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El jurado declara culpable al hombre que asesinó y mutiló a su expareja en Marbella

La fiscalía y la acusación particular solicitan 19 años y medio de prisión, a la espera de que se dicte sentencia

Mujer decapitada en Marbella
Búsqueda de los restos de la mujer colombiana de 46 años a la que su expareja asesinó en Marbella (Málaga).Carlos Diaz Martin (EFE)

Leonel Herrera, el hombre de 45 años que confesó haber matado a su expareja y después cortado la cabeza y las manos antes de tirarla al mar, ha sido declarado culpable de asesinato y de quebrantamiento de condena de alejamiento. El jurado popular ha emitido esta mañana su veredicto, en el que considera probado que mató con alevosía a la mujer, Natalia, de 46 años, quien no tuvo manera de defenderse. Tanto la Fiscalía de Málaga como la acusación particular ejercida por la familia han solicitado 19 años y medio de prisión para Herrera, cuya defensa también ha estado de acuerdo en la pena. Supone seis menos que los solicitados al inicio del juicio celebrado en la última semana, pero las partes han tenido en cuenta la atenuante de colaboración del acusado, tanto durante la instrucción policial como en el juicio. La sentencia será dictada en los próximos días.

El jurado popular ha considerado probado que el 8 de enero de 2023 el acusado, de nacionalidad colombiana, pidió a un amigo que lo recogiera en una furgoneta de alquiler con la excusa de ir a hacer un trabajo juntos. Más tarde le indicó que primero debían pasar por una iglesia a la que su expareja, Natalia M., solía acudir en Marbella, donde todos residían. Habían mantenido una relación de seis meses, que ella había roto después de que él le propinara un cabezazo en la cara que le causó heridas y, de hecho, su denuncia acabó con una orden de alejamiento.

Haciendo caso omiso a la orden judicial, Herrera la encontró en el templo, habló con ella y luego la invitó a subir al vehículo para trasladarse a una zona más tranquila con el objetivo de conversar. El conductor los llevó hasta la playa Real de Zaragoza y se marchó. Leonel y Natalia caminaron por la zona y después mantuvieron relaciones sexuales entre las dunas. Justo después, el hombre la agarró por el cuello y la asfixió hasta la muerte. Más tarde le cortó la cabeza y las dos manos con un cúter, con el que también le practicó un corte en su abdomen. Finalmente, la lanzó al mar. Su cuerpo fue encontrado aquella tarde por un grupo de personas que se encontraban en un restaurante de la zona. Algunas subieron imágenes a las redes sociales, donde la hermana de la víctima los vio. Llevaba horas sin poder localizarla y pensó que podría ser ella. Acudió a comisaría para avisar a la Policía Nacional. La primera hipótesis apuntaba hacia un ajuste de cuentas entre bandas de narcotraficantes asentadas en la Costa del Sol, pero aquella información dio un giro a la investigación. De hecho, al día siguiente el hombre fue detenido por quebrantar la orden de alejamiento. Y mientras la Guardia Civil continuaba la búsqueda de los restos de la mujer en el mar, dos días más tarde terminó confesando los hechos y participó en una reconstrucción junto a los agentes. Entonces entró en prisión provisional, donde permanece a día de hoy.

Tanto la acusación particular como la fiscalía sostenían el mismo relato de los hechos en el juicio, que comenzó el miércoles pasado. Ambos subrayaban que la mujer fue atacada “sin posibilidad de defenderse”. Esta mañana el jurado popular les ha dado la razón. Así, ha determinado por unanimidad que el acusado es responsable de un delito de asesinato y otro de quebrantamiento de condena de alejamiento, como han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Los miembros del jurado han tenido en cuenta como agravante la alevosía de los hechos. Consideran que fueron premeditados con el argumento de que el hombre quiso ocultar pruebas al decapitar a la mujer y luego cortarle las manos, además de arrojar el cuerpo al mar. El pasado miércoles, en la primera sesión, el hombre reconoció que la había matado, decapitado y mutilado para después arrojar el cuerpo al mar. Entonces mostró su arrepentimiento, aunque aseguró que lo hizo sin premeditación. “Fue un impulso momentáneo”, aseguró.

La magistrada del caso dictará sentencia en los próximos días, que se ajustará a los 19 años y medio solicitados por las partes y aceptados por la defensa. “Es lo más previsible, no tiene por qué cambiar”, ha señalado Déborah Páez, abogada del despacho de Ricardo Álvarez-Ossorio, que ha acompañado a la familia durante el juicio. “A todos nos gustaría que se pudiera encerrar a alguien para el resto de su vida después de lo que hizo, pero con la ley en la mano hay que entender que este es el resultado. La familia así lo ha hecho”, ha apuntado Páez a EL PAÍS.

En lo que va de año, 39 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Desde que arrancó la estadística oficial, en 2003, son 1.283 mujeres.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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