“Espero que el TR35 nos abra puertas”

Rafael Luque es uno de los TR35 Spain de 2012. Asentado en la Universidad de Córdoba tras haber pasado por una universidad inglesa, un día pensó que algo se podía hacer con las toneladas de residuos que genera la sociedad cada día. Y lo consiguió. Fue capaz de convertir esos desechos agrícolas, forestales y alimentarios en lo que se denomina compuestos de partida, bloques químicos que pueden utilizarse para fabricar bioplásticos, biocombustibles u otros materiales intermedios que se pueden aplicar en farmacia o cosmética.

Luque lo ha hecho posible al hallar una nueva familia de materiales porosos denominada Starbon, que cataliza las reacciones químicas para transformar la biomasa. Incluso ha constituido una empresa, Green Applied Solutions, para desarrollar los catalizadores y fabricar productos finales; pero todo no es tan fácil y por ello espera que el reconocimiento de la MIT Technology Review le ofrezca ayuda. “El premio me da mucha satisfacción por el trabajo realizado, pero espero que también ayude a mi empresa para conseguir potenciales inversores”, explica Luque, que lleva cinco años con el proyecto.

Esa opinión la comparte con David Gascón, otro de los premiados, que ha ideado sensores inteligentes de solo 20 gramos para transferir información de todo tipo a la nube. Su empresa, Libellium, cuenta ya con 30 empleados, pero no descarta crecer en otros países. “Quiero ir a Estados Unidos y abrir oficinas y creo que el reconocimiento del MIT puede ser una buena puerta de entrada”. En su caso tampoco descarta buscar nuevos recursos financieros para su proyecto, pero avisa: “No buscamos solo dinero, también queremos orientación de alguien que esté bien situado y nos ayude”.

La gran mayoría de los galardonados por el TR35 consultados por este diario aseguran que el resultado de sus investigaciones necesita ahora dinero para poderlos validar y ponerlos en el mercado, si es que todavía no lo están. Juan Moreno, por ejemplo, asegura que necesitará cinco millones de euros.