Extremadura es la primera región en alcanzar el riesgo bajo por coronavirus en la tercera ola

Extremadura se ha convertido este jueves en la única comunidad autónoma en descender en esta tercera ola de la pandemia de los 50 puntos de incidencia por 100.000 habitantes, umbral que marca el nivel de riesgo bajo por transmisión de coronavirus. Esta región fue la más golpeada por la covid-19 tras las Navidades, cuando alcanzó la incidencia más alta de España: 1.468 positivos por 100.000 habitantes en 14 días.

Un mes y medio después de Navidad, Extremadura es la primera comunidad en entrar en riesgo bajo con una incidencia a 14 días de 49,45. Otras cinco regiones están a punto de alcanzar este hito. Son Baleares (64,5), La Rioja (71), la Comunidad Valenciana (83,7), Murcia (85) y Castilla-La Mancha (92). En el otro extremo, las regiones con los peores datos son Melilla (379,2), Ceuta (278,4), Madrid (253), País Vasco (198), Cataluña (197), Asturias (195) y Aragón (182). Todas ellas por encima de la media de la transmisión a nivel nacional que está en 153,28.

Por otro lado, los hospitales extremeños atienden aún a 55 pacientes ingresados por coronavirus, de los que 19 permanecen graves en las UCI. Según los datos de Sanidad, Extremadura, que tenía ocupadas una de cada dos camas por enfermos críticos de la covid el 27 de enero, ha reducido esa ocupación hasta el 9,2% este jueves.

Con estas cifras, la Junta de Extremadura ha decidido flexibilizar las medidas restrictivas contra la pandemia y adelantar a este viernes el nuevo toque de queda entre las 23.00 a 6.00, en lugar de al sábado, como se había anunciado. Además se amplía el aforo en las terrazas al 75%, además de permitir seis clientes por mesa, dos más que antes, y aumenta el aforo en el comercio al 40%, y en los lugares de culto al 50%, al igual que en los recintos taurinos. Los cines, teatros o auditorios al aire libre podrán acoger a un máximo de 200 personas.

Las restricciones se endurecieron tras una “cuesta de enero” epidemiológica muy crítica con cifras altísimas de fallecidos, hospitalizados y contagios, que llevó a establecer cierres perimetrales en todos los municipios y el toque de queda a las 22.00 horas, así como el cierre de la hostelería, entre otras medidas. La comunidad, que contaba con poco más de un millón de habitantes en 2020, ha contabilizado 29.903 nuevos positivos desde el inicio de año y 645 muertes y vivió su semana más negra a finales de enero, cuando se contabilizaron 123 defunciones en siete días.