Caña musical (y de la otra) en el barrio
En uno rapeas con un micrófono y en otro repartes leña. Get on da mic y Def jam: fight for Ny, Dos juegos que llevan el hip-hop a las consolas.
Leer en alto: "I said a hip-hop the hippie the hippie to the hip hip-hop, a you don't stop the rock it to the bang bang boogie say up jumped the boogie to the rhythm of the boogie, the beat". Ahora más deprisa, al ritmo, con las letras desapareciendo de una pantalla, un micrófono en la mano y la otra en alto. El rapaoke no es para cobardes. En Get on da mic el objetivo es cantar y, sobre todo, conseguir encajar sin trabarte 40 temas hip-hoperos, como el clásico Rapper's delight de Sugar Hill Gang con cuya versión obtuvieron un gran éxito estival las chicas del Aserejé.
Si eliges el modo historia arrancas como un pardillo, rapeando frente al espejo. Luego pruebas suerte en las calles, los tugurios. A medida que ganas reputación podrás rimar cada vez ante más gente, hasta llenar estadios, grabar tu vídeo en un jacuzzi con nenas en paños menores, etcétera. La finalidad, aparte de mejorar tu flow, es ganar pasta para adquirir tatuajes, collares de diamantes que deletrean tu nombre, un cochazo para fardar o el boombox más morrocotudo del barrio.
El juego también tiene un modo freestyle, ideal para practicar tus propias rimas sobre una base y, como es compatible con la cámara Eye Toy, también puedes ver cómo quedan tus posturitas en pantalla. Incluso puedes enzarzarte en slams, batallas poéticas, con otros jugadores y esperar a ver a quién quiere más el público.
Conseguir que la parroquia reaccionase a la actuación del jugador, silbando si lo hace mal, o animando con las manos en el aire si clava los tiempos, fue una de las mayores dificultades del proceso de desarrollo, según el productor Mike Betti. "Pero sin duda lo más duro fue conseguir las licencias musicales", explica por correo electrónico. Respecto a otros estilos, "resulta especialmente difícil obtener los derechos para el rap dado el uso liberal del sampling y el gran número de artistas que colaboran en un solo tema", continúa, "y el hecho de que muchos de estos temas sean, además, grandes éxitos, no facilita las cosas". En la selección de la banda sonora se procuró, según Betti, "apelar tanto a los fans de la vieja escuela como a los seguidores de los mcs más populares del momento". Para los primeros, himnos como Nothing but a g thang (Dr. Dre), Don't believe the hype (Public Enemy) o Gin and juice (Snoop Doggy Dog). Para los segundos, Get your freak on (Missy Elliot), Fix up (Dizzee Rascal) o Beware of the boyz (Panjabi MC con Jay Z).
Comparado con otros juegos de cantar, como el reciente Sing star, Get on da mic asume que no es un producto para todo el mundo. No es lo mismo tararear mal que bien una juguetona melodía pop, que rapear a toda velocidad y siguiendo la claqueta un tema de cinco minutos con decenas de versos que no se repiten. Pero el respeto cuesta, hermano.
Betti, el productor, afirma sin tapujos que el público objetivo del juego es, básicamente, "cualquiera a quien le mole el rap".
Para alegría de esos mismos aficionados sale a la venta Def Jam: Fight for NY, secuela del Vendetta. Un juego de lucha urbana que retrata el supuesto mundo de las bandas callejeras y el hip-hop underground (versión Hollywood). En vez de en cuadriláteros, los combates tienen lugar en descampados, billares, aparcamientos, desguaces o estaciones de metro desperdigados por la Gran Manzana. Y las esca-
ramuzas, en vez de por reglas pugilísticas, se rigen por el todo vale. ¿Qué incluye el todo vale? Agarrar una botella o un taco de billar y partírselo en la crisma al contrincante, o empujarle al público para que lo sujeten mientras te cebas con su estómago.
En el juego aparecen los álter ego digitales de más de 40 artistas de hip-hop (Busta Rhymes, Flava Flav, Ice T, Lil' Kim, Method Man, Snoop Dogg), y otros héroes urbanos como la pin up Carmen Electra o el multitalentoso rockero Henry Rollins. También puedes crear tu propio luchador y maquearlo con tatuajes, alhajas, redecillas de pelo... Pero sobre todo está la música. No en vano el nombre le viene al juego del sello discográfico de rap Def Jam, que pone la banda sonora. Además de los antes mencionados, OutKast, LL Cool J., Freeway, Big Daddy Kane, Sticky Fingaz, Redman... ¿Tienes la actitud?
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