Sanidad prevé retrasar seis meses la tercera dosis a los menores de 60 años recién infectados por ómicron
La medida está contemplada en la décima actualización de la estrategia de vacunación que ultiman los expertos
El vuelco generalizado a la situación de la pandemia que ha supuesto la oleada de contagios causada por la variante ómicron, también en personas vacunadas con la pauta completa, ha alcanzado a la estrategia de vacunación que el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas llevan articulando desde hace un año. Los expertos de la Ponencia de Vacunas están trabajando en la décima actualización del documento, que prevé retrasar seis meses la tercera dosis a las personas de 40 a 59 años que en la sexta ola están contagiándose por la nueva forma del virus.
Este plazo de tiempo, que se contaría desde el inicio de la infección, será de aplicación para quienes recibieron las dos primeras dosis de una vacuna de ARN mensajero (Pfizer-BioNTech y Moderna), que son la mayoría en este grupo de edad. En aquellos que recibieron el suero de AstraZeneca o la monodosis de Janssen, el pinchazo de recuerdo se administrará a los tres meses.
Así lo han confirmado a EL PAÍS fuentes sanitarias conocedoras de la elaboración del documento, que añaden que estos plazos podrían acortarse si, ante la evolución de la pandemia, finalmente se decide administrar antes la tercera dosis de forma generalizada, también entre las personas que no han pasado la infección. “Los estudios disponibles demuestran que es seguro administrar la dosis de recuerdo pasados tres, incluso dos meses, de la segunda dosis o la infección”, explican estas fuentes. La Ponencia de Vacunas, formada por los expertos que asesoran a Sanidad y las comunidades, tomará una decisión definitiva en las primeras semanas de enero. Esta decisión afectará a cientos de miles de personas si se tiene en cuenta que, desde el pasado 13 de diciembre, han sido notificados en España más de un millón de contagios.
Los documentos de la estrategia de vacunación publicados hasta la fecha no contemplan qué deben hacer con la tercera dosis las personas sanas de 40 a 59 años que se contagian tras haber recibido las dos primeras. Esto se debe, principalmente, a que antes de la irrupción de la variante ómicron estas infecciones eran algo excepcional. Pero también porque este grupo de edad no empezó a cumplir los seis meses que deben esperarse entre la segunda y la tercera dosis precisamente hasta la irrupción de la nueva forma del virus.
Sanidad publicó el pasado 16 de diciembre el documento que establece la administración de la dosis de recuerdo a las personas de entre 40 y 59 años, en el que no ofrece ninguna información de cómo actuar en esta situación. Los documentos publicados anteriormente para otros grupos —mayores de 60 años, personas que viven en residencias y trabajadores sanitarios— sí preven que la dosis de recuerdo sea administrada, independientemente de que la persona sufra una infección, a los seis meses de la segunda en las vacunas de ARN mensajero y a los tres en el caso de la de AStraZeneca y la monodosis de Janssen. Esto se explica por la mayor exposición al virus o el mayor riesgo en caso de infección de estos colectivos.
“Retrasar la administración de la dosis de recuerdo en personas sanas menores de 60 años es razonable, porque superar la infección produce una respuesta inmunitaria gracias a la que el organismo podrá defenderse frente al virus durante los siguientes meses”, explica el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García.
Antoni Trilla, jefe de medicina preventiva del Hospital Clínic (Barcelona), comparte esta posición. “Para los contagiados por la variante ómicron, la respuesta inmunitaria después de la infección será incluso más eficaz que con una tercera dosis si se confirma que esta va a ser la dominante durante los próximos meses. El organismo ya la va a reconocer”, explica.
La variante ómicron fue identificada por primera vez hace poco más de un mes en Sudáfrica y Botsuana, por lo que todavía no hay estudios que muestren cuánto tiempo dura la protección natural obtenida por una infección. Las investigaciones sí han demostrado que, antes de la irrupción de ómicron, la protección ofrecida por dos dosis de las vacunas ARN empezaba a descender a los cuatro o cinco meses. Entre las personas que habían pasado la infección, las reinfecciones eran raras. Todo esto, sin embargo, ha cambiado con la nueva forma del virus, que ha demostrado una capacidad mucho mayor que anteriores variantes para contagiar a personas vacunadas o que ya habían pasado la infección, aunque en la mayoría de los casos sea de forma leve o asintomática.
Para los niños de 5 a 11 años, las recomendaciones publicadas por Sanidad establecen que aquellos que pasen la infección antes de recibir alguna dosis completarán la pauta con un solo pinchazo “a partir de las cuatro semanas después del diagnóstico de la infección o fecha de inicio de síntomas”. En el caso de contagiarse tras recibir la primera dosis, “se completará la pauta con una segunda dosis tras la recuperación y cuando hayan transcurrido cuatro semanas de la infección”. En este último caso, se mantendrán las ocho semanas de separación entre ambos pinchazos.
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