Bush apuesta por potenciar la banda ancha bajando los impuestos y desregulando el sector
EE UU dispone de 23,5 millones de conexiones de alta velocidad a Internet
El presidente de EE UU ha pedido, en su primer discurso dedicado a las nuevas tecnologías, una reducción de las diversas regulaciones sobre banda ancha y la desaparición de los impuestos que gravan el acceso a Internet. Bush ha lamentado en Minneapolis que su país esté sólo en el décimo puesto mundial de implantación de banda ancha y acceso a Internet a gran velocidad.
George Bush tiene clara la receta para lograr dar un "empujón" la ránking: " Si queremos implantar la banda ancha en toda la sociedad el Congreso debe prohibir los impuestos de acceso a esta tecnología".
El presidente apuesta claramente por la reducción de las normas legales y pide "limpiar la maleza de la regulación" para que "América sea mejor".
Su disertación coincide con el inicio del debate en el Senado de los Estados Unidos sobre si se debería renovar o hacer permanente una prohibición que obstaculiza a los gobiernos locales o estatales imponer impuestos en el acceso a Internet. Pese a que la anterior prohibición expiró en noviembre, hasta ahora ningún estado ha implantado impuestos.
Ahora mismo hay alrededor de 23,5 millones de conexiones de alta velocidad a Internet en EE UU, la mayoría están contratadas por particulares o pequeñas empresas. Unos 13,7 millones de consumidores tienen contratado este servicio a través de operadores de cable por unos 40 dólares mensuales.
La Comisión Federal de Comunicaciones ya ha intentado en alguna ocasión reducir la presión normativa sobre la banda ancha pero no siempre ha logrado sus objetivos.
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