Ofensiva de Apple en Asia

El tradicional show otoñal de Apple tiene en esta edición algo inédito. La semana próxima, aparte de simultanear la presentación en Estados Unidos (Cupertino) y Europa (Bertín), habrá por primera vez un tercer escenario: China (Pekín). La novedad no es un capricho.

Al margen del anuncio de nuevos productos (principalmente en tabletas y software) y servicios (iTunes Radio), Apple aprovechará la ocasión para tapar el mayor agujero que tiene, la comercialización de su iPhone en China y, en menor medida, Japón.

Apple ha perdido en los últimos meses casi la mitad de su clientela en China (el 43%) y ha caído a la quinta posición entre los mayores vendedores de smartphones en el país; pero ese agujero negro parece que lo está tapando el consejero delegado Tim Cook, con lo que el futuro de la empresa aún se vería con mayor optimismo. De hecho, ya lo ven los inversores. Si hace un año, con el nuevo iPhone la acción alcanzó su máximo con 702 dólares, luego llegó una larga depresión que tocó fondo en abril, al cotizar a  385; posteriormente ha rondado siempre en torno a los 400 dólares, aunque desde agosto hay un repunte constante que eleva la acción por encima de los 500 dólares y con muchas recomendaciones de compra. Como siempre, el inversor sabe algo que el resto del mundo desconoce.

La respuesta sería que Apple está cerca de llegar a una cuerdo con la primera operadora japonesa en telefonía móvil, NTT Docomo, para que empiece a comercializar sus iPhone a partir del miércoles, al igual que ya hacen con sus productos las otras operadoras del país KDDI y Softbank. NTT Docomo tiene 60 millones de clientes y ya solo los rumores del acuerdo han hecho subir su acción y bajar la de sus rivales, según informa Reuters.

Aun siendo importante este acuerdo, no es el mayor problema de Apple en Asia. También parece que han dado frutos las frecuentes visitas de Cook a China, con la mejora de relaciones con las autoridades, jueces y consumidores -ampliación de la garantía de sus productos, apertura de investigaciones por supuestos fallos-, muy alejadas de anteriores comportamientos soberbios, en donde la empresa siempre tenía la razón.

En la presentación del martes en Cupertino que, jugando con las diferencias horarias, se verá simultáneamente en auditorios de Berlín y Pekín, Cook anunciará acuerdos fundamentales con varias operadoras de China, el primer mercado mundial de móviles, tanto de básicos como de smartphones.

Las operadoras China Unicom y China Telecom, segunda y tercera del país respectivamente, podrían empezar a vender el iPhone pocos días después de su anuncio, lo que ya sería una gran novedad pues hasta ahora el consumidor chino tenía que esperar meses a que llegaran las novedades de Apple. Con el acuerdo, el iPhone estaría ofertado a sus 266 millones de abonados, más que en Estados Unidos. De momento parece que quedará fuera del acuerdo, la operadora líder, China Mobile, aunque Cook también se ha reunido con sus directivos y no se descarta un acuerdo más pronto que tarde.

Estos acuerdos frenarían el avance de Samsung en el país, así como el de fabricantes locales como Huawei o Lenovo y la estrella naciente Xiaomi, que en los últimos trimestres han arrinconado a Apple con sus productos de calidad y a mucho menor precio. Apple solo tiene el 8% del mercado en China y era el quinto vendedor en el primer trimestre del año, aunque según la firma Canalys en el último trimestre ha caído hasta el séptimo lugar.

Estos acuerdos comerciales en China tendrían un mayor impacto económico en Apple que el lanzamiento de nuevos productos, aunque para ello la empresa de Cupertino debería rebajar sus precios o lanzar un móvil barato, como se ha especulado en numerosas ocasiones. No se descarta que Apple lance un iPhone básico, que llevaría carcasa de plástico, para abaratar el precio. 

Los acuerdos de Tim Cook con las operadoras asiáticas pondría a su empresa otra vez en la senda alcista de la acción y refrendaría el liderazgo del sucesor de Jobs al frente de Apple.