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La última partida de la Game Boy

Un directivo de Nintendo en EE UU asegura que la compañía dejará de crear nuevos juegos para su legendaria portátil

Era el año 1989 y las consolas eran un producto al alcance de pocos bolsillos pero Nintendo tenía la fórmula mágica para llevar los videojuegos al gran público: su consola portátil Game Boy. Su reinado ha durado desde entonces hasta nuestros días, todo un hito en el ámbito de los videojuegos, en el que rara vez un aparato consigue sobrevivir más de diez años. Pero la buena estrella de la niña mimada de Nintendo podría estar a punto de acabar: el vicepresidente de Marketing de la marca en EE UU, George Harrison, ha afirmado a la revista norteamericana Game Daily que su compañía no desarrollará nuevos juegos para esta plataforma.

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Harrison asegura que los esfuerzos de Nintendo se concentrarán a partir de ahora en la Wii y en la nueva portátil Nintendo DS, lo que llevará al ostracismo a la popular Game Boy. Asimismo, asegura que la compañía apuesta totalmente por la nueva portátil y que ha supuesto un gran riesgo prescindir de la marca Game Boy para este lanzamiento, que supone "una nueva filosofía para llegar a nuevos públicos, por lo que teníamos que cambiar el nombre". "Es difícil saber si la marca se reutilizará en el futuro", concluye.

Fuentes de Nintendo España no han querido confirmar o desmentir esta noticia y han señalado que no han recibido ninguna noticia en este sentido de su matriz en Japón, aunque reconocen que las declaraciones del representante de la compañía en EE UU pueden llevar a pensar que, efectivamente, no se prolongará la vida de la consola.

Fulgurante inicio

Buceando en las hemerotecas, descubrimos que la Game Boy no fue el primer experimento portátil de la empresa de Miyamoto. La compañía nipona ya contaba con una amplia experiencia en videojuegos portátiles con sus conocidas 'maquinitas': Nintendo Game & Watch (máquinas con pantallas LCD y con un sólo juego) en las que personajes como Zelda, Mario o Donkey Kong se dieron a conocer al gran público. Con ese bagaje y la exitosa Nintendo Entertaiment System (NES) a su espalda, el lanzamiento de la Game Boy supuso un auténtico bombazo, preludio de lo que más tarde acaecería con la Super Nintendo.

La Game Boy fue obra de Gunpei Yokoi y barrió a todas sus competidoras de la época. Ni la Game Gear de Sega ni la Nokia N-Gage, pese a ser técnicamente muy superiores, lograron hacer sombra a la superventas de Nintendo. Tampoco la Atari Lynx consiguió desbancar a la pequeña de Nintendo.

Y llegó el color

Desde entonces, la Game Boy ha evolucionado para sobrevivir y adaptarse a los nuevos tiempos. En 1996 apareció por ejemplo la Game Boy Pocket, más pequeña y ligera y con una pantalla más clara. Dos años más tarde, vería la luz la Game Boy en color, compatible con las anteriores y que abandonó los clásicos tonos verdosos de la original. Incluso algunos recordarán un aparato para poder jugar con los juegos de la consola de bolsillo en la Super NES.

El cambio más radical vivido por la pequeña consola vino en 2001 cuando salió al mercado la Game Boy Advance, que en realidad era un aparato completamente nuevo, pero compatible con los modelos anteriores. Con ella, Nintendo se adaptó a los avances técnicos del momento. Dos años después, este modelo recibió un lifting para transformarse en la Game Boy Advance SP (Special Project).

Una superviviente

La última revisión de la portátil se hizo en 2005, con la Game Boy Micro, la consola portátil más pequeña del mundo, medía tan solo 10 x 5 cm, una auténtica revolución si la comparamos con la original.

Curiosamente será otra portátil de Nintendo, la DS, la que previsiblemente enterrará a la Game Boy, por estrategias de marketing para facilitar el crecimiento del nuevo modelo. Pero lo que nunca podrá borrar es el recuerdo de aquellas primeras partidas al Tetris, cuando los bloques bajaban a velocidad endiablada ante nuestros ojos. O cuando Mario consiguió rescatar por primera vez a la princesa de las garras de Bowser. Momentos inolvidables grabados en la memoria colectiva de una consola que marcó a una generación que creció junto a ella; más de 60 millones de Game Boy vendidas en todo el mundo atestiguan su popularidad.

La Game Boy en su color original, gris, y en amarillo.
La Game Boy en su color original, gris, y en amarillo.

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