El alcalde de Sallent, sobre las gemelas: “Las nuevas informaciones apuntan a que pudo haber ‘bullying”

― ¿Hay indicios de que las víctimas sufrieran bullying?

― No lo sabemos aún.

― ¿Entonces por qué la Generalitat rectificó y admitió que estudiaba también esta posibilidad?

― En las primeras informaciones no lo parecía, pero hay nuevas que apuntan hacia aquí.

El alcalde de Sallent, Oriol Ribalta, admite que parte del entorno de las gemelas de Sallent (Barcelona) asegura que las menores habían sufrido episodios de acoso escolar. Las niñas saltaron el martes desde el balcón de su casa. Una murió y otra está muy grave. “Hay personas que han declarado que existía [el acoso]”, explica a EL PAÍS en conversación telefónica. Las palabras del edil dan continuidad a las quejas de diversos alumnos del instituto Llobregat, donde estudiaban las víctimas, que en pequeño comité denuncian haber observado episodios de acoso en el centro y a las afueras. Según Ribalta, que pide no precipitar conclusiones antes de tiempo, el instituto no había activado anteriormente el protocolo relacionado con el abuso escolar.

El Departamento de Educación puso en marcha el jueves a la Unidad de Apoyo al Alumnado en situación de Violencia (Usav) un día después de asegurar que “no constaba” un caso de bullying con la información recabada a lo largo del día. El consejero de Educación de la Generalitat, Josep González-Cambray, sin embargo, matizó este viernes el significado de movilizar esta unidad. “No se ha activado necesariamente porque se haya detectado acoso”, aseguró durante la inauguración de un edificio escolar en Santpedor, cerca de Sallent. “Todas las hipótesis están abiertas”, insitió, “y ahora se trata de recopilar toda la información”.

Los vecinos siguen buscando explicaciones a lo ocurrido. Las dos hermanas, que estaban en el radar de los servicios sociales del pueblo, saltaron el martes desde el balcón de su casa, donde su padre estaba en el interior. Una de ellas, que había pedido al menos a parte de su entorno social que se le identificara como Iván, murió; mientras que la otra hermana sigue ingresada grave en el hospital de Sabadell. En la puerta principal del edificio donde vive la familia se amontonan velas, escritos y pancartas. La más llamativa reza “Stop Bullying”.

No es sencillo, quizás imposible, determinar qué factor llevó a las víctimas a este desenlace, pero la investigación rastrea las pistas del acoso. Algunos compañeros de instituto admiten que las víctimas sufrían mofa, y que a la joven que pedía identificarse como Iván la llamaban Ivana. “No nos consta que hubiese pedido ser identificado de este modo”, responde el alcalde, cuestionado sobre la voluntad de la víctima. La escuela rechazó responder esta cuestión, y uno de los abuelos de las víctimas, Gustavo Lima, tampoco confirma tener conocimiento.

El presidente del Observatorio contra la Homofobia de Cataluña (OCH), Eugeni Rodríguez, ha enviado una carta a la directora de la Oficina para la Igualdad de Trato y No Discriminación de la Generalitat, Manuela Fernández, para exigir una investigación “rigurosa y transparente” sobre el caso y conocer si Educación o Igualdad activaron el protocolo establecido para los alumnos trans. Tras constatar la “alarma, condena y consternación social” que el suceso ha causado, Rodríguez explica en su carta, a la que ha tenido acceso Efe, que uno de los menores era “Iván, un chico trans, que sufría una situación de acoso motivado por su identidad de género y por su origen en el ámbito escolar”. “El acoso escolar es una problemática social presente en nuestra sociedad y en nuestras aulas que merma la convivencia en los espacios educativos. Queda patente que se ha dado una situación de acoso por motivos de identidad de género”, asegura la misiva del presidente del OCH.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, también se ha referido al suceso durante la inauguración del primer Encuentro Internacional Feminista, organizado por su departamento en Madrid. “Con permiso de la vicepresidenta y del decano, creo que lo primero que toca decir hoy es: Se llamaba Iván”, ha declarado. “Y que nadie más tenga que sufrir por ser quien es”, ha añadido Montero, cuyos comentarios han arrancado el aplauso de la gente asistente al acto.

El caso ha provocado una gran consternación, con el foco en los suicidios entre los jóvenes y los menores de edad. Los especialistas recuerdan que el suicidio no suele tener un único detonante, sino que es el resultado de factores psicológicos, biológicos y sociales que tienen tratamiento. Las personas con conductas suicidas pueden llamar al 024, una Línea de Atención a la Conducta Suicida puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad. También pueden dirigirse al Teléfono de la Esperanza (717 003 717), dedicado a la prevención de este problema.

El Libro de Estilo de EL PAÍS establece en su entrada sobre las personas transexuales que “se respetará la forma en que cada una de estas personas desee ser denominada, siempre que esta se conozca, lo mismo que el género gramatical que elija”. En este caso, solo hay constancia del deseo de la menor, de 12 años, de ser tratada como varón a través de fuentes indirectas. Ni su familia ni su entorno más cercano se han pronunciado de momento. El periódico está abierto a modificar la manera en la que se alude a la menor cuando se conozcan más detalles.