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España es el país europeo que más páginas imprime por trabajador

El sector público y las pequeñas empresas son las que menos controlan el consumo de papel

Los trabajadores europeos imprimieron en 2007 menos hojas que en 2006, pero la inmensa mayoría cree que se podría reducir todavía más el gasto en papel sin menguar su productividad. Sin embargo, los empleados europeos no se culpan a sí mismos de malgastar papel, sino a sus compañeros y a la propia empresa. La nota negativa la pone España, donde el año pasado se imprimió más que hace dos.

La preocupación por el alto consumo de papel en las empresas entre los ciudadanos europeos es muy alta, según pone de relieve un estudio realizado por Ipsos y el fabricante de impresoras Lexmark. Un 90% de los encuestados está preocupado por el impacto medioambiental y económico que supone malgastar país.

Para el estudio se ha encuestado a 5.679 empleados de 13 países europeos entre octubre y noviembre del año pasado y se ha tenido en cuenta tanto al sector público como al privado. La encuesta revela un descenso del número de páginas impresas por trabajador y día (de 34 a 31), aunque el número de personas que piensan que en su entorno se imprime mucho, y para nada, ha aumentado del 52% al 55%.

La nota negativa es para España, cuyos trabajadores imprimieron en 2007 una media de 41 páginas por día, cinco más que en 2006; por el contrario, los empleados italianos redujeron en nueve el número de hojas impresas, hasta las 32. El país europeo más verde es Suecia (22 hojas por persona y día) y, sin embargo, es el segundo país (empatado con Austria) donde los propios encuestados son más intransigentes consigo mismos: el 32% cree que malgasta papel.

El papel de las empresas

En nuestro país, sin embargo, se vive una curiosa paradoja. Mientras nos presentamos como los más concienciados de Europa (un 97% se muestra preocupado por este asunto), los trabajadores españoles somos los que menos creemos que nuestra propia empresa gaste papel de más. Además, en España el sector público gasta más que el privado, y las empresas pequeñas más que las grandes, algo que no ocurre en los países de nuestro entorno.

El estudio de Ipsos y Lexmark también analiza cuáles son las iniciativas de las propias empresas para reducir el consumo de papel de sus empleados. Un 49% de las organizaciones encuestadas asegura haber reformado sus políticas de impresión en 2007.

Sin embargo, entre ellas, casi la mitad (42%) no han hecho más que insistir a sus empelados en que reduzcan su número de impresiones. Un número reducido de empresas ha invertido de forma activa. Así, sólo el 12% apostó en 2007 por la impresión basada en PIN, que obliga al empleado a responsabilizarse individualmente de cada página que imprime.

El estudio concluye que todavía queda mucho por hacer, sobre todo en la percepción individual del gasto de papel. Mientras el 55% de los encuestados cree que en su trabajo se imprime mucho, apenas un 27% se culpa de malgastar.

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