El patrón de 'Angry Birds' predice la muerte de la consola

La pasión en el sector informático por escribir esquelas en un ejercicio de anticipación que acostumbra a ser erróneo... es notable. Se ha escrito mucho sobre la próxima muerte del ordenador. Ahora es el patrón de Angry Birds el que predice la muerte de las consolas.

Peter Vesterbacka, presidente de Rovio, la editora del popular juego, ha asegurado que la consola está destinada a morir. Lo dijo en la conferencia South by Southwest Interactive, donde afirmó que la innovación se halla en el juego para móviles y en el juego social. Para él, los pequeños productores pueden reaccionar con más agilidad a las demandas de los jugadores y asumir riesgos que no pueden admitir las grandes estructuras de producción de los grandes juegos.

Para Vesterbacka, la industria quiere vender juegos para consola a 50 y 70 dólares, unos juegos que no evolucionan. El patrón de Rovio critica el concepto de "casual" aplicado a los juegos sencillos para móviles. "Cuando dicen que Angry Birds es un juego casual, me da risa. Es accesible, pero al mismo tiempo tan atractivo y adictivo como cualquier otro. Cuando veo determinadas series de juegos para consolas, cada vez más previsibles que regresan a episodios ya conocidos...entonces sí se puede hablar de casual".

El enfado de Vesterbacka, parece venir motivado por unas declaraciones del presidente de Nintendo América Reggie Fils-Aime en el sentido de que los jueguecitios para teléfonos móviles dan la engañosa impresión al jugador de que por un dólar a dos se puede tener un buen juego cuando la industria los está vendiendo a 50 dólares. Sin embargo, Fils-Aime excluyó expresamente de esta crítica generalizada a Angry Birds del que reconoció su éxito.

El fenómeno en torno a Angry Birds es singular. Su desarrollo costó unos 140.000 dólares y ha dado unos beneficios, hasta el momento de 70 millones. Rovio ha anunciado una acuerdo en exclusiva con la tienda de Amazon para distribuir la nueva versión Angry Birds Rio que, además tendrá su película producida por la Fox.

Según datos de Newzoo, de los 18.000 millones de euros que se gastaron el año pasado en Estados Unidos en juegos, la mitad fueron destinados al sector de la consola, pero se trata de una cifra un 29% inferior a la del año anterior.