El secreto de la extinción de los dinosaurios se esconde en un instituto
Una competición para jóvenes de menos de 18 años en EE UU premia varios proyectos científicos de nivel profesional
La conexión a Internet de su ordenador irá más rápida. El arroz crecerá diez días antes en el delta del Ebro. Y por si esto fuera poco, su teléfono móvil gastará menos batería y ganará cobertura. Éstos y otros avances serán posibles gracias a los investigadores del futuro, que aún no tienen ni 18 años, pero que ya apuntan maneras, según ha podido verse en la competición de ciencia para alumnos de instituto celebrada en Estados Unidos.
Chicos y chicas de todo el país han participado en este evento con proyectos que van de la genética o la biología hasta la matemática pura, y que según un jurado de expertos han alcanzado un nivel profesional. "Me tienen asombrado, son sencillamente increíbles", ha afirmado Joel Spencer, un profesor universitario y juez de la competición de matemáticas, ciencia y tecnología Siemens Westinghouse. Muchos de los finalistas verán además sus trabajos publicados en las más prestigiosas revistas científicas.
Dinosaurios y agujeros negros
Además de mejoras en la velocidad de conexión a Internet, los finalistas han trabajado en mejorar la efectividad de fármacos antibacterianos, han hallado mejores formas de conservar la energía, o han investigados los agujeros negros o más de 700 fósiles en busca del origen de la extinción de los dinosaurios.
Un ejemplo. Juliet Girard y Roshan Prabhu han ganado una beca de 100.000 dólares (más o menos la misma cantidad en euros) por un estudio que identifica los genes que permiten a una planta de arroz crecer más rápido que las que le rodean. Los dos estudiantes han desarrollado una base genética del arroz, y han identificado dos segmentos de su código que hacen que la planta florezca diez días antes de lo normal.
Con esta información, los ingenieros genéticos podrán desarrollar una nueva especie de arroz que tarde menos en crecer, que podrá ser plantada por los granjeros para recolectar antes sus cosechas, de forma que puedan plantar más grano y en climas más fríos.
Cuaderno y lápiz para descifrar un secreto
El premio gordo se lo ha llevado sin embargo Steven Byrnes, un chaval que ha estudiado un juego para dos personas llamado Chomp. Con tan sólo un cuaderno y un lápiz, este chico ha detectado varias pautas entre los millones de resultados posibles, lo que podría ser usado entre otras cosas para que los teléfonos móviles consigan cobertura con menos esfuerzo y más efectividad.
La estrella invitada en este evento ha sido Craig Venter, cabeza visible del grupo Celera Genomics, que ha contribuido a descifrar el mapa genético humano. Venter ha felicitado a los chicos por su trabajo, resaltando como su esfuerzo permite instalar a su país en un clima de constate innovación. El científico ha contrapuesto además su entusiasmo con la situación que él mismo vivió durante su etapa en el instituto, cuando los profesores le decía que ya no quedaba nada por inventar.
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