Locos por la "pesetrés"

Demanda explosiva

Las colas de miles de fanáticos deseando hacerse con una PS3 en Estados Unidos están dejando pequeño lo que vimos la semana pasada en Japón. Y las ansias por hacerse con una de estas consolas, que muchos califican como un equipo de altísima tecnología casi regalado por Sony, están haciendo que aparezcan en las casas de subasta las primeras de reventa. Y eso, a dos del lanzamiento de la Wii de Nintendo. Desde luego, parece que los consumidores norteamericanos habían ahorrado para estos lanzamientos.

Como Maya, pero en plan asesino

Si juntamos los términos robot, biotecnología, nanotecnología e israelí, se nos pueden pasar todo tipo de maléficos ingenios por la cabeza. Y algunos de ellos empiezan a hacerse realidad. Como la “abeja biónica” (es en serio, se llama así). Vuela, y puede servir para localizar objetivos, como lanzadores de cohetes de la milicia Hizbolá en el sur del Líbano, o para matar a alguien. Menos oscuro es el anuncio de un robot, nada que ver con el anterior, que sabe adaptarse a las heridas. Tiene cuatro patas, y camina con ellas a la perfección. Si le arrancan una, aprende (en el sentido literal) a manejarse con sólo tres. Lo genial del asunto es que esta capacidad de decidir sobre la marcha permitirá en el futuro a otros robots adaptarse a escenarios imprevistos, sin que el “Gepepeto” de turno tenga que estar vigilándole y resolviéndole los problemas.

Nanotubos de la edad Media

Completamos el repaso diario con noticias como la que nos cuenta cómo los creadores de gusanos utilizan una nueva estrategia: parchear los parches que tapan agujeros de seguridad en Windows. Si hasta ahora esperaban a que Microsoft emitiese sus actualizaciones mensuales para lanzar sus bombas virales, confiando en que la empresa tardaría casi un mes en neutralizarla, ahora se dedican a actuar sobre los propios parches que emite la empresa. También nos enteramos de que lo de los nanotubos no es tan nuevo como pensábamos (¡900 d.C!), y leemos un obituario del VHS. Descanse en paz.