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Los parisinos aprueban triplicar la tarifa de aparcamiento de los vehículos todoterreno SUV

En una consulta con bajísima participación, la ciudad decide limitar la presencia de estos coches para bajar la polución y ganar espacio y seguridad

Una mesa electoral de la consulta en París para elevar las tarifas de aparcamiento a los SUV.
Una mesa electoral de la consulta en París para elevar las tarifas de aparcamiento a los SUV.MOHAMMED BADRA (EFE)
Marc Bassets

Los parisinos han decidido este domingo, por una margen reducido y en una consulta con una participación ínfima, limitar la entrada a la ciudad de vehículos SUV, modelos similares a un todoterreno cuyas ventas se han disparado en años recientes. La victoria del sí, una vez la haya ratificado el Parlamento municipal, significa que, para estos automóviles, la tarifa de aparcamiento se triplicará.

Pero la norma contará con excepciones. Se aplicará a los foráneos. Los residentes en París podrán seguir aparcando al precio habitual en las zonas que tienen asignadas en el distrito donde residan.

París es una capital que se ve como un modelo para otras ciudades en políticas ecologistas como la construcción de carriles bici y la reducción del espacio para el automóvil. Al impulsar la votación, la alcaldesa socialista Anne Hidalgo quería reducir la polución, mejorar la seguridad y ganar espacio público para peatones y medios de transporte no contaminantes.

“El voto ha demostrado que los parisinos y las parisinas estaban a la vanguardia de un movimiento que, si se confirmaba esta noche, iban a seguir muchas ciudades del mundo”, celebró Hidalgo. “Es un orgullo”.

Esta es la segunda consulta popular en menos de un año, después de que el pasado abril se aprobase prohibir los patinetes de alquiler. Para pronunciarse sobre los SUV, acudieron a las urnas un 5,7% del electorado y votaron a favor un 54,55%.

El margen de la victoria ―muy inferior al de la consulta sobre los patinetes, que fue de un 89%―y la participación también inferior —entonces fue del 7, 5%― pueden abrir un flanco a las críticas. A unos meses de que la ciudad acoja los JJ OO, crece el debate sobre la sucesión de Hidalgo en 2026.

En las calles más céntricas, entre los distritos 1 y el 11, aparcar una hora el SUV pasará de costar 6 euros a 18 (de los distritos 12 al 20, de 4 euros a 12). Quien llegue de fuera para hacer turismo o por motivos profesionales, pagará por seis horas en el centro 225 euros. La medida se aplica a los vehículos con combustible fósil o híbridos recargables a partir de 1,5 toneladas y a los eléctricos de más de 2 toneladas.

Los parisinos debían responder a esta pregunta: “¿A favor o en contra de la creación de una tarifa específica para el aparcamiento de los coches individuales pesados, voluminosos, contaminantes?”

“Es una perogrullada”, se quejó en la cadena France Info Pierre Chasseray, portavoz de la asociación 40 Millones de Automovilistas. “Piden a los parisinos si están de acuerdo con hacer pagar más dinero a los que viven fuera del periférico [la vía de circunvalación]. ¡Cómo no van a votar que sí!”

Antes del cierre de las urnas, a las 19.00 horas, una decena de personas hacía cola en la escuela Cardinal Amette, en el distrito 15. “Se ha definido mal la cuestión”, dijo Jean, 38 años y propietario de un SUV híbrido. “Si se hubiese hablado de vehículos más específicamente contaminantes, habría sido distinto. ¿Y qué es un coche peligroso? ¿No lo es un camión?” Jean concluyó, refiriéndose a la medida: “Es una idiotez.”

Hugues, de 37 años, llegó en bicicleta, se bajó y declaró: “Yo estoy a favor del SUV y estoy en contra de los izquierdistas y los ecologistas que de ecología no saben nada. Estoy a favor de la caza, de la pesca y de los coches grandes.” La bici, explicó, la usa para trayectos cortos, pero necesita su SUV para trabajar. “Pago muchos impuestos para que luego la señora Hidalgo se vaya a Tahití”, remató Hugues.

Aludía este parisino a una polémica el pasado otoño por un viaje oficial de la alcaldesa a Nueva Caledonia y la Polinesia francesa. La alcaldesa aprovechó para visitar unos días a su hija, residente en la zona. Se pagó de su bolsillo los gastos del desplazamiento familiar y el regreso a París, pero el viaje desató las críticas por el secretismo que lo rodeó.

En la escuela Cardinal Amette no todos estaban en contra. “Es un primer paso en la buena dirección”, dijo Maxime, de 30 años. “El objetivo final es la reducción de los vehículos motorizados en París, sean SUV u otros”.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).

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