Andalucía restringe la actividad no esencial en 91 municipios y pide al Gobierno que le permita ordenar el confinamiento domiciliario en ellos
La Junta pide al Gobierno adelantar el toque de queda a las 20.00 y prohíbe la movilidad entre sus provincias y en las localidades con una incidencia superior a 500
Andalucía ha reclamado al Gobierno central por escrito que le permita adelantar el toque de queda a las 20.00 de la tarde y confinar domiciliariamente los municipios que considere necesarios para contener el impacto de la tercera ola. Mientras espera una respuesta, la Junta endurece las restricciones a partir de este domingo, prohibiendo la movilidad entre sus ocho provincias e imponiendo el cierre de toda la actividad no esencial en los 91 municipios cuya tasa de incidencia supera los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, el 11% del total en la comunidad (785).
También quedarán cerrados perimetralmente los municipios cuya tasa de incidencia supere los 500 casos por cada 100.000 habitantes, una medida que afecta a 219 localidades, entre ellas Almería capital, Jerez de la Frontera, la ciudad más poblada de Cádiz, Sanlúcar, también en Cádiz, Osuna, en Sevilla, Níjar, en la provincia almeriense, o Bailén, en Jaén. La actividad comercial deberá adelantar el cierre de sus establecimientos a las 18.00 de la tarde, como lleva haciendo la hostelería desde este lunes, y las reuniones se reducen a cuatro personas.
La Junta habla de crecimiento explosivo para ilustrar la expansión del virus en el arranque de la tercera ola. El pasado lunes, cuando entró en vigor el endurecimiento de las restricciones tras la tregua navideña, la incidencia acumulada era de 298,3 casos por 100.000 habitantes. Cinco días después se ha disparado hasta los 463,9, una cifra inferior a la media de 522,74, si bien las provincias de Almería (596), Cádiz (541,4) y Jaén (534), la superan.
Con su intención de adelantar el toque de queda a las 20.00 de la tarde, Andalucía se suma a Castilla y León en su desafío al Gobierno español. Pero a diferencia del Ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco, la Junta no publicará esta medida en el BOJA si el Gobierno central no lo autoriza, según han confirmado a este diario fuentes de la Administración andaluza. La interpretación que los servicios jurídicos andaluces hacen del artículo 10 del Real Decreto que regula el estado de alarma es que la flexibilización, modulación o suspensión de las medidas debe tener el visto bueno previo del Ministerio de Sanidad, señalan fuentes de la Consejería de Salud.
“Esperamos una rápida respuesta por parte del Gobierno para adoptar esas medidas”, ha indicado el presidente andaluz. “Si tenemos la responsabilidad de tomar decisiones, debemos tener todos los instrumentos para ejecutarlas”, ha señalado Moreno en referencia a la petición de adelantar el toque de queda y de autorizar confinamientos domiciliarios selectivos. Una restricción que aplicaría, en caso de tener la venia de Sanidad, en los 91 municipios que superan la tasa de 1.000 contagios por 100.000 habitantes, entre los que destaca La Línea de la Concepción, cuya actividad no esencial lleva suspendida desde este lunes, Pozoblanco, en Córdoba, o Baeza, en Jaén.
A lo largo de esta semana, aunque sin hacer una petición expresa, el presidente andaluz ha reclamado al Gobierno que lleve la iniciativa a la hora de autorizar confinamientos domiciliarios tanto de comunidades como de la totalidad del territorio y ha pedido a los andaluces que se autoconfinen. En la reunión del comité interterritorial de Salud, Aguirre solicitó al ministro de Sanidad, Salvador Illa, que permitiera adelantar el toque de queda a las 21.00 de la noche y que “reflexionara sobre la posibilidad de aplicar un confinamiento domiciliario”.
La segunda ola golpeó a Andalucía más tarde que en el resto de territorios españoles, pero lo hizo con mayor virulencia y su tasa de incidencia creció hasta en un 22%, cuando la media española estaba en un 8%. A finales de octubre, la Junta decidió cerrar perimetralmente a más de la mitad de los municipios andaluces y 15 días después, el 9 de noviembre ordenaba el confinamiento territorial de toda la población y obligaba a cerrar bares y comercios a las 18.00 horas. Entonces la incidencia era de 573,23 casos y llegó a subir a los 577, el nivel más alto de toda la pandemia.
Las restricciones permitieron encarar las fiestas de Navidad con 155 casos por cada 100.000 habitantes. La Junta decidió aplicar a partir del 12 de diciembre una “desescalada progresiva” con una relajación paulatina de las medidas que comenzó por permitir la movilidad dentro de las provincias y la apertura de comercios y terminó por autorizar la libre circulación en toda la comunidad y un horario partido para la hostelería con dos tramos: un primer turno hasta las 18.00 de la tarde, cierre de 18.00 a 20.00 y un segundo de 20.00 a 22.30. El toque de queda se amplió de 23.00 a 7.00 de la mañana y las reuniones se mantuvieron en seis con la excepción de los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1, 5 y 6 de enero.
La distensión de las medidas ha impulsado el repunte en las primeras semanas de 2021, aunque el Gobierno andaluz insiste en achacar el incremento de casos a la cepa británica, identificada por primera vez el 28 de diciembre en un viajero que venía de Reino Unido, pero que, de acuerdo con las afirmaciones del consejero de Salud, Jesús Aguirre, estaba en Andalucía —Granada en concreto— desde el 15 de diciembre. Moreno ha insistido en que la influencia de la cepa británica se ha notado en La Línea de la Concepción, que hace frontera con Gibraltar, “y en las provincias como Málaga o Almería con alta presencia británica”.
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