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Aplazada la puesta en órbita del nuevo Arianne 5 por una avería

La nueva lanzadera, que tiene una capacidad para 10 toneladas, es la apuesta de la compañía europea Arianespace , líder en el transporte de satélites, para hacer frente a la nueva competencia

El lanzamiento del mayor contenedor espacial, la nueva lanzadera Ariane 5, con capacidad de transportar hasta 10 toneladas, ha sido aplazado esta madrugada. La versión reforzada de la popular lanzadera es la esperanza de la sociedad europea Arianespace, su apuesta para hacer frente a la competencia de Estados Unidos en la guerra de los satélites comerciales.

A partir de las 22.21 GMT de ayer (23.21, hora española), estaba previsto el despegue del nuevo Ariane-5, y con él gran parte de las esperanzas del constructor europeo por mantener la supremacía en el mercado de las lanzaderas, amenazada desde el otro lado del Atlántico, pero también desde Rusia, Japón, China o, incluso, la India.

El lanzamiento no podrá practicarse hasta "después de varios días", según ha declarado a la prensa el director general del Arianespace, Jean Yves Le Gall, que no ha podido esconder su decepción.

"No hubo lanzamiento abortado", ha añadido, "a pesar de lo que pudieran haber pensado los testigos, ya que sobre las imágenes de vídeo se ha visto un inicio de combustión que provenía de los reactores de suelo pirotécnicos al activarse".

"Lo que ha pasado es que el motor Vulcano" del cohete no ha cumplido el orden de la secuencia y se ha parado "antes de que se pusiese en marcha el motor", ha añadido Le Gall, para el que este incidente es "poco habitual".

Reconquista del mercado

Olvidada ya la prioridad a la política de transbordadores espaciales, el Gobierno estadounidense ha desbloqueado un buen puñado de dólares para reconquistar el mercado del lanzamiento de satélites comerciales, en el que Arianespace ha reinado durante los últimos 20 años gracias a los cohetes Ariane 1, 2, 3 y 4.

Fruto de esta iniciativa, Lockheed Martin ha puesto a punto el Atlas-5, lanzado por primera vez el pasado 21 de agosto, capaz de subir al espacio 8,2 toneladas de peso y planea una nueva versión para 2006 con 13 toneladas de capacidad. Boeing, por su parte, probó con éxito el pasado día 20 el Delta-4, con idénticas capacidades al de Lockheed Martin, al que hay que sumar el Proton M ruso, y el Zenit, fabricado conjuntamente por Rusia y Ucrania, lo que aumenta la competencia que debe afrontar Ariane, que hasta ahora sólo era capaz de transportar 6,8 toneladas de peso útil. Para hacer frente a los nuevos retos, Arianespace tiene previsto equipar a su cohete con un segundo motor más potente, que le permitirá llegar hasta las 12 toneladas.

El cohete Arianne 5, momentos antes del aplazamiento de su lanzamiento.
El cohete Arianne 5, momentos antes del aplazamiento de su lanzamiento.EPA

Aumento de la rentabilidad

Para ser competitiva, la estrategia del fabricante europeo es clara: tener capacidad de poner en órbita dos grandes satélites en cada vuelo. De esta forma, la empresa pretende que los costes de cada lanzamiento sean compartidos por dos clientes, con el consiguiente incremento de rentabilidad.

Esta política persigue incrementar la competitividad de Arianespace, en un mercado en el que hay muy poco margen de maniobra, puesto que los precios del mercado de lanzamiento son bajos (unos 15.000 dólares el kilo, según el Centro Nacional de Estudios Espaciales -CNES- francés).

Como el mercado con más potencial es el de los satélites geoestacionarios (el 20% del total en los próximos ocho años), y éstos alcanzan casi las cinco toneladas de peso, los científicos de Arianespace se pusieron a trabajar en un cohete capaz de llevar al espacio diez toneladas.

A partir del más potente de los Ariane 5 existentes hasta el momento, los ingenieros europeos se concentraron en aumentar la potencia de la lanzadera, por lo que se instaló un nuevo motor, el Vulcain 2, más potente, lo mismo que los propulsores de ayuda. Todo ello ha dado como resultado un cohete ligeramente más pesado (775 toneladas frente a 747), más alto (57,3 metros frente a 53) pero, sobre todo, más potente.

En su puesta de largo de hoy, el Ariane-5 transportará dos satélites -el Hot Bird TM7 de Eutelsat y el experimental Stentor -que en conjunto alcanzan 5,5 toneladas de peso, por lo que los científicos le añadirán lastre para comprobar sus prestaciones.

Pero los economistas de Arianespace, en números rojos en los últimos dos años, también tendrán sus ojos centrados en la base de Kuru, ya que de esta apuesta dependen en gran parte las opciones de supervivencia del constructor europeo.

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