Protestas de los jueces fuerzan la retirada de un póster sobre machismo en la justicia de una exposición en Palma
El Tribunal Superior de Justicia de Baleares trasladó al Gobierno regional su malestar por un cartel que presentaba a un juez machista en una muestra apoyada por el Ministerio de Igualdad, que ya fue expuesta en Valencia
Una oleada de protestas de las asociaciones de jueces y del Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha forzado la retirada de un póster incluido en una exposición sobre micromachismos instalada en la Estación Intermodal de Palma. El cartel ahora suprimido es obra de la humorista gráfica argentina Diana Raznovich y muestra en una viñeta a una mujer magullada y con el brazo en cabestrillo, con un juez a su lado que le dice: “¡Cómo voy a creer que su marido la maltrata si está viva!”. La imagen, en la que se representaba al poder judicial como machista, ha provocado las quejas de las asociaciones judiciales que, finalmente, han llevado a la Consejería de Presidencia, Función Pública e Igualdad del Gobierno de Baleares a tomar la decisión de retirar el cartel de la muestra.
La exposición fue inaugurada el pasado 14 de marzo dentro de las actividades impulsadas por el Instituto Balear de la Mujer, dependiente del Gobierno regional, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. La consejera de Presidencia, Mercedes Garrido, presentó la iniciativa como una manera de “sensibilizar a la ciudadanía sobre el acoso sexual, la violencia machista, la pornografía o los micromachismos”. De hecho, en la muestra se pueden ver representaciones de diversas situaciones, en tono humorístico, como una mujer que sostiene una aspiradora en la mano y se pregunta: “¿En qué momento decidí renunciar a mis aspiraciones?”.
Los carteles de la exposición, abierta hasta el 13 de abril, cuentan con el logotipo del Ministerio de Igualdad y del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. La viñeta no es nueva y ya fue incluida en la exposición que, bajo el título Negar la violencia machista es bastante violento, realizó la misma autora en la Casa de la Dona de Xirivella (Valencia) en julio de 2021 con el patrocinio del Ayuntamiento de la localidad y del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. La exposición de Xirivella estaba compuesta por 16 paneles, fue itinerante y se ubicó en diferentes dependencias municipales durante todo el año pasado. No suscitó ninguna polémica ni queja conocida por la muestra, según fuentes municipales. También se exhibió en el palacio del Temple, sede de la delegación del Gobierno en Valencia, sin que transcendiera ninguna queja.
El cartel fue censurado en primera instancia por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, Carlos Gómez, que trasladó a la Consejería de Presidencia y al Instituto Balear de la Mujer su rechazo a la representación que en la viñeta se hacía del poder judicial. A la censura del tribunal se sumaron el martes las principales agrupaciones judiciales. La Asociación Profesional de la Magistratura, la Asociación Judicial Francisco de Vitoria, Juezas y Jueces para la Democracia y Foro Judicial Independiente criticaron en un comunicado conjunto la instalación del cartel al considerar que “incurre en estereotipos y tópicos falsos, ridículos e injustos”. Consideraron que el póster es “contraproducente” en relación con el fin que debe perseguir, porque “desincentiva” que cualquier mujer que sufra maltrato se decida a interponer una denuncia.
A las críticas a la viñeta se ha unido este miércoles la ministra de Justicia, Pilar Llop, que ha calificado de “absolutamente injusto” el cartel. En declaraciones a Europa Press, ha lamentado que la representación no reconoce el trabajo que realizan a diario los jueces en España en su combate contra la violencia de los derechos humanos de las mujeres. “Como ministra de Justicia, mi responsabilidad en todo momento es defender a los poderes del Estado y, en este caso, poner en valor el trabajo de jueces y juezas”, ha dicho.
La presión por parte del estamento judicial ha llevado a la Consejería de Presidencia a anunciar la retirada del póster de la exposición, aprovechando que este miércoles cambia de ubicación en la propia estación. “El Instituto Balear de la Mujer ya ha retirado la imagen de la exposición artística sobre micromachismos y violencia machista de Diana Raznovich instalada en la Estación Intermodal de Palma. Pedimos disculpas a las personas que se hayan podido sentir ofendidas por una de las viñetas de esta obra”, ha publicado la cuenta del Instituto Balear de la Mujer en Twitter. El vicepresidente del Gobierno balear y magistrado en excedencia, Juan Pedro Yllanes, ha subrayado que el Instituto Balear de la Mujer “ha tomado la medida que tocaba”, pero ha rechazado expresar su parecer personal sobre el asunto o sobre las quejas de las asociaciones judiciales. “Yo ahora mismo no soy juez en servicio activo, por lo tanto no tiene sentido dar mi opinión”, ha concluido.
Injerencia en la libertad de expresión
La autora de la viñera, Diana Raznovich, interpreta la retirada del cartel como una “injerencia” en la libertad de expresión de una artista y un acto “de censura”. En declaraciones a EL PAÍS, se ha mostrado muy afectada por la polémica suscitada por una imagen que ya estuvo expuesta en otros lugares, donde nadie se quejó por la ilustración. “Es la primera vez que me censuran”, ha lamentado. Raznovich concibió la ilustración después de los episodios sufridos por la víctima de La Manada y el voto particular del magistrado de la Audiencia Provincial de Navarra, Ricardo González, que en la sentencia tras juzgar los hechos habló de “una desinhibición total y explícitos actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo”. “En la viñeta no se está cuestionando a toda la justicia, hay juezas y jueces extraordinarios, solo se está cuestionando a algunos” insiste. La creadora argentina, que reside en Alicante, lamenta que las protestas de los estamentos judiciales hayan conseguido censurar la obra de una artista hasta provocar su retirada. Raznovich reclama la restitución de la viñeta en la exposición, que refleja situaciones que “no tratan otros compañeros ilustradores varones”, y recuerda que el reflejo de una situación no es una generalización de un estamento entero. “El humor es un recurso para pensar. Es un recurso irreverente y si empezamos a hacer reverencias a todo el mundo, se acabó el humor. Esa es nuestra libertad, la de hacer pensar y cuestionar”, concluye.
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