"No es fácil crear una empresa global desde Alcobendas"
El emprendedor argentino analiza los resultados y desafíos de la red de acceso inalámbrico FON un año después de su lanzamiento
El proyecto estrella del empresario argentino Martín Varsavsky, la comunidad inalámbrica FON, celebra hoy un año de existencia. Doce meses después de recibir el impulso financiero del capital riesgo y el respaldo de Google o Skype, el proyecto ha logrado un cuarto de millón de usuarios registrados, ha distribuido más de 100.000 routers por varios países de Europa, América y Asia, y emplea ya a un centenar de personas. Pero aún quedan acuerdos por cerrar con operadoras y fabricantes, y hay que garantizar que quienes paguen por acceder a Internet con esta red tienen cobertura. En ello trabajarán en 2007.
Hoy es día de celebración para los miembros de FON, que esta noche celebran en un teatro de Madrid su primer aniversario, pero durante la mañana se sigue trabajando. Varsavsky atiende a ELPAIS.com ausentándose durante unos minutos de la reunión de los coordinadores del proyecto en los diferentes países del mundo en que está presente. A muchos de ellos el empresario ya les conocía en persona, pues el año pasado recorrió medio mundo para promocionar FON. "No es fácil iniciar una empresa global desde Alcobendas", afirma.
En diciembre de 2006, el emprendedor argentino viajó a Asia para presentar el proyecto en Japón, Corea del Sur, Hong Kong y China, y sus primeras palabras son para ese continente: “los asiáticos van a dominar el mundo”, afirma. “Tienen otro concepto del trabajo, el sector de los distribuidores está allí mucho más fragmentado, las ‘foneras’ se venden en muchas tiendas mientras que aquí tienes que negociar con tres o cuatro grandes cadenas”.
La ‘fonera’ es el router de FON, el aparato con el que sus usuarios pueden compartir la red inalámbrica de su casa o negocio con otros internautas. La compañía ha distribuido más de 250.000 en todo el mundo, siendo Alemania el país que más `foneros? acoge, seguido de España, Estados Unidos, Suecia, Corea, Japón, Francia, Italia y Hong Kong. En un principio se usaban routers adaptados a FON con un software descargable desde internet, pero desde mediados de 2006 la compañía tiene su propio hardware, que permite ofrecer dos redes diferenciadas, gestionar el ancho de banda que se comparte y eliminar el proceso de descarga.
En busca del acuerdo con las operadoras
Muchos de estos dispositivos se han entregado de forma gratuita para extender la red rápidamente, y parece que el objetivo se ha cumplido. La compañía asegura ser la mayor comunidad de acceso inalámbrico del mundo, y ha multiplicado por tres su número de usuarios desde octubre del año pasado.
El camino hacia la rentabilidad incluye, no obstante, una buena lista de tareas pendientes para 2007. Varsavsky explica que “en primer lugar, debemos trabajar nuevos acuerdos con las operadoras, para que cuando entreguen routers a sus clientes integren la tecnología necesaria que permite que, además de su red privada, puedan compartir la conexión con los ‘foneros’ en otra red”. FON insiste en que su iniciativa no compite con los proveedores de acceso, sino que supone un apoyo para ellos, y de hecho ha firmado ya acuerdos con operadoras como Neuf en Francia, Labs2 en Suecia o Interroute en Alemania.
Pero la tecnología que permite ofrecer dos redes al mismo tiempo, una pública y otra privada, no está presente en muchos de los routers que distribuyen las operadoras. Ahí reside otro de los desafíos para FON, lograr que los fabricantes incluyan esta tecnología. Varsavsky señala que en los próximos meses también realizarán esfuerzos para llegar a acuerdos de distribución e incentivar el uso de mejores antenas, de forma que la señal de Internet que distribuyen sus asociados llegue más lejos y tenga mejor calidad.
Con todo ello, FON espera cerrar el año con medio millón de ‘foneras’ en todo el mundo, lo que en España significaría alcanzar una densidad de un punto de acceso por cada 1.000 habitantes, cuando en la actualidad es de uno por cada 10.000. ¿Cuántos de esos routers se utilizan realmente para ofrecer acceso a Internet a otras personas? Varsavsky estima que dos de cada tres se activan casi de inmediato, y que para que el resto cumpla su función en la red de acceso inalámbrico es necesario que la empresa realice una tarea de impulso.
Los proyectos del emprendedor inversor
Varsavsky dedica actualmente el 90% de su tiempo a FON, pero no deja de lado sus labores de apoyo a otras iniciativas, en las que en algunas ocasiones se convierte en inversión minoritario. “El dinero que yo pueda poner es a menudo menos relevante que el consejo o asesoramiento que pueda intercambiar con otros emprendedores, pues ellos también me dan muchas ideas para FON”, señala.
La lista de proyectos en los que anda metido es larga, e incluye a algunos de los más destacados del momento, como el sistema de televisión a través de Internet creado por los fundadores de Skype, Joost, o el servicio de indexación y búsqueda en blogs Technorati, en el que los internautas pueden bucear por los contenidos de más de 60 millones de páginas.
Pero no todos son tan conocidos. Varsavsky afirma que lo importante es llegar a invertir en una buena idea “antes de que llegue la primera ronda de financiación”, y explica que para decidirse a invertir lo primero que hace es probar el servicio, luego conoce el perfil de la persona que hay tras de él y finalmente revisa las oportunidades de crecimiento. Si el análisis resulta satisfactorio, participa en la financiación de la iniciativa.
La larga cola del vídeo
Joost no es el único proyecto relacionado con el vídeo en Internet en el que ha invertido el que fuera fundador de Jazztel, pues también ha puesto dinero en vPod, un sistema “similar a YouTube pero que es más amable con los creadores, que se dirige no tanto a quienes desean tener grandes audiencias sino que está más interesado en herramientas que le permitan editar el vídeo, vPod mejora la experiencia para el creador”.
El desarrollo en este mercado será, según Varsavsky, como el de los portales, pues existe una “larga cola” - en referencia a las tesis del libro The Long Tail en el que Chris Andersson sostiene que Internet da salida a una larga lista de productos que no tienen visibilidad en la distribución tradicional- en la que poco a poco se irán cubriendo los diferentes nichos de mercado. “Veo un sector multiplataforma, aunque no creo que YouTube/Google pierda su papel de líder como proveedor de vídeo de baja calidad, corto y muy entretenido”.
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