“No se le puede exigir nada a la tecnología, sólo a las personas”

Fuerte, enérgica y tenaz, LaMari sigue al frente de Chambao. De sus tres miembros originales, sólo la cantante malagueña continúa con el proyecto de una banda que ha revolucionado con su flamenco chill el concepto de fusión musical. Mujer actual y consciente de los procesos a los que está sometido el mundo del siglo XXI, se atreve a opinar sobre el desarrollo tecnológico y sus consecuencias.

“No se le puede exigir nada a la tecnología porque es impalpable, sólo a las personas que investigan, para que las aplicaciones científicas estén destinadas a una buena causa y no tengan un doble filo”, afirma LaMari, con la convicción de que sin un cambio de mentalidad que implique una mayor conciencia de los graves problemas que acechan a la sociedad, la evolución tecnológica únicamente servirá para incrementar el poder de los ricos.

Sin embargo, LaMari confiesa que formar parte de la revolución de las máquinas es ineludible, así que se ha apuntado a la locura del móvil, que utiliza “todos los días a todas horas”, y espera sustituir en breve su reproductor MP3 por un Ipod, uno de los regalos que incluirá en su carta a los Reyes Magos.

Si tuviera que dar consejos prácticos, la artista no lo duda: “Haced copias de seguridad. Un antiguo productor perdió todo el trabajo que habíamos hecho y tuvimos que empezar desde el principio por no haber hecho una copia de seguridad. Por supuesto, ya no trabaja con nosotros”. Aconseja, además, prestar atención a la hora de mandar un e-mail: “Una vez me equivoqué de destinatario. Quería escribir a una persona para dar ciertas órdenes sobre otra sin que ésta se enterase, pero no me di cuenta y al final se lo mandé a quien no debía y se enteró de todo”.

Chambao acaba de editar Caminando 2001-2006, un recopilatorio que reúne todo lo publicado por la formación en sus cinco años de vida y que supone un “punto y aparte en la historia del grupo”, que a partir de ahora caminará de la mano de LaMari.