Condenado a ocho años de cárcel un hombre por abusar de la nieta de su pareja en Valencia
La menor, que tenía nueve años, desveló el abuso jugando a contar secretos con su madre
La Audiencia de Valencia ha condenado a ocho años de cárcel por dos delitos de abuso sexual a un hombre que sometió a tocamientos y otras prácticas sexuales a una menor de edad, nieta de su compañera sentimental.
Los hechos ocurrieron entre marzo y abril de 2018 cuando la menor, entonces de nueve años, y su hermano dormían en casa de su abuela. Según la sentencia, en al menos dos ocasiones la niña se despertó con miedo durante la noche y llamó a su abuela. En lugar de ella, fue el condenado el que acudió a calmarla y aprovechó dicha situación para meterse en la cama de la niña y abusar sexualmente de ella. El episodio se repitió en una segunda ocasión antes del mes de julio del mismo año.
Según declaró la niña y recoge la sentencia, la primera vez “fue más rápido y se fue casi enseguida, la segunda vez duró más, le empujaba y no se iba, al final lo echó de la cama”. Ella se hacía la dormida “y al día siguiente no le decía nada”. Varios meses después, durante un fin de semana en el que la madre, la niña y el hermano de esta estaban jugando a contar secretos, la pequeña desveló lo ocurrido. La madre se lo comentó al padre y ambos acudieron a la psicóloga, que visitaba por otros problemas. Posteriormente, visitaron al pediatra y se activó el protocolo.
La víctima y su hermano, de 11 años, solían quedar a dormir con los abuelos cada tres semanas. “Nunca querían quedarse pero no tenían más remedio”, señaló la madre de ambos. La niña le decía que no fuera a trabajar, que quería ir a casa de alguna de las tías, pero solo alegaban que se aburrían y que la yaya no les dejaba ver la tele.
La abuela de los niños y pareja sentimental del acusado aseguró que el ahora condenado nunca se acercó a la habitación de los niños y lo consideró “incapaz” de haber abusado de la menor con la que nunca vio ninguna situación extraña.
Según la resolución judicial, las pruebas testificales, los resultados de los informes psicológicos y, sobre todo, la declaración de la víctima, han acreditado la existencia de los tocamientos por parte del acusado a la menor en dos ocasiones. La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
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