La gigante tecnológica Foxconn cierra una planta por una pelea multitudinaria
Unos 2.000 empleados se enzarzaron en una pelea en el dormitorio de la empresa
Foxconn, la empresa taiwanesa de componentes tecnológicos que emplea a más de un millón de personas, ha cerrado hoy lunes la planta de Taiyuan, situada en el norte de China, tras una pelea entre trabajadores iniciada anoche en el dormitorio de la empresa y que implicó a 2.000 personas. Unos 40 empleados fueron trasladados al hospital para ser atendidos, y varios han sido detenidos, según un comunicado de la empresa. La compañía ha informado de que la planta se mantendrá cerrada hasta que "las autoridades chinas confirmen que todo está bajo control", según un portavoz.
La fábrica de Taiyuan, con 79.000 empleados, se dedica a los componentes de automóviles principalmente, aunque también ensambla piezas del iPhone 5, según ha informado a la agencia Reuters un empleado de la fábrica.
La pelea, según la empresa, comenzó hacia las once de la noche (hora local) de ayer, pero se generalizó y hasta las nueve de la mañana los 5.000 policías enviados a la fábrica no pudieron hacerse con el control de la situación.
Aunque la policía y la empresa investigan lo ocurrido, según Foxconn, la pelea comenzó entre un par de personas "por motivos personales". Sin embargo, algunos medios de comunicación indican que los trabajadores se concentraron en la noche del domingo a modo de protesta por las condiciones laborales, lo que ha negado la compañía.
Duras condiciones laborales
Foxconn ha sido noticia por numerosos incidentes laborales, el alto número de suicidios y las duras condiciones de trabajo, que han sido objeto de investigación por organismos laborales internacionales.
La fama de Foxconn aumentó cuando se supo que el ensamblaje y producción de los productos Apple, entre otros, se realizaban en sus plantas, donde se habían producido suicidios por las intensas jornadas de trabajo. En marzo, a petición de Apple, la Asociación Para el Trabajo Justo entró en varias plantas de la compañía para comprobar las condiciones y consultar a empleados. Una vez mejorado el salario, la organización internacional pidió jornadas más cortas y una limitación de las horas extra; pero, a la vez, que emitían su informe, se publicaba una encuesta entre los empleados en la que la mayoría se mostraba satisfecho con su trabajo y en contra de que les limitaran las horas extra.
Los empleados de Foxconn son gente muy joven que han dejado su pueblo o ciudad natal para conseguir los máximos ingresos. Viven en dormitorios de la empresa o en pisos-patera muy cercanos a la fábrica. Su único régimen de vida es del trabajo a casa y de casa al trabajo con el fin de maximizar su tiempo y obtener así más horas extraordinarias, normalmente, de lunes a sábado.
De la actividad de Foxconn, para dar una idea de su dimensión, depende el 40% de la producción y ensamblaje de productos tecnológicos (no solo Apple). Sus 13 fábricas en nueve ciudades chinas congregan a más de un millón de empleados (aunque otras fuentes dicen que son dos millones). Su expansión, sin embargo, no se detendrá en China, pues proyecta instalarse en Brasil.
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