Las aulas y los libros de texto se digitalizan
Los educadores creen que los libros tradicionales serán pronto sustituidos por versiones digitales en los centros educativos
Los libros de texto aún no han pasado a la pantalla del ordenador, pero muchos educadores dicen que no tardarán mucho en ser sustituidos por versiones digitales, o suplantados del todo por lecciones recopiladas entre la gran variedad de cursos digitales gratuitos, juegos educativos, vídeos y proyectos disponibles en Internet.
"Los niños de hoy en día son diferentes", afirma Sheryl R. Abshire, directora de Tecnología del sistema educativo Calcasieu Parish en Lake Charles, Luisiana. "Son muy ágiles digitalmente hablando. Son multifuncionales, transponen y extrapolan. Y tienen una visión infinita del conocimiento".
"No les llaman la atención los libros de texto lineales, finitos y rutinarios", continúa Abshire. "Los profesores necesitan recursos digitales para buscar documentos, blogs y páginas de contenido interactivo que los lleven más allá que los simples libros de texto de sota, caballo y rey".
Los 'libros lineales, finitos y rutinarios', son cosa del pasado
En California, el gobernador Arnold Scwarzenegger ha anunciado una iniciativa para sustituir algunos libros de matemáticas y ciencias en los institutos por versiones digitales gratuitas de fuente abierta. Con la difícil situación financiera de California, el Gobernador espera que los libros de texto gratuitos puedan hacer que se ahorren cientos de millones de dólares al año. Muchos directores están encantados. "En cinco años, creo que la mayoría de los estudiantes utilizarán libros de texto digitales", opina William M. Habermehl, director de las escuelas Orange County de California, a las que asisten 500.000 alumnos.
Pero el futuro digital no forma parte del futuro inmediato en algunas clases. Hay que tener en cuenta que todavía hay una gran división digital. No todos los estudiantes tienen acceso a un ordenador, a un aparato electrónico de lectura Kindle o a un smartphone, y pocos distritos son lo suficientemente ricos para facilitárselos a los alumnos. Así que los libros de texto digitales podrían aumentar el abismo entre ricos y pobres.
"Gran parte de nuestros hijos no tienen ordenadores en casa, y sería demasiado caro imprimir los libros de texto digitales", comenta Tim Ward, subdirector de Enseñanza del Chaffey Joint Union High School District, California, que tiene 24.000 estudiantes, casi la mitad procedentes de familias de renta baja.
Muchos educadores creen que los libros de texto digitales y los cursos en Internet empezarán a introducirse poco a poco, tal vez empezando por aquellos que quieran estudiar una asignatura que no pueden incluir en su horario escolar o para aquellos que necesitan más créditos.
Venga cuando venga, la avalancha en Internet supone toda una amenaza para los editores de libros de texto tradicionales. La mayoría de los libros digitales sometidos a revisión en California proceden de un grupo sin ánimo de lucro llamado CK-12 Foundation que crea "libros flexibles" gratuitos que se pueden personalizar para cumplir las normas estatales, y a los que los profesores pueden añadir cosas.
"Lo bueno de nuestros libros flexibles es que pueden ser lo que tú quieras", explica Neeru Khosla, fundador del grupo. "Los puedes usar en Internet, puedes guardarlos en el disco duro, imprimirlos, personalizarlos, incluir vídeos". Cuando la gente supere sus barreras mentales se dará cuenta de que no hay por qué pagar 100 dólares por cada libro de texto cuando puedes obtener gratis el contenido deseado".
Cientos de Universidades de todo el mundo, incluidas el MIT y la Universidad del Petróleo y los Minerales King Fahd de Arabia Saudí, usan y comparten actualmente cursos de fuente abierta. Connexions, una organización sin ánimo de lucro de la Universidad de Rice, Houston, dedicada al aprendizaje de fuente abierta, ha enviado un libro de texto de álgebra a California.
Pero tal y como está la economía, muchos educadores y expertos en tecnología coinciden en que la revolución digital desde la guardería al duodécimo curso aún tardará.
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