El futuro del poder en Internet se debate en Túnez
Los países pobres apuestan por el Fondo de Solidaridad Digital
La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), que se celebra del 16 al 18 de noviembre en Túnez, estará dominada por las polémicas sobre el control de internet ejercido por Estados Unidos y las amenazas de algunos países de crear un organismo propio de gestión del sistema.
La Unión Europea (UE), Brasil, China, India e Irán coinciden en cuestionar el control sobre internet de Estados Unidos, que supervisa la gestión de direcciones electrónicas, poniendo en evidencia el poder que significa tener la posibilidad de bloquear un día el acceso a todos los sitios de la red en cualquier país o impedir el envío de todos los mensajes electrónicos del mundo.
Las conversaciones previas a la cumbre de Túnez realizadas en Ginebra en octubre pasado sobre la regulación del tráfico digital del siglo XXI concluyeron sin acuerdo, ya que Estados Unidos se niega a ceder su control exclusivo a un organismo internacional.
Sin embargo, aunque a muchos usuarios les desagrada el control que ejercen los norteamericanos a través del ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers), que autoriza el uso de nombres de dominio, temen que una intervención de Naciones Unidas conduzca a una politización de internet.
La posición estadounidense consiste en defender al ICANN, un organismo privado sin fines de lucro cuya sede se encuentra en Los Ángeles (oeste de Estados Unidos), como garante de la seguridad y la estabilidad de internet. La actividad del ICANN se lleva a cabo bajo el control del ministerio de Comercio de Estados Unidos según un contrato que expira en septiembre de 2006.
Mientras continúa la polémica sobre el control de internet, muchos usuarios recuerdan que otros problemas importantes deben ser resueltos, como la eliminación del 'spam' o correo basura, la lucha contra los delitos cibernéticos y el robo de identidad.
Fondo de Solidaridad Digital
Los países pobres abogarán por la expansión del 'Fondo de Solidaridad Digital', un nuevo dispositivo destinado a sacar el máximo partido a Internet.
Los promotores de este proyecto elaborado hace tres meses presentarán su primera gran aplicación concreta: se trata de la financiación de un enlace vía satélite entre hospitales de Burkina Faso y Burundi destinado a ayudar al diagnóstico y al entrenamiento del personal sanitario, sobre todo en el tratamiento del Sida.
"El Fondo es muy joven, necesita todo el respaldo posible a todos los niveles. El sector privado es un poco tímido, todavía no se ha comprometido seriamente", declaró Elena Ursache, una de las responsables de la iniciativa. El Fondo de Solidaridad Digital, cuya sede se encuentra en Ginebra, ha recibido hasta la fecha 5,5 millones de euros.
Los participantes deben entregar 300.000 euros en el momento de su adhesión, pero una de las ideas del Fondo es establecer una contribución de 1% del total de las inversiones en equipos informáticos que haga cada uno de sus miembros.
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