"En Google no tenemos la exclusiva de las buenas ideas"

En un mundo conectado donde todo cambia a la velocidad de la luz, la esencia de la arquitectura básica de la Red, ideada por Vinton Cerf hace más de 25 años, sigue funcionando igual. Pese a ello, el vicepresidente y evangelizador de Internet en Google reconocía la semana pasada el congreso Fundamentos Web que hay partes del protocolo de comunicaciones TCP/IP que podrían mejorarse. Lo dijo a través de una videoconferencia, y ha respondido a nuestras preguntas a través del correo electrónico, no podía ser de otra manera con alguien a quien se considera padre fundador de Internet.

Entre 1976 y 1982 Cerf trabajó para la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados del Departamento de Defensa (DARPA, en sus siglas en inglés), donde su labor fue esencial para dar a luz TCP/IP, un protocolo de comunicaciones que hoy en día sigue siendo pieza fundamental del funcionamiento de Internet, aunque podría mejorarse. Durante su participación remota en Fundamentos Web -celebrado la semana pasada en Oviedo-, Cerf señaló que si hubiera creado un sistema de direcciones más potente no nos encontraríamos ahora con el problema de que éstas puedan agotarse. También lamentó que el sistema de comunicaciones que creó a finales de los setenta pueda permitir atacar un servidor por saturación.

Desde DARPA Cerf dio el salto a la de la compañía de telecomunicaciones MCI, donde durante cuatro años ocupó la vicepresidencia, que abandonó en 1986 para regresar en 1994. El año pasado Google anunció que esta leyenda viva de la Red pasaba a formar parte de su plantilla, un cambio de empleo con el que se muestra muy satisfecho. "Hemos tenido un gran año, el negocio se ha expandido rápidamente y hemos presentado muchos productos y servicios nuevos. Seguimos buscando la forma de hacer que la información pueda encontrarse más fácilmente. En MCI mi trabajo se centraba en la infraestructura de Internet, mientras que en Google el objetivo son las aplicaciones y la ecología de la información. ¡La verdad es que estoy muy contento de trabajar con aplicaciones después de emplear tantos años trabajando con la fontanería oculta de la Red!".

El protocolo de comunicaciones que Cerf creó, TCP/IP, es un estándar que se ha respetado, permitiendo que máquinas de todo el mundo se comuniquen entre sí de forma eficiente. Pero el respeto a las normas establecidas no siempre se logra porque según este pionero de la Red "las organizaciones comerciales buscan normalmente la diferenciación como forma de crear una ventaja frente a sus competidores". El problema es que "esas motivaciones actúan directamente contra la compatibilidad". "Históricamente, la demanda de interoperabilidad por parte de los usuarios ha derrotado los intentos de imposición de normas propias, pero eso no evita que existan periodos de tiempo en los que el uso de tecnologías incompatibles o la violación de los estándares haga que varias aplicaciones sean incapaces de trabajar juntas".

La información que llega del espacio

El trabajo en el buscador no impide a Cerf continuar con uno de sus más grandes desafíos, el desarrollo de la Internet interplanetaria, esto es, un sistema de comunicaciones que permita el intercambio de datos entre la Tierra y sistemas informáticos situados fuera de ella, utilizando para ello múltiples nodos de comunicaciones, las señales de radio y el láser. Para lograrlo trabaja desde hace años con la NASA como científico colaborador. En Google, el creador de parte de la arquitectura básica de la Red ha tenido la posibilidad de trabajar este año con una herramienta que también utiliza información llegada desde el espacio, Google Earth, que permite visitar el mundo a vista de pájaro gracias a imágenes tomadas desde satélites.

No tarda en mencionarlo cuando se le pregunta por las tecnologías de posicionamiento y las posibles consecuencias de su popularización. Cerf explica que "el acceso móvil a Internet ha incrementado el interés por la información clasificada geográficamente". En paralelo, destaca el crecimiento de las herramientas colaborativas online, que permiten ofrecer todo tipo de datos. Una de ellas es Google Earth, que "ha disparado el flujo de información que los internautas vuelcan en la Red, datos sobre lugares a los que ir y sobre qué hacer allí. Los científicos también están haciendo un uso intensivo de este programa para aportar información que está correlacionada por su localización". ¿Cómo afectará el geoposicionamiento a la intimidad? Cerf pone lo positivo y lo negativo de estas tecnologías en la balanza y parece decantarse por los beneficios. Admite que "permiten a algunos dispositivos realizar un seguimiento de dónde están o han estado", y "aunque esto podría afectar a la privacidad es justo decir que la información que aportan tiene un valor considerable para los usuarios".

Google permite en muchas otras herramientas que programadores que no pertenecen a la compañía, así como otras empresas utilicen su infraestructura, una política que Cerf considera positiva, incluso cuando nuevos productos son creados por potenciales competidores. "Consideramos que la creatividad está en todas partes y que no tenemos la exclusiva de las buenas ideas, por eso damos la bienvenida al crecimiento de Google que procede de las contribuciones al panorama intelectual que realizan los clientes y los usuarios".

"EE UU no tiene derecho de veto en ICANN"

Por otra parte, Cerf compagina su labor en Google y la NASA con sus actividades en uno de los órganos de gobierno de la Red, la Corporación para la Asignación de Nombres de Dominio (ICANN en sus siglas en inglés). Desde 1999 está presente en la dirección de esta organización sin ánimo de lucro -encargada de organizar el sistema de direcciones y dominios de Internet- y hasta 2007 ocupa el cargo de presidente, por lo que su opinión sobre los temas más polémicos que afectan a esta institución tiene especial relevancia. Uno de ellos, es el que aborda la independencia de ICANN.

Este organismo fue creado por el Gobierno de Estados Unidos en 1998 para que se encargara de algunas tareas que antes llevaba a cabo la administración de este país, vinculado con el desarrollo de la Red desde sus inicios. El ejecutivo estadounidense mantuvo pese a la creación de ICANN ciertos derechos de supervisión, algo a lo que según algunos países debería ponerse fin para conseguir un gobierno de la red más independiente, según se hizo patente en la última cumbre sobre la Sociedad de la Información, celebrada en Túnez el año pasado. Cerf es contundente acerca de la relación del este organismo con el Gobierno de EE UU, que según afirma "no tiene derecho a vetar las acciones de ICANN, creerlo es un malentendido muy serio. Lo que hace es revisar nuestras recomendaciones para asegurarse de que hemos seguido el procedimiento y que nuestras decisiones son coherentes con las normas".

Sobre la posibilidad de acabar con esa tutela y crear un sistema donde la participación de los Gobiernos fuera decisiva, como solicitaron China, Brasil o India en Túnez, Cerf explica que actualmente ICANN "se organiza en torno a un modelo donde el poder está muy repartido y que invita a la participación de todas las partes interesadas, incluidos los Gobiernos, a través del Comité Asesor Gubernamental. Situar a este organismo bajo la dependencia de, por ejemplo, las Naciones Unidas "conllevaría el riesgo de que sus decisiones puedan acabar politizándose por disputas entre Gobiernos que no tienen nada que ver con Internet o las responsabilidades de ICANN".

El caso es que el acuerdo entre Washington e ICANN sobre las competencias y funcionamiento del organismo caducaba hace una semana, y en su renovación -llevada a cabo el pasado 29 de septiembre- se incluyeron modificaciones que Cerf calificó como "un gran paso adelante que define una relación diferente con el departamento de Comercio". "El nuevo acuerdo pone en manos de la dirección de ICANN más responsabilidad sobre sus planes y objetivos. Según este acuerdo, otros países podrán llegar a un entendimiento similar con la organización, con lo que queda patente las intenciones del Gobierno de EE UU de completar la transición hacia una ICANN independiente en un plazo de tres años".

"Por un acceso a la Red abierto, público e igualitario"

Preguntamos a Cerf por otro asunto polémico de actualidad, el que se refiere a la intención de algunas operadoras de telecomunicaciones que quieren cobrar más a grandes compañías de Internet. Sostienen las operadoras que ciertos servicios, como el vídeo o la telefonía por la Red suponen un mayor gasto para ellas, por lo que las empresas que los sirven deberían pagar una mayor cuota por ofrecerlos. Esto acabaría con el modo en el que ha funcionado Internet durante los últimos quince años, una estructura "abierta, pública e igualitaria" que ha contribuido decisivamente a elevar el grado de innovación", afirma el vicepresidente de Google.

Cerf se detiene en este asunto para explicar que "algunos proveedores de banda ancha parecen estar construyendo modelos de negocio que convierten caminos de libre acceso en carreteras con peaje, lo que podría limitar el acceso a los innumerables destinos que existen en la Red que compiten con los que ofrecen las operadoras". En Estados Unido el debate sobre la llamada 'neutralidad de la Red' llegó hasta las más altas instancias políticas, donde se llegó a plantear incluso la posibilidad de adoptar una posición legislativa en defensa de la neutralidad de la red. Pero las normas propuestas "tenían fallos que podrían hacer esas legislaciones poco eficientes o incluso contraproducentes" y "no parece que ninguna ley sobre este asunto vaya a ser aprobada en lo que le queda de mandato a este Congreso".

En otros países, como España, empieza a oírse la voz de las operadoras hablando de cobrar más por otros servicios, como el intercambio de archivos a través de redes P2P, pero Cer no cree que el debate pueda solucionarse a través de una negociación global. "En general, me parece que debe ser abordado desde una perspectiva nacional, porque las propuestas sobre el cobro provienen de proveedores de Internet locales, el acceso igualitario y abierto a Internet debe ser asegurado por las leyes y costumbres nacionales".

Si, finalmente lo que triunfa son las posiciones de las operadoras, la decisión de cobrar más a determinadas empresas se convertiría según Cerf en "un obstáculo a los nuevos innovadores, que deberían afrontar nuevos costes que no serían capaces de afrontar. Incluso peor, a algunas compañías les podría gustar la idea de que pueden suprimir la innovación comprando toda la capacidad de acceso".