Los Tamagotchi se mudan al móvil
La popular mascota virtual de los años 90 intenta resucitar con una nueva versión adaptada a los celulares
Su éxito fue tan intenso y fugaz como una tormenta de verano. En 1996 los niños -y algunos no tan niños- adoptaron un Tamagotchi, una mascota virtual enjaulada en un aparato con forma de huevo. El invento tenía un fin claro: dotar a los niños de una responsabilidad, la de cuidar a su mascota. La vida virtual de ese ser, que vivía en una pantalla en blanco y negro, dependía de los cuidados de su dueño y tres botones que permitían desplazarse por un menú para realizar funciones como las de alimentar a la criatura, darle un baño o incluso apagarle la luz para que tuviera dulces sueños.
El impacto que causó el invento de Aki Maita y que fue comercializado por Bandai provocó tal éxito que pronto brotaron Tamagotchis de top manta. La idea parecía dejar contentos a padres e hijos. Unos veían en ello un juego, otros una responsabilidad más. Quizás el problema fue que Tamagochi comenzó a dar guerra: que si se despertaba muy pronto con una alarma demasiado aguda para ser domingo o que el compromiso agota a los más jóvenes. El caso es que muchos aparatos se abandonaron en un cajón de casa. Fue un asesinato silencioso, tan sencillo como presionar un botón negro situado en su parte trasera.
Ahora Namco Bandai Networks ha decidido resucitarlo, pero en el móvil. La característica principal es que no se trata de versiones para el teléfono, sino de versiones originales sin modificar su jugabilidad. El tiempo corre incluso cuando el móvil se encuentra apagado.
Para esta aventura podemos escoger entre dos personajes: ángel o demonio. La vida del Tamagocthi Angel discurre como el clásico de los 90, el jugador debe premiar las acciones positivas de su mascota y cuidarla en todo momento hasta su edad adulta, con el riesgo de que se convierta en demonio.
La otra opción más gamberra la otorga Tamagotchi Monster. Estos personajes son mucho más traviesos e incluso utilizan trucos sucios con sus dueños. El juego propone desafíos para esta nueva amenaza como bailar, surfear, y usar fuegos artificiales. El jugador no podrá sorprenderse si durante la noche el móvil empieza a protestar.
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