Un juez obliga al FBI a informar sobre 'Carnívoro'

Scarfo fue vigilado electrónicamente por el FBI y acusado de dirigir varios negocios de juego y préstamo ilegales pertenecientes a la familia Gambino, uno de los mayores grupos del crimen organizado estadounidense. Pero obtener las pruebas no fue fácil para los federales.

El acusado cifraba habitualmente sus archivos informáticos, lo que obligó al FBI a pedir una orden para entrar en su oficina e instalar en su ordenador un programa que registrara las teclas que Scarfo pulsaba. De este modo, consiguieron conocer las palabras que usaba como clave para cifrar sus archivos.

El programa usado es parte del sistema "Carnívoro", un conjunto de programas diseñados por el FBI para poder interceptar las comunicaciones a través de la red. Los abogados de Scarfo han pedido al juez que obligue al FBI a explicar el funcionamiento del programa registrador de teclas. Si este programa hubiera servido no sólo para registrar las teclas sino también para enviar la información obtenida a través de cualquier aparato -como un módem- el caso tomaría un cariz mucho más complicado, puesto que el FBI debería haber pedido una orden para interceptar las comunicaciones y no sólo una orden de registro.

El juez Politan, según una nota publicada ayer, tiene "serias dudas sobre si el registrador de teclas ha sido utilizado, intencionadamente o no, para interceptar las comunicaciones del acusado". De hecho, el juez Califica varias veces de "jerga enrevesada" el documento aportado por el FBI en el que se explican los resultados obtenidos por el programa espía. En este documento aparecen repetidamente las palabras "Re Pág" "Av Pág" "Inicio" "Fin", entre otras, que sólo reflejan, según el juez, las teclas pulsadas por el acusado, pero no el funcionamiento del programa. "Más extraño es que al final de este documento aparezcan, como conclusión, el usuario y la clave de Scarfo, sin más explicaciones" -prosigue la nota oficial- "Cómo se ha llegado a esta conclusión es algo que desafía la experiencia humana de este juzgado o la de cualquier humano que no esté implicado en el secreto".

Por su parte, el FBI sostiene que revelar la tecnología del registrador de teclas "podría poner en peligro la seguridad nacional", una razón que no parece convencer al juez, que ha pedido al Gobierno que, antes incluso de explicar el funcionamiento del registrador de teclas, explique también por qué motivo este acto "podría amenazar las operaciones presentes o futuras contra el crimen". Si estas explicaciones convencen a la sala, el juez podría reconsiderar su decisión de revelar el funcionamiento del programa.

El FBI tiene 10 días para presentar a la sala sus motivos, y hasta el 31 de agosto para entregar el documento que explique detalladamente cómo funciona su sistema de vigilancia.