La cuarta ola del feminismo exige igualdad y evita multitudes en las calles de la Comunidad Valenciana
Numerosas concentraciones con afluencia moderada por la pandemia se suceden pese a la lluvia. Una ‘performance’ sintetiza la historia de la lucha del movimiento
Después de siete concentraciones en distintos puntos de Valencia con afluencia controlada por la pandemia y manteniendo la distancia física, el movimiento feminista ha reivindicado con mascarilla en una gran performance en la plaza del Ayuntamiento la lucha histórica de las mujeres por conseguir la igualdad, desde las incipientes ideas de la Ilustración hasta la efervescencia actual en el mundo de la asunción de las reivindicaciones. Un centenar de mujeres ha exigido a ritmo de la música el fin de la opresión de la sociedad patriarcal, vestidas con indumentaria de época, del siglo XVIII, de las sufragistas de principios del XX, o de los oficios a los que se han ido incorporando las mujeres, y con referencias al Me Too, a la violencia machista, al aborto y al abolicionismo de la prostitución, entre otros movimientos contemporáneos que conforman la llamada cuarta ola de feminismo. La celebración, no obstante, del Día Internacional de la Mujer, ha empezado en la Comunidad Valenciana con un suceso funesto: una mujer ha resultado herida de gravedad este lunes en Massamagrell tras ser apuñalada con extrema violencia por su expareja.
Portando carteles con los rostros de mujeres notables, desde la escritora Mary Wollstonecraft o la científica Margarita Salas, pasando por la pensadora valenciana Celia Amorós, referente del feminismo en España y Latinoamérica, las mujeres han reclamado la “corresponsabilidad” de los cuidados, el derecho de la mujer “a ser cuidada” y a tener trabajos dignos. También han denunciado la precarización de los trabajos de la mujeres que la pandemia ha agravado. “Son muchas cosas que reclamamos y denunciamos y que hemos querido representar a través de la historia de las cuatro olas del feminismo”, ha explicado Pilar Mora, una de las portavoces de la Coordinadora Feminista de Valencia, que aglutina a distintas organizaciones.
La fina pero persistente lluvia ha acompañado a las cuatro concentraciones de la tarde en Valencia organizadas por la Assemblea Feminista de València, que también ha protagonizado actos por la mañana ante el Ayuntamiento de la capital, ante la Generalitat y ante la Delegación del Gobierno. Unas 200 personas se han reunido en el barrio de Benimaclet, en Valencia, bajo el lema: “Ante la situación de emergencia social, el feminismo es esencial”. En un gran círculo, las activistas han bailado, recitado poemas y leído manifiestos por la igualdad, entre constantes llamadas a mantener la distancia social. La lluvia ligera que ha comenzado a caer no ha impedido una gran sentada en el cruce de una de las grandes avenidas de la capital. “Visca, visca, visca, la lluita feminista (Viva, viva, viva, la lucha feminista)”, han coreado.
Bajo las torres de Serranos, otra de las concentraciones convocadas por la Assemblea Feminista, alrededor de dos centenares de mujeres, acompañadas muchas por niños recién salidos del colegio y por algunos jóvenes, han gritado consignas contra el patriarcado. “Para el virus machista, vacuna feminista”, han coreado las mujeres en una concentración en la que se ha leído un manifiesto en el que se asegura que las mujeres ya no tienen miedo de luchar contra la sociedad patriarcal que las oprime.
“También estamos aquí las compas de Madrid”. Esta ha sido una de las proclamas, alusiva a la prohibición de la manifestación en Madrid por su alta incidencia de la covid-19, que se han podido escuchar por la mañana, a partir de las 9.30. en la primera de las concentraciones. En la plaza del Ayuntamiento, decenas de mujeres se han reunido para reclamar “derechos para las cuidadoras no remuneradas” y para las mujeres inmigrantes. “Queremos empleo, trabajo nos sobra”, decía una pancarta. A las 10.30 se ha iniciado otra concentración frente a la Consejería de Igualdad más nutrida. A las 12, frente a la delegación del Gobierno, ha reclamado la abolición de la ley mordaza y la regularización de las inmigrantes. Ha sido la concentración más crítica con el Gobierno.
Estaba previsto que la celebración del Día Internacional de la Mujer continuara a partir de las ocho de la noche en los balcones de Valencia, decorados con el color morado del movimiento feminista.
Manifestaciones de Alicante
Dos manifestaciones de corto recorrido y una veintena de concentraciones calculadas al milímetro. La mayoría de los actos convocados hoy por distintas plataformas, partidos políticos y sindicatos en la provincia de Alicante con motivo del Día de la Mujer se ha caracterizado por la ausencia de promoción y ha tratado de evitar por todos los medios la acumulación masiva de personas. Solo el sindicato CGT y el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) se han decidido a marchar por las calles de la capital alicantina detrás de una pancarta reivindicativa. El resto de iniciativas ha consistido en la reunión de un máximo de 50 personas que ya venían asignadas de antemano.
Alicante es la ciudad que ha agitado el color morado que se relaciona con el movimiento del 8M. La Plataforma Feminista ha tratado de mostrar su presencia en la mayor parte de los barrios de la capital provincial, aunque con actos fijos y con una treintena de participantes por concentración. Bajo los mismos parámetros de convocatoria a última hora y casi sin ruido, se han celebrado actos en Altea, Crevillent, Orihuela, Dénia, San Vicente del Raspeig, Elche y Elda.
Por la parte institucional, tanto el Ayuntamiento de Alicante como la Subdelegación de Gobierno han celebrado actos de reconocimiento al Día de la Mujer. Mientras que el alcalde, Luis Barcala (PP), ha homenajeado a las cuatro primeras mujeres que entraron a formar parte de la Policía Local, la subdelegada, Araceli Poblador, ha dado lectura a un manifiesto en el que ha subrayado que las mujeres son “referente en todo el mundo”, algo que en este 8M marcado por la pandemia, “sin estar masivamente en las calles, también se va a notar”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.