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Empieza el juicio contra el hombre acusado de decapitar y cortar las manos a su expareja en Marbella

La Fiscalía de Málaga solicita 25 años de prisión para el autor confeso de los hechos, que lanzó al mar el cadáver tras mutilarlo con el objetivo de que dificultar su identificación

El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil durante la búsqueda de los restos de la mujer colombiana de 46 años en enero del 2023.
El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil durante la búsqueda de los restos de la mujer colombiana de 46 años en enero del 2023.Carlos Diaz Martin (EFE)

Durante la mañana del 8 enero de 2023, Leonel H., colombiano de 45 años, pidió a un amigo que le recogiera en una furgoneta que había alquilado con la excusa de hacer un trabajo juntos. Tras encontrarse, le indicó que primero le llevara hasta la iglesia donde su entonces expareja, Natalia M, compatriota de 46 años, acudía cada domingo en Marbella (Málaga), ciudad en la que ambos residían. Ella acababa de romper la relación que les había unido durante siete meses, pero él la convenció para que se subiera al vehículo con la intención de conversar en un lugar más íntimo. El conductor los llevó a la playa Real de Zaragoza y se fue. Ellos caminaron por la orilla y luego mantuvieron relaciones sexuales en una zona de dunas. Acto seguido, Leonel agarró por el cuello a la mujer y la asfixió hasta la muerte. Después le cortó la cabeza y las dos manos con un cúter, con el que también rajó su abdomen. Finalmente, la lanzó al mar.

Ese es el relato que defiende la Fiscalía de Málaga en el juicio que arranca este miércoles con la declaración del acusado en la Audiencia Provincial de Málaga y que se extenderá hasta el próximo miércoles 23 de octubre con la participación de decenas de testigos y agentes policiales, según la información del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). El ministerio público solicita 25 años de prisión —que el abogado Ricardo Álvarez-Osorio, en representación de la familia como acusación particular, eleva a 26— para el presunto autor, que confesó el asesinato ante la Policía Nacional tras su detención apenas un día después de cometerlo. También le pide otros nueve meses más por romper la orden de alejamiento que tenía vigente respecto a la víctima, con la que había mantenido una relación sentimental durante siete meses. Ella decidió dejarle en diciembre, después de que él le propinara “un cabezazo en la nariz que le causó lesiones” durante una discusión, según consta en la sentencia dictada por el juzgado de violencia sobre la mujer número 1 de Marbella. Éste condenó al hombre a 16 meses entre rejas, pena que conmutó por el compromiso de no comunicarse ni acercarse a ella a menos de 500 metros durante ese periodo. Pero aquel domingo 8 de enero quebrantó la orden de alejamiento. “Si lo hubieran dejado en la cárcel, ella estaría aún con nosotros”, lamentó entonces su sobrina, Karen Etayo, en un vídeo que publicó en redes sociales.

El cadáver de la mujer — formada como auxiliar de enfermería y que se había trasladado España en 2018 para trabajar como limpiadora y en el servicio doméstico— fue hallado pocas horas después de ser arrojado al Mediterráneo. Un grupo de personas que almorzaban en un restaurante en la Playa de las Cañas, en Marbella, llamó al servicio de Emergencias 061 al creer que había una persona que se estaba ahogando. Minutos después comprobaron que era un cadáver sin cabeza ni manos y un amplio corte en el abdomen. La primera hipótesis policial lo relacionó con algún ajuste de cuentas del narcotráfico, pero esa vía duró poco. Algunos testigos difundieron vídeos del cuerpo flotando en el mar y la hermana de la víctima los vio. No sabía nada de ella desde hacía demasiadas horas y, convencida, acudió a la comisaría a denunciar que esa era su hermana y alertaba de la reciente denuncia por violencia machista de su expareja. El hombre fue arrestado bajo la premisa de romper la orden de alejamiento. Horas después, acabó confesando los hechos en comisaría. Tras participar en la reconstrucción de lo ocurrido, el juez decretó su ingreso en prisión, donde continúa desde entonces.

Apenas cuatro días después de encontrar el cadáver, la Guardia Civil informó de que las pruebas de ADN practicadas al cuerpo confirmaban que era el de Natalia. El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) tardó varios días en encontrar la cabeza tras peinar concienzudamente el fondo marino con distintos medios acuáticos. Las manos fueron halladas en la orilla llevadas por el mar.

“Sin posibilidad de defenderse”

En su relato, la Fiscalía de Málaga sostiene que el hombre fue a la iglesia a conversar con la mujer y que la convenció de subir a la furgoneta “para irse a un sitio más íntimo a hablar”. El amigo del acusado, que ejercía de conductor, les llevó hasta el aparcamiento de la urbanización Lunamar, a las afueras de Marbella, y luego se fue para devolver el vehículo a la empresa de alquiler donde lo había obtenido. Leonel y Natalia caminaron por la playa y se detuvieron en unas dunas.

Al finalizar, “de manera sorpresiva y con expreso desprecio al sexo femenino de la víctima, la agarró por el cuello cuando se encontraba de espaldas, sin posibilidad de defenderse, logrando asfixiarla y que dejara de respirar al cabo de unos segundos, provocándole la muerte”, según el relato fiscal. Luego, con el objetivo de que no pudiera ser identificada, la decapitó, la mutiló, la rajó y echó el cuerpo al mar. Ella tenía dos hijos de 22 y 27 años, que residían en Colombia, donde también viven sus dos hermanos. Ese mismo 8 de enero de 2023 otras tres mujeres fueron asesinadas.

El fiscal solicita 25 años de prisión para el hombre por un delito de asesinato, así como nueve meses más por el quebrantamiento de la condena de alejamiento sobre la que era ya su expareja. Además, solicita indemnizar con 52.000 euros a cada uno de sus hijos, 15.600 a un hermano y 20.883 al otro. El conductor de la furgoneta, que también fue detenido por la Policía Nacional, quedó en libertad bajo fianza. Y finalmente no será juzgado porque se estima que no participó ni sabía de los hechos.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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