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Coches diseñados para obedecer la voz del conductor

El reconocimiento de voz es, en teoría al menos, un alivio de los interfaces máquina-humano frustrantes para la mayoría de los conductores

Los sistemas de reconocimiento de voz son ahora frecuentes en los vehículos de lujo, una alternativa a las teclas, las palancas y las pantallas táctiles que controlan los sistemas de entretenimiento y los dispositivos de navegación por satélite. El reconocimiento de voz es, en teoría al menos, un alivio de los interfaces máquina-humano frustrantes para la mayoría de los conductores. Ya hay programas para ordenadores, como Dragon NaturallySpeaking, fabricado por Nuance Communications, y Via-Voice, de IBM, que permiten que un PC escriba al dictado. Pero hasta ahora los automóviles se ceñían a órdenes básicas.

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El reconocimiento del habla en los coches se ha retrasado por la cantidad limitada de memoria de los ordenadores de a bordo y las exigencias de procesamiento de los programas. Es necesario almacenar un amplio vocabulario en los discos duros y los procesadores tienen que funcionar con modelos de lenguaje complejos —combinación de lingüística y estadística— para interpretar lo que se dice. Los sistemas de navegación para coches como el Acura MDX, pueden responder a órdenes directas como "busca la gasolinera más cercana".

"La introducción de destino por voz (VDE, siglas en inglés) ha sido un gran avance", comenta John Watts, director de planeamiento de productos en Acura, una sección de Honda. De hecho, el navegador de Acura, con reconocimiento de voz derivado del programa ViaVoice de IBM, puede incluso hacer labores de secretaria, como buscar una dirección a partir del número de teléfono dictado por el conductor.

Pero a menudo los conductores descubren que tienen que aprender a usar las palabras correctas en el contexto correcto. Si se habla en inglés, decir "Traffic, please" en un momento inoportuno puede desconcertar a la mayoría de los sistemas. ¿Quería usted música del popular grupo de rock inglés de los setenta liderado por Steve Winwood o información sobre un posible atasco en su camino?

A medida que los costes disminuyen y la complejidad de los ordenadores de a bordo aumenta, las limitaciones informáticas van desapareciendo, dice Roberto Sicconi, director de integración de tecnología del habla en IBM Research. El programa de reconocimiento de voz desarrollado por IBM para coches "es ahora tan potente o más que ViaVoice en un ordenador de mesa" hace sólo seis años, afirma.

De acuerdo con Tom Freeman, cofundador de VoiceVox Technologies, el mayor problema para cambiar de un sistema a otro —entretenimiento y navegación, por ejemplo— usando lenguaje corriente ha sido conseguir que el coche entienda el contexto de lo que el conductor dice. VoiceBox trabaja en lo que denomina un motor de habla conversacional para coches que, afirma, estará listo en un año.

Para desarrollar sus capacidades de reconocimiento de voz integradas, VoiceBox colabora con empresas como IBM, Toyota y XM Radio. Aún así, incluso productos de reconocimiento de voz tan avanzados afrontan dificultades. Mientras que sonidos constantes como la carretera o el viento ya no suponen un problema, un ruido agudo y aleatorio puede despistar a un programa de reconocimiento de voz. No es sólo cuestión de mantener a los niños callados en el asiento de atrás. El golpe de una ventanilla al cerrarse o el chirrido de un limpiaparabrisas pueden distraer al ordenador. "El reto es fabricar un sistema rentable", comenta

Paul Liao, director tecnológico de Panasonic para Norteamérica. Panasonic, que tiene su propio programa de investigación dedicado al reconocimiento del habla, afirma que hay una compensación significativa entre coste y funcionamiento. "Puedes tener un 90% de precisión en el reconocimiento de voz", dice, "pero cuando oprimes una tecla consigues una precisión del 100%"

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