La policía iraní advierte que usar filtros de Internet es "delito"
Las fuerzas de seguridad consideran que convocar movilizaciones por SMS y correo electrónico es peor que asistir a las protestas
La Policía iraní ha advertido de que los filtros utilizados para consultar las webs bloqueadas en Irán constituye delito y que aquellos que los usen podrán ser procesados y castigados. En declaraciones divulgas hoy por el diario pro reformista Etemad, la brigada de la Policía para delitos en el ciberespacio admite, no obstante, que el uso de estos filtros que permiten acceder a conexiones en el exterior está muy extendido: "A día de hoy, el 32% de los ciberdelitos se deben al acceso a los sitios web prohibidos".
Internet se ha convertido en uno de los principales campos de batalla de la crisis que divide Irán desde que hace siete meses fuera reelegido el presidente Mahmud Ahmadineyad en unos comicios que la oposición considera "fraudulentos".
La semana pasada, la Policía ya advirtió de que utilizar los mensajes de texto telefónicos (SMS) y el correo electrónico para convocar movilizaciones es un delito mayor que asistir a las propias protestas. Además, en los días previos a la protestas las autoridades reducen la velocidad de acceso a la red e incluso cancelan el servicio de SMS y barren la señal en las zonas de convocatoria para tratar de impedir la movilización. Aún así, varios sitios web gestionados por la oposición, entre ellos la página "Jaras", adscrita al denominado movimiento verde, han instado a la población retomar las manifestaciones el próximo 11 de febrero, día en el que se conmemora el 31 aniversario del triunfo de la Revolución. Irán está sumido en una grave crisis política y social desde que el pasado 13 de junio, al día siguiente a la jornada electoral, se conociera la reelección del ultraconservador Ahmadineyad. Ese mismo día, cientos de miles de personas se echaron a la calle al grito de "¿Dónde está mi voto?". En la violenta represión de las protestas murieron al menos unas treinta personas, según cifras oficiales, y 72 de acuerdo con el cómputo de los opositores. Además, miles han sido detenidas, entre ellas cientos de responsables y partidarios de la oposición reformista, que lideran los candidatos derrotados, Mir Husein Musaví y Mehdi Karrubí.
Las protestas, que se mantienen desde hace seis meses, se agravaron el pasado 27 de diciembre, día sagrado de Ashura, tras una violenta represión en la que perdieron la vida ocho personas, según cifras oficiales. El régimen iraní ha acusado a Estados Unidos y el Reino Unido de instigar la peor crisis que atraviesa la República Islámica desde su fundación en 1979. El Poder Judicial, por su parte, ha condenado a casi un centenar de personas, acusadas en su mayoría de atentar contra la seguridad del Estado y participar en una "conspiración" para derrocar el Gobierno. Asimismo, ha impuesto cinco condenas a muerte, y ha pedido otras cinco más para una serie de personas acusas de pertenecer al movimiento de oposición en el exilio "Muyahidin Jalq" (Combatientes del Pueblo), que Teherán considera terrorista.
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