Condenado a diez años de cárcel un sacerdote por agredir sexualmente a dos monaguillos menores en Madrid

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Un sacerdote de la parroquia Santiago Apóstol de Torrejón de Ardoz ha sido condenado a diez años de cárcel por agredir sexualmente durante siete años a dos monaguillos menores de edad. Los jueces de la Audiencia Provincial han acreditado que el cura abusó de ellos cuando se quedaba a solas en la sacristía de la parroquia. El acusado puede recurrir.

Mientras, un portavoz del obispado de Alcalá de Henares ha explicado a este periódico (que publicó el caso en mayo de 2022) que, tras recibir la denuncia por parte de los dos menores contra el sacerdote M. C. Z, inició un “un proceso penal administrativo canónico” que se resolvió el 31 de enero de 2024 “con la condena al acusado, por parte de la Santa Sede, a la pena perpetua de la suspensión del ejercicio público del ministerio sacerdotal y la retirada perpetua de la facultad de confesar”. Asimismo, informan que la diócesis “siente un profundo dolor ante el daño que esta situación ha supuesto para los menores ofendidos, para sus familias y para todas las personas afectadas. El obispo Monseñor Antonio Prieto Lucena se ha reunido con las víctimas”.

El anterior obispo, Juan Antonio Reig Pla, fue quien dio traslado a la Fiscalía de las denuncias recibidas por parte de los dos menores en 2022 y esta abrió diligencias y se querelló contra el sacerdote. El episcopado apartó, por su parte, al acusado mientras se desarrollaba la investigación canónica.

“El sacerdote investigado realizó tocamientos a dos menores cuando ambos eran monaguillos en la parroquia”, citaba en una nota de prensa la Fiscalía de Madrid en mayo de 2022. En el caso de uno de los menores las agresiones empezaron cuando este tenía 12 años y se prolongaron hasta que este dejó de ayudar en misa, pasó a formar parte del coro de la iglesia y dejó de pasar tiempo a solas con el acusado. Sobre el otro caso los episodios eran similares: “Tocamientos por encima de la ropa”.

Los abusos a dos de sus monaguillos, según han probado los jueces y recoge eldiario.es, empezaron en 2012 y se prolongaron hasta 2019, cuando uno tenía 12 años de edad y el otro tenía 14. El cura aprovechaba los momentos en que se quedaba a solas con ellos en la sacristía para agredirlos con tocamientos o intentando besarles. También abusó de uno de ellos durante un viaje de la congregación a Tierra Santa.

Además de la condena a 10 años de prisión, se ha impuesto una orden de alejamiento, libertad vigilada y la prohibición de trabajar con menores de edad durante 20 años más. La indemnización fijada es de 2.000 euros para cada víctima.