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Lo que nos pasa

Apuntes sobre el desarrollo de la Sociedad de la Información en España

Aunque por primera vez nuestro gobierno camine, en parte, por la senda adecuada y haya sido capaz de movilizar más de 4.000 millones de euros este año —entre capital público y privado— en el marco del Plan Avanza, las hipotecas que nos dejaron tanto el gobierno anterior como nuestras raciales empresas—y esa es la gran paradoja—, alejan a nuestro país de los países más avanzados en materia de Sociedad de la información y amplía la brecha digital con Europa.

Se suele atribuir a Ortega y Gasset la sentencia "lo que nos pasa a los españoles es que nos sabemos lo que nos pasa, y eso es precisamente lo que nos pasa". Si hoy, en plena tarea de construcción de la Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC) anduviera Don José por aquí, posiblemente diría: "A los españoles, ¿qué nos pasa? Que durante mucho tiempo no hemos querido ver lo que nos pasa".

Porque, saber, lo sabíamos de sobra. Hace años que desde nuestro pequeño balcón en la red de redes, fiap (foro de investigación y acción participativa para el desarrollo de la sociedad del conocimiento), viene señalando nuestras debilidades nacionales y regionales en el desarrollo de la SIC: falta de liderazgo político, ausencia de estrategia y de un plan integral del Estado y las Administraciones Regionales, inversión escasa, dispersa y oportunista, supeditación a las coyunturas del mercado, endémica inhibición empresarial unida a la desconfianza, etc.

En su momento, señalamos todas esas razones que en nuestra opinión caracterizaban los proyectos del anterior gobierno de la nación, e incluso así tuvimos la ocasión de exponerlo en la Comisión de Estudio para el desarrollo de la Sociedad del Conocimiento de la Asamblea de Madrid.

Sucesivos informes de diversa índole han venido a confirmar nuestros augurios. El último 'eEspaña2007' editado recientemente por la Fundación Orange.

El estudio señala, una a una, todas estas debilidades consabidas y, a la hora de repartir culpas por la pérdida española de posiciones, la Fundación Orange dispara hacia el anterior Gobierno: "El estancamiento de financiación se produjo entre los años 2001 y 2004. Teniendo en cuenta que gran parte de las medidas relacionadas con la sociedad de la información tienen un horizonte de medio o incluso largo plazo, es muy probable que estemos viviendo los efectos de ese estancamiento", dice el Informe.

Construir la Sociedad de la Información y el conocimiento no es tarea para una sola legislatura, pero una legislatura que enfoque mal el proceso sí puede arruinarlo por muchos años, y tal parece ser el balance del cuatrienio citado (2001-2004).

Con el cambio de gobierno vinieron nuevos aires y, con ellos, el prometedor Plan Avanza, cuya implantación y desarrollo, no obstante, no está exenta de problemas y carencias —especialmente en los mecanismos de evaluación—, si bien debemos reconocer que al menos esta vez, en lo sustancial, el gobierno camina por la senda adecuada.

Pero con ser mucha y muy importante la acción de las administraciones públicas, empezando por la central, no todo depende de ella. En una economía liberalizada como la nuestra, no se puede desconocer el peso del sector privado. Precisamente, en este punto el Informe es particularmente ilustrativo: mientras en 2006 los fondos públicos destinados al fomento de la SIC ascendieron a cerca de 1.197 millones de euros (más del doble que en 2005) y el presupuesto previsto para 2007 llega a 1.539 millones, la financiación privada mantiene cotas similares a las de 1998. Al llamado "capital riesgo" español no parece entusiasmarle los riesgos de la Sociedad de la Información.

Pero, hay más. En virtud de la sacrosanta y por supuesto indiscutible libertad de mercado, España se sitúa entre los países más caros en cuanto a los precios de conexiones a Internet (33 euros al mes es la oferta más económica). Sólo México parece ganarnos en esta curiosa fe liberal. En el resto de Europa, la banda ancha más económica se encuentra en el Reino Unido por un precio de 2,62 euros el Mbps, mientras que en EE.UU. la conexión más barata es de 2,30 euros por Mbps y en Japón los Mbps se cuentan por céntimos de euro.

El informe también señala que "por subíndices, en el de infraestructuras de red, formación e inversión en TIC, España se sitúa en el puesto 22, por debajo del año anterior, debido a la debilidad del sector cuyo valor añadido bruto ha caído con respecto a 1995 provocando que las exportaciones TIC en España hayan descendido en relación con el año 2000". Y a pesar de las conocidas ventajas públicas de que gozan las empresas en materia de formación, nuestras empresas optan por forzar el autoaprendizaje de los trabajadores frente a la formación corporativa, al tiempo que aseguran que una de las razones por las que no hacen mayor uso de Internet es "la falta de formación de los empleados". Curioso.

El 86% de las empresas dicen estar conectadas a Internet, pero la mayoría mantienen páginas estáticas, meramente informativas, generalmente desactualizadas, mientras el número de intranet apenas supera el 26% en el mejor de los casos.

El Informe incluye un gráfico definitivamente ilustrativo sobre la verdadera naturaleza de nuestras raciales empresas:

Más de la mitad de las empresas dedican menos de 6.000 ¤ a inversiones en TIC, "mientras ese porcentaje se reduce a un tercio en el caso de las dedicadas a la informática e I+D.

Así que no hay que darle más vueltas. Esto es lo que nos pasa: la culpa la tienen los gobiernos y las empresas. ¿Quién, si no?, aunque por primera vez el gobierno camine, en parte, por la senda adecuada y haya sido capaz de movilizar —entre capital público y privado en el marco del Plan Avanza— más de 4.000 millones de euros este año (2007) para el desarrollo de la Sociedad de la Información en España. Pero es que, a pesar del esfuerzo —y esa es la gran paradoja—, hay que pagar las hipotecas que nos dejaron tanto el gobierno anterior como nuestras raciales empresas, que no hicieron sus deberes como en los demás países que ahora nos llevan la delantera. Esta circunstancia contribuye a que nuestro país se aleje de los países más avanzados en Sociedad de la Información y amplíe la brecha digital con Europa.

Debemos concluir, pues, que la Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC) es tan importante que no podemos dejarla sólo en manos de los gobiernos y mucho menos de las empresas. La construcción de una SIC para todas las personas exige políticas activas y participativas por parte de la ciudadanía y la necesidad de la apropiación social y ciudadana de la tecnología y el conocimiento.

Rafael Casado y Eladio Díez, Presidente ejecutivo y vicepresidente respectivamente del foro de investigación y acción participativa para el desarrollo de la sociedad del conocimiento >

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