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Change.org adquiere la española Actuable

La plataforma de ciberactivismo de Estados Unidos compra Actuable por una cantidad simbólica

Un año después de ver la luz, Actuable, la mayor plataforma de activismo de habla hispana, anuncia que se unirá a Change.org, la web de movilización ciudadana con mayor crecimiento. En lo que va de año Actuable ha pasado de 80.000 a 680.000 usuarios registrados, mientras que Change.org, ha recogido peticiones de más de 175 países.

Ben Rattray fundó la web norteamericana en 2007. Francisco Polo hizo lo propio con Actuable. Ambas tienen un funcionamiento muy parecido. Cualquier usuario puede darse de alta y crear una petición sobre un tema concreto para cambiar una situación. Alicia Mora es una voluntaria que cada semana ayuda en el poblado de El Gallinero, en Madrid. Puso en pie una acción para que se desratizase el poblado. Aunque al principio no tuvieron eco, después de reunirse con la concejal Ana Botella se procedió a higienizar la zona.

En lo sucesivo, el equipo técnico estará en San Francisco. La de Actuable será la primera oficina de Change.org fuera de Estados Unidos, donde cuenta con 70 empleados. Juntos llegarán a la cifra de 5 millones de usuarios registrados. Uno de los puntos más polémicos en este tipo de fusiones es la gestión de la base de datos. Polo aclara tajante: "Nos adaptaremos a lo que diga la ley, porque trabajamos para nuestros usuarios. No queremos que nuestra reputación pueda verse perjudicada. Si exigimos transparencia a nuestros gobernantes lo lógico es que nosotros seamos ejemplares".

Francisco Polo destaca la labor de las redes sociales: "Twitter y Facebook son fundamentales para conseguir cambios. La mayor parte de nuestro tráfico viene de estas dos fuentes. No se trata de crear una red social alternativa, sino de saber usar los cauces y entender que hay hueco para servicios con un fin concreto".

Ninguna de las partes del acuerdo ha querido desvelar la cantidad del acuerdo, pero insisten en que es una cantidad "casi simbólica". "Lo que queremos es dar voz a quiénes no la tienen y cambiar la vida de mucha gente a través de nuestras peticiones", añade Rattray. El modelo de negocio de ambas compañías consiste ofrecer una mayor visualización y promoción de campañas a ONGs y organizaciones sin ánimo de lucro.

Change.org saltó a la fama con la campaña de Barack Obama para llegar a la Casa Blanca, cuando se unió de MySpace para promover al candidato demócrata. En los últimos meses ha sido objeto de varios ataques desde China por la petición de liberación del artista Ai Weiwei. Rattray, que estudió en la Universidad de Stanford, se considera un emprendedor social. "Viví la burbuja de las .com a comienzos de siglo muy de cerca y me di cuenta de que no todo es el dinero, que las convicciones son más fuertes", dice alguien que, durante los dos primeros años de vida de su empresa, sobrevivió con ayuda de la familia y amigos, y con una facturación inferior a 45.000 euros. "Eso no impidió que programadores excelentes se sumaran a la causa. La implicación lo es todo".

Actuable, por su parte, ha canalizado muchas de las reivindicaciones del movimiento 15M. "La indignación fue el motor. Formalmente hicimos saber a la Junta Electoral el rechazo a que se expulsase a los acampados de la Puerta del Sol. Finalmente, no los tocaron", muestra Francisco Polo.

En el campo del activismo social Actuable y Change.org se enfrentan a Avaaz, Get Up, líder en Australia, y Move On. La diferencia es que ni Actuable ni Change.org cuentan con línea editorial, ninguna de las peticiones se crea y promueve desde dentro, sino que siempre son los ciudadanos los que buscan movilización.

Más recientemente, Actuable consiguió movilizar con su firma a más de 150.000 ciudadanos para rechazar la reforma de la Constitución sin un referéndum previo. La acción fue iniciada por el catedrático Vicenç Navarro.

Uno de los logros más celebrados consistió en conseguir que los hijos de parejas del mismo sexo nacidos por el método de gestación subrogada, los popularmente llamados vientres de alquiler, puedan ser inscritos en los consulados en el extranjeros como españoles. Una semana después de la recogida de firmas, el Ministro de Justicia, Francisco Caamaño, dio la orden para que así fuera.

GORKA LEJARCEGI

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