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Alemania inicia el camino para legalizar el consumo y la posesión de cannabis

El Gobierno presentará este mes de abril un proyecto de ley que es un texto revisado del plan que tenía previsto y que fue negociado con la Comisión Europea

El ministro de Agricultura alemán, Cem Oezdemir, y el de Sanidad, Karl Lauterbach, durante la rueda de prensa para presentar el plan sobre el cannabis. DPA VÍA EUROPA PRESS Foto: DPA VÍA EUROPA PRESS | Vídeo: EPV

Alemania, si el Bundestag y el Bundesrat aprueban el proyecto de ley que los ministros de Sanidad y Agricultura han dado a conocer este miércoles, se convertirá este año en el segundo país de la Unión Europea en legalizar la posesión y consumo de cannabis, tras Malta, que lo hizo en 2021. Según ese texto, la posesión de un máximo de 25 gramos de cannabis y el autocultivo de un máximo de tres plantas quedarán exentos de castigo en el futuro, y también será permitido el cultivo y la distribución de la droga en asociaciones especiales.

El proyecto de ley es un texto revisado del plan que tenía el gobierno y que fue negociado con la Comisión Europea. El primer proyecto del Ejecutivo, que se conoció en octubre de 2022, aceptaba la venta libre de cannabis para adultos, pero fue cancelado. En este segundo texto, la venta no entrará desde el principio, sino que se probará más adelante, primero en regiones modelo, con apoyo científico. Así lo acordó el Gobierno tras las conversaciones con la Comisión de la Unión Europea, según informaron los ministros.

El siguiente paso, que se dará ahora en abril, es presentar un primer proyecto de ley concreto sobre la regulación de la posesión, el cultivo y las asociaciones —los llamados clubes sociales de cannabis—. Tras una votación del gobierno, el proyecto de ley tendrá que ser aprobado por el Bundestag y el Bundesrat, las dos cámaras del Parlamento alemán.

En su acuerdo de coalición, el SPD (el partido socialdemócrata alemán), los Verdes y el FDP (demócratas liberales) habían acordado introducir la “distribución controlada de cannabis a adultos con fines de consumo en tiendas autorizadas”. El ministro de Sanidad, Karl Lauterbach (SPD), ya había presentado propuestas al respecto en otoño. Sin embargo, desde el principio se temió que los planes fracasaran debido a la legislación internacional y de la UE.

En una rueda de prensa con el ministro de Agricultura, Cem Özdemir (Verdes), Lauterbach habló de un modelo de dos pilares. El primer pilar contempla que el cultivo y la venta de la droga deben ser posibles inicialmente en los clubes de cannabis, donde debería permitirse la compra de un máximo de 25 gramos. Dentro de un mes, la compra de hasta 50 gramos de cannabis debería ser legal. También se permitirá el cultivo privado de hasta tres plantas.

Además, el Gobierno se propone crear un proyecto piloto que haga posible cadenas comerciales de suministro legales que puedan ser mejor controladas por el Estado. “La intención es desarrollar un proyecto piloto que pueda servir de base para una política europea ante el cannabis basada en la prevención y no en la criminalización del consumo”, ha dicho Lauterbach.

“No creamos un problema, sino que tratamos de solucionar un problema. Sabemos que con el derecho penal no llegamos muy lejos. Queremos proteger a la juventud, queremos combatir el mercado negro y la criminalidad relacionada con la droga”, ha apuntado el ministro en la comparecencia. “El objetivo es hacer más seguro el consumo de cannabis. Se trata de la entrega controlada de cannabis a adultos dentro de límites claros”, añadió.

El ministro describió la anterior política de control del cannabis como “fracasada”. “El número de delitos de drogas registrados a nivel nacional ha ido en aumento durante años. Un endurecimiento de la ley penal no nos llevará a ninguna parte”. Y el ministro Özdemir, que hizo hincapié en que la liberación solo se aplicará para los adultos, apuntó que “cualquiera que no esté contento hoy es un traficante ilegal y criminal. El mercado negro estará enojado”.

La revisión del documento se hizo necesaria tras las consultas con la Comisión de la UE. Según Lauterbach, llegaron a la conclusión de que el texto previo, el que presentaron en octubre, tenía que ser modificado. Originalmente, el gobierno federal había apuntado a una legalización de mayor alcance, que probablemente contradiría la legislación de la UE, que obliga a los estados miembros a penalizar el tráfico ilegal de drogas como el cannabis.

Cuando se le ha preguntado si el uso parcialmente legal del cannabis en los Países Bajos sirvió como modelo para la reforma, Lauterbach ha dicho que no: “Usamos el modelo holandés más como una guía de lo que no se debe hacer”. Países Bajos mantiene una política de tolerancia —que no de legalización— con las drogas blandas. Su venta se considera un delito, pero no se persigue la posesión de un máximo de 5 gramos de cannabis (hachís y hierba) por persona. También se pueden cultivar hasta 5 plantas. Solo se vende en los famosos coffee shops, que pueden tener almacenados hasta 500 gramos.

En Alemania, la legalización del cannabis es uno de los proyectos emblemáticos de la conocida como coalición del semáforo. Las organizaciones juveniles del SPD, los Verdes y el FDP han estado presionando durante años para su liberación. En su acuerdo de coalición, las tres formaciones habían acordado posibilitar la venta de la droga “de forma controlada a adultos con fines recreativos en comercios autorizados”.

Los clubes de Cannabis

Los clubes de cannabis que se propone crear en Alemania serán asociaciones "sin ánimo de lucro" con un máximo de 500 miembros, y podrán cultivar cannabis colectivamente con fines recreativos, y distribuirlo únicamente a los miembros para su propio consumo. La edad mínima de los socios será de 18 años. Los clubes deben nombrar responsables de protección, adicción y prevención de los jóvenes y no pueden hacer publicidad de sí mismos. Estará prohibido pertenecer a más de un club.

Se podrá distribuir un máximo de 25 gramos de cannabis al día y un máximo de 50 gramos al mes por miembro del club. Los menores de 21 años recibirán un máximo de 30 gramos al mes, y se fijará para ellos un límite máximo de contenido de sustancia activa. Los costes se cubrirán con las cuotas de los socios y, en caso necesario, con una cantidad adicional por gramo dispensado.

No estará permitido consumir en los locales de los clubes, y también estará prohibido servir alcohol. Además, existe una distancia mínima entre los clubes y las escuelas y guarderías. En público, estará prohibido consumir cerca de colegios o guarderías. No estará permitido fumar en las zonas peatonales hasta las 8 de la tarde.

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