez niveles diferentes para adaptarse a diferentes circunstancias. Lo único que se echa en falta es que ese ajuste pueda realizarse automáticamente según la luz ambiental; una opción que no está disponible.
La pantalla está rodeada de un marco fabricado en acero inoxidable que transmite la sensación de una construcción sólida, y recubierta de una capa de cristal Corning Gorilla Glass que la protege de los arañazos. Además, el reloj ha sido certificado como resistente al polvo y al agua. Se acompaña de una correa de goma (gris oscura si se elige el cuerpo del mismo tono y blanca si se prefiere el cuerpo plateado) que se ajusta perfectamente a la muñeca y puede sustituirse, pese a que las opciones son limitadas.
Este diseño circular no solo define su aspecto físico; también cómo se utiliza el smartwatch. Su pantalla es táctil y permite seleccionar con el toque del dedo cualquier opción. Pero no es la forma de control más recomendable, ya que se tapa mucha superficie con la mano. Por eso, Samsung ha diseñado un sistema para complementar esta capacidad: el bisel es rotatorio y permite desplazarse por los menús y opciones sin cubrir la superficie. Así, al girarlo hacia la derecha se accede a los widgets de información; a la izquierda, a las notificaciones. Del mismo modo, sirve para hacer scroll por las apps instaladas o zoom en mapas. Como complemento, cuenta con dos botones laterales situados en el bisel derecho del reloj: uno que hace las veces de botón de inicio y otro de retroceso.
Solo ante el peligro
En la pantalla, los negros son realmente negros, y el brillo se regula en diez niveles diferentes para adaptarse a diferentes circunstancias
La firma coreana ha decidido optar por un sistema operativo propio como Tizen en lugar de Android Wear. Se trata de una adaptación del mismo sistema que utiliza en sus televisores y tiene sus aspectos positivos y negativos: entre los primeros se encuentra la agilidad con la que funciona y que es compatible con cualquier smartphone Android que disponga de la versión 4.4 o superior y un mínimo de 1,5 Gb de memoria RAM. Es un avance con respecto a los anteriores wearables de la firma, que solo eran compatibles con los smartphones de la propia Samsung, pero la cifra de memoria excluye casi por completo los terminales de media y baja gama. Los aspectos negativos vienen principalmente derivados de que Tizen todavía no dispone de un ecosistema muy amplio. Así, el número de aplicaciones es reducido y faltan algunas de las alternativas más populares.
Esto no quiere decir que sus capacidades sean inferiores a las de otros modelos, porque con las apps que integra garantiza las funcionalidades básicas de este tipo de terminales. Por ejemplo, funciona de forma óptima al recibir notificaciones desde distintos servicios de mensajería o redes sociales. Además de mostrarlas y permitir su lectura completa, está preparado para responder de tres formas diferentes: utilizando emojis y frases predeterminadas (sí, no, OK, estoy de camino...), con un teclado virtual de tipo T9 como el de los primeros teléfonos móviles -teniendo en cuenta su tamaño no resulta nada práctico-¬ o dictando el mensaje. La voz también puede utilizarse para realizar algunas tareas, pese a que el asistente no es tan completo como el de algunas alternativas de la competencia (Siri o Cortana): establecer alarmas, llevar a cabo búsquedas sencillas...
Lo mejor y lo peor
Lo mejor:
- Marco rotativo
- Calidad de la pantalla
- Autonomía
Lo peor:
- Variedad de aplicaciones
- Pocas correas
- Compatibilidad con smartphones
También da la talla al monitorizar el ejercicio físico, valiéndose de un sensor de frecuencia cardiaca para realizar unas mediciones más exhaustivas. Se integra muy bien con la app S Health, pero se echa de menos la presencia de otras alternativas tan populares como Runtastic o Endomondo. El rendimiento es algo más lento con aplicaciones con más requerimientos como los mapas (que en este caso son Here, no Google Maps) o determinadas opciones de desarrolladores externos. Además, Samsung Gear S2 posee una memoria interna de 4 Gb en la que almacenar música para escucharla a través de unos auriculares Bluetooth sin depender del teléfono móvil. Desde su interfaz es posible gestionar la reproducción desde servicios como Spotify o con el dispositivo Chromecast de Google.
Por último, Tizen apuesta por la personalización, y permite elegir entre múltiples interfaces que vienen cargadas en el propio reloj o instalar otras diferentes a través de la app Samsung Gear, desde la que se gestiona el dispositivo. Y aunque smartwatch y teléfono se comunican por Bluetooth, ha sido dotado de una conexión wifi que agiliza la transferencia de datos y la descarga de actualizaciones. El proceso es totalmente transparente, porque la conexión se realiza de forma automática a la red de la que forma parte el smartphone.
Buena autonomía
Otras opciones de la competencia
- Moto 360
- Apple Watch
- Sony Smartwatch 3
- Garmin vívoactive
El uso de Tizen, de un procesador de bajo consumo y de algunas opciones de ahorro energético consiguen que los 250 mAh de los que ha sido dotada la batería del Gear S2 den para mucho. Se recarga en aproximadamente dos horas, y es común que alcance los dos días de autonomía cuando la pantalla se configura para que se mantenga apagada y solo se active con el giro de la muñeca. Si, por el contrario, se opta por mantener la pantalla encendida de forma continua, es necesario cargarlo durante la noche.
En este sentido, Samsung ha apostado por eliminar el conector microUSB y optar por un sistema de carga inalámbrica. El proceso se realiza desde una plataforma magnética que mantiene fijo el dispositivo y permite usarlo como reloj para la mesilla.
Pensando en el futuro
Ficha técnica
- Pantalla: Super AMOLED circular de 1,2", 360 x 360 píxeles (302 ppi)
- Procesador: Doble núcleo a 1.0 GHz
- Sistema operativo: Tizen basado en plataforma wearable
- Audio: 1 micro, Códec MP3/AAC/AAC+/eAAC+; formato MP3, M4A, AAC, OGG
- Dimensiones y peso: 42,3 x 49,8 x 11,4 mm y 47 gramos
- Memoria: almacenamiento de 4 Gb; RAM de 512 Mb
- Conectividad: Wi-Fi 802.11 b/g/n, Bluetooth 4.1, NFC
- Compatibilidad: Android 4.4 y posteriores con 1,5 Gb de RAM
- Sensores: Acelerómetro, giroscopio, pulsómetro, luz ambiente, barómetro
- Batería: Carga inalámbrica, 250 mAh
Samsung Gear S2 ha supuesto un cambio radical con respecto a la oferta anterior de la firma, tanto en el diseño como en el sistema operativo y, por lo tanto, en su forma de uso. Se trata de un buen punto de partida para seguir trabajando y mejorar algunas de las características en los smartwatches que la coreana lanzará en los próximos meses.
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