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La Comisión Europea libera 1.230 millones de euros para impulsar políticas de salud mental

El Ejecutivo propone un paquete de medidas ante “la epidemia silenciosa de la UE” agravada tras la pandemia, la guerra de Ucrania y las crisis económicas

Comisión europea
El vicepresidente de la Comisión para la promoción del modo de vida europeo, Margaritis Schinas, y la comisaria de Salud, Stella KyriakidesOLIVIER HOSLET (EFE)
Silvia Ayuso

La Comisión Europea ha propuesto este jueves un paquete de iniciativas y fondos por 1.230 millones de euros para mejorar e impulsar la salud mental de los europeos, agravada sobre todo tras la pandemia de covid-19. Bruselas quiere que los Veintisiete pongan al mismo nivel las políticas de salud física y la mental, para lo que plantea una serie de medidas que van desde la promoción de iniciativas de prevención y detección temprana de problemas de depresión o suicidio a planes de mejora de capacidades de los profesionales de la salud mental, así como programas específicos para jóvenes, personas vulnerables o lugares de trabajo.

“La salud mental es la epidemia silenciosa de Europa, y la situación está empeorando”, ha advertido el vicepresidente de la Comisión para promoción del modo de vida europeo, Margaritis Schinas, que ha recordado que, solo entre la población más joven, el suicidio ya es la segunda causa de muerte, tras los accidentes de tráfico. Y la soledad afecta a una cuarta parte de la población europea, también entre los más jóvenes: según datos de la Comisión, en 2022, una de cada cinco personas de entre 16 y 25 años dijo sentirse sola la mayor parte del tiempo.

Además, el problema viene de largo: incluso antes de que el ciudadano medio supiera siquiera qué es un coronavirus, uno de cada seis europeos, unos 84 millones de personas, sufrían ya algún tipo de problema mental. Sus detonantes no hacen más que acumularse desde entonces: además de la pandemia se unen las preocupaciones por la guerra de Ucrania, la crisis energética que ha provocado, el aumento del coste de la vida, cambios “radicales” en los modos de trabajo con la llegada de nuevas tecnologías… Todos son factores de generación de estrés que “causan ansiedad, miedo, estrés e impacto en la salud mental”, ha resumido Schinas.

Y aunque el tradicional proverbio latino celebra una mens sana in corpore sano, si algo se ha aprendido en los últimos años, sobre todo tras la dura pandemia global, es que tampoco hay un cuerpo sano si la mente no se encuentra también bien. “No hay salud sin salud mental”, zanja la comisaria de Sanidad y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides. Según la responsable europea, la propuesta de la Comisión no solo propone iniciativas concretas —hay 20 distintas—, sino que “abre la puerta” a un problema que no se puede seguir ocultando y que debe hacer cambiar actitudes, tanto a nivel individual —”estamos llamando a la gente a que pida ayuda”, ha dicho— como en tanto que sociedad: la necesidad de dejar de “estigmatizar” a los que padecen problemas mentales y los consideran como “una señal de fracaso personal”, ha recalcado. Los ciudadanos tienen “el derecho universal de saber a dónde pueden acudir” a pedir ayuda, ha acotado Schinas.

Por ello, Bruselas quiere que los Veintisiete se centren en acciones para garantizar una prevención “adecuada y eficiente” en la materia, garanticen un acceso “asequible y de gran calidad” a servicios de cuidados de salud mental, y trabajen en programas de “reintegración” de los pacientes.

Una veintena de iniciativas

Entre la veintena de iniciativas presentadas, que buscan mejorar la salud mental tanto a nivel europeo como nacional, la Comisión propone la creación de una “red de intercambio de información sobre salud mental infantil y juvenil”, así como una “caja de herramientas de salud mental” que se centre en la prevención e intervención temprana para los más jóvenes. También quiere promover guías de “mejores prácticas” en materia de salud mental, impulsar el apoyo técnico para una mejor atención a la salud mental y crear un programa de entrenamiento transfronterizo del que se beneficiarán 2.000 profesionales hasta 2026 y que busca “mejorar sus capacidades y la calidad de los cuidados, pero también para reducir los estigmas y discriminación y mejorar la resiliencia de uno de los sectores de población laboral más sometidos a presión”.

Para ello, destinará hasta 1.230 millones de euros que provendrán de diferentes instrumentos de financiación europeos. Una cifra elevada, pero que se queda pequeña frente al coste de no actuar, subraya Bruselas, que estima en 600.000 millones de euros anuales las pérdidas causadas por problemas relacionados con la salud mental.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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