Juan Soto pide un impulso al sector tecnológico en los presupuestos de 2005

Juan Soto, presidente de la comisión de estudio que sirvió de base al programa España.es, dijo ayer en el X Encuentro del Sector de las Telecomunicaciones que España ha pasado del lugar 5 al 11 en la UE en tecnologías de la información, por lo que pide la complicidad de todos los partidos para impulsar el desarrollo del sector, para el que también solicita un respaldo en los presupuestos de 2005.

Juan Soto, experto en tecnologías y presidente de honor de HP, insistió durante su intervención en el encuentro organizado por IESE en que España progresa en administración electrónica o banda ancha, pero que otros países lo están haciendo más deprisa y pidió. Soto avanza además que en los próximos meses habrá un espectacular aumento de la banda ancha, pero advirtió que lo importante es que haya un incremento de usuarios. Soto afirma que el avance de la Sociedad de la Información no va lo suficientemente rápido, por lo que ha perdido posiciones respecto a Europa en 2003.

El director general de Desarrollo, Planificación y Regulación de Telefónica, Luis Lada, intervino en el mismo panel que Soto, y pidió a la administración que permita que los operadores cumplan su misión en el mercado, para lo que debe diseñar una regulación que favorezca la inversión y la innovación.

La nueva regulación debería, según Lada, favorecer la competencia, eliminar el control de los precios finales, evitar que los precios de interconexión entre operadoras desincentiven la inversión en plataformas alternativas. También pide a la administración una normativa neutral con la tecnologías que se utilice, que proteja la propiedad intelectual y los datos personales y de seguridad a la información y a las transacciones.

Por su parte, el consejero delegado de Vodafone España, Francisco Román, también presente en este encuentro, afirmó que aunque las cifras que se dan sobre la penetración de la telefonía móvil en España rozan el 90 por ciento, las cifras reales de usuarios, no de tarjetas, alcanza entre el 67 y el 68 por ciento de la población. Reiteró que la mayor amenaza a la telefonía móvil es la dificultad al despliegue de su red y que si no se resuelve el problema puede hacerse realidad la brecha digital.