Primer descenso en el número de muertes semanales del año
La ocupación de hospitales y camas UCI crece, pero a un ritmo menor que hace siete días
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Los lunes son mal día para comparar los datos del informe sobre el coronavirus que da el Ministerio de Sanidad. Los descansos del personal durante el fin de semana hace que haya un descenso en las notificaciones de las comunidades. Es lo que se ha definido como efecto del fin de semana. Por eso, para comparar es mejor tomar los datos de lunes a lunes. Y, por primera vez en el año, el número de fallecidos en siete días, 2.873, es ligeramente inferior al del viernes, que fue cuando se supo la anterior cifra, 2.878. Al tomar valores semanales se asegura que en cada suma haya un lunes comprendido, con la distorsión correspondiente en los guarismos. Habrá que ver si esta tendencia se consolida, pero junto con el menor ritmo de subida de la ocupación de hospitales y UCI, y el descenso de los casos, se dibuja un panorama inestable de mejoría.
En concreto, en el informe de este lunes se han notificado 762 defunciones; en el de hace un lunes fueron 767, que fue el récord desde la primera ola. Como se ve, la diferencia es de apenas cinco fallecimientos, insuficiente para cualquier alegría, pero marca un cambio de tendencia. Por ejemplo, el lunes de hace siete días, el 25 de enero, el número de fallecimientos había subido en 212 respecto al de la semana anterior. En total este registro incluye ya 59.081 fallecidos.
Antes de que la cifra de fallecidos baje de manera significativa, debería verse un descenso en la ocupación de hospitales y UCI que son los lugares donde, según el curso natural de esta enfermedad, acaban los pacientes que evolucionan peor. Y hay que recordar que su letalidad en este momento está en el 2%, o, lo que es lo mismo, que el 98% de quienes son diagnosticados se ha curado. Pero eso todavía no sucede. De hecho, la tasa de hospitalizados con covid ha vuelto a subir después de que la semana pasada pareciera estabilizarse. Este lunes está en el 24,96%, la peor de la serie desde la segunda oleada. Pero el crecimiento en siete días es del 3,57%, mientras que el lunes anterior subió 24,36%. Actualmente hay ingresadas 32.023 personas.
La ocupación de las UCI también sigue subiendo. Ya está en el 45,30%, el mayor nivel de esta oleada. La Rioja ha llegado este lunes a una tasa del 71,26%, y la Comunidad Valenciana y Melilla están por encima del 60%. Este es actualmente el indicador que más preocupa, ya que es el servicio por donde explotó el sistema en la primera oleada, y ello pese a que ahora hay el doble de camas de intensivos que a principios de la pandemia. Además, la saturación de las UCI impacta directamente en la atención de otras patologías (no se puede poner un catéter cardiaco a un paciente si luego no se le puede monitorizar adecuadamente), y se relaciona con un aumento de la mortalidad por covid, ya que la atención que se presta es peor. Eso sí, el crecimiento este lunes de este parámetro es del 9,76% respecto a siete días antes, la mitad que entre el 18 y el 25 de enero, cuando el aumento fue del 19,86%.
La buena noticia es que los casos siguen bajando. Este lunes, con datos del fin de semana añadidos, han subido en 79.686 personas; el lunes pasado fueron 93.822. En total son ya 2.822.805 los afectados con un diagnóstico de covid. Con esta tendencia en los positivos de las pruebas, la tasa de incidencia a 14 días mantiene el descenso que empezó el miércoles pasado. Entonces llegó a 899,93; este lunes está en 865,67. Todavía hay siete territorios por encima de 1.000 (Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Melilla, Murcia y La Rioja), pero comparado con hace siete días este indicador ha bajado en nueve de los 19 lugares que se notifican (las 17 comunidades y las 2 ciudades autónomas). Los casos (o la incidencia) son la clave que determina la tendencia de los demás parámetros, así que esta bajada, aunque aún muy pequeña, es buena señal. Esta curva está aún en sus valores máximos, que es cuando las variaciones son menores (tiene que pasar de una tendencia creciente a una decreciente). Si nada lo estropea, el ritmo de bajada aumentará.
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