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Una pequeña empresa acusa a Microsoft de borrar correos comprometedores

Burst considera que el gigante de Redmond le ha robado una patente de vídeo digital

Los diferentes, y múltiples, procesos judiciales en los que está inmerso Microsoft le provocan incluso problemas de espacio. Una pequeña compañía de software, Burst, ha denunciado a Gates por destruir los correos electrónicos comprometedores que iban a usar como prueba en un proceso judicial por robo de patentes. Pero en Redmond se han justificado argumentando que, si no destruyesen periódicamente algunos correos se quedarían sin espacio para almacenar datos.

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Hace un par de años Burst denunció a Microsoft por robo de patentes y por prácticas monopolísticas. Tras una serie de reuniones, el gigante del software empezó a utilizar su tecnología de vídeo digital 'Corona' cuya patente estaba en manos de Burst.

La pequeña empresa acudió a los tribunales argumentando que los hombres de Gates intentaron patentar el programa tras una infructuosa reunión entre ambas compañías. Pero Microsoft no se quedó aquí, además modificó el sistema operativo Windows para que no pudiese funcionar la versión original de 'Corona'.

Esta versión es evidentemente negada por los abogados de Microsoft que aseguran que "carecen de fundamento" ya que el programa en disputa "se basa en el propio trabajo de investigación de Microsoft".

Y aquí es cuando entran en juego los correos electrónicos. Según Burst, Microsoft ha borrado el intercambio de mensajes entre ambas empresas con el fin de que no se puedan sumar al dossier de la investigación judicial.

La pequeña empresa asegura que algunos de los correos destruidos formaban parte de la investigación y que han sido "borrados" ya que eran comprometedores para la defensa de Microsoft.

Desde Redmond no niegan que se hayan borrado algunos correos pero alegan que fueron destruidos por un contratista externo que lo hizo por error. Su defensa va más allá y aseguran que les es absolutamente obligatorio purgar "cada 30 días" sus servidores de correo para evitar que se saturen.

Ya en enero de 2000 un directivo del gigante mandaba el siguiente mensaje a sus directivos: "Esto no es algo que ustedes puedan decidir. Se trata de la política de la compañía", escribió. "No archiven su correo. No sean tontos. Purguen cada 30 días".

En esta directriz de empresa se escudan los abogados de Microsoft para además asegurar que Burst se agarra al asunto de los correos para montar su defensa ya que tienen el caso perdido.

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