Un juzgado investiga presuntos malos tratos en la residencia de Domus Vi en Llíria e imputa a su directora

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Llíria ha abierto ya diligencias de investigación por los presuntos malos tratos en la residencia DomusVI de Llíria (València) y ha acordado imputar a su directora. Un vídeo hecho público por una extrabajadora del centro, donde se mostraban situaciones de abandono de algunos residentes durante la primera ola del coronavirus, dio pie a que la Fiscalía abriese el pasado septiembre diligencias. El director de Operaciones de Domus Vi, José Luis Roselló, ha asegurado este miércoles en relación a las imágenes que “están fuera de contexto” y ha añadido que la justicia “va a tener toda nuestra colaboración”.

El juzgado acordó la apertura de la investigación el pasado mes de octubre y, por el momento, mantiene como imputados a la directora del centro de mayores y a dos empresas en calidad de personas jurídicas por su relación con la gestión de la residencia. Todavía no ha determinado el delito por el que se tramita esta procedimiento, según han confirmado a Europa Press fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

El juez ha acordado estas medidas tras la denuncia que interpuso la Fiscalía Provincial por un posible delito contra la integridad moral en el trato dispensado por la directora y los cuidadores de la residencia a varios ancianos, sobre los que se hicieron públicas unas imágenes en las que se les apreciaba desatendidos.

El ministerio público abrió de oficio el 9 de septiembre diligencias penales tras la denuncia de una exempleada del centro que grabó imágenes de los ancianos. En ellas se veían situaciones como un anciano que sufría un golpe al caer al suelo sin que nadie acudiera a socorrerlo; una mujer que se encontraba sola y desnuda en una silla u otra de avanzada edad que intentaba comer un plato de comida sin ninguna ayuda y ni siquiera una mesa para apoyarlo.

La Fiscalía requirió información sobre los hechos a la Guardia Civil y a la Consejería de Igualdad, y tomó declaración a la extrabajadora que difundió las imágenes, la cual aportó cinco archivos de imagen y 11 de vídeo. La empleada estuvo en el centro desde abril hasta agosto de 2020 y se encargaba de la limpieza de las instalaciones.

En su declaración, manifestó que a diario veía cómo muchos residentes se quedaban dormidos y se derramaban la comida encima; que se olvidaban de dar de comer a algunos de ellos; que había residentes que permanecían durante horas sujetos a sus sillas y en la misma postura; que los auxiliares de enfermería repartían la medicación a cada residente y no se esperaban a que se la tomasen de modo que luego ella se encontraba muchas pastillas en el suelo; que era habitual que los residentes llevaran ropa de otras personas, de otras tallas y con manchas de lejía; y que había muy poco personal.

A las diligencias, además, se unieron las denuncias interpuestas por familiares de 13 residentes ante la Guardia Civil que se han incorporado al procedimiento. En estas denuncias se aludía a la falta de atención del personal en cuanto a que se olvidaban de dar de comer a algunos residentes, dejadez en el suministro de medicación, falta de higiene, ancianos sin ropa, lesiones y trato denigrante: “Estaba desatendida, vestida como si fuera un mendigo, con pantalones y calcetines rotos que no eran de ella (...) En una ocasión estuvo una semana sin ducharse”, se detallaba en un escrito.

Un denunciante advertía de que escuchó cómo los trabajadores trataban de forma denigrante a los residentes y les decían expresiones como ‘deja de tocarme los cojones y estate ahí sentado’, ‘Si te vuelves a levantar, te parto la cara’ o ‘vete de ahí y deja de liarla hostia’. Otro denunciante afirmaba que su familiar había perdido 30 kilos en dos años y aportaba diferentes material gráfico para demostrarlo; y una mujer denunciaba que su padre sufrió 18 caídas en cuatro meses, entre marzo y junio de 2020, muchas de ellas por no haber barandilla de protección en su cama.

La Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas ha aportado al procedimiento varios expedientes sobre la residencia y de las inspecciones se desprendía que había residentes sin ropa interior, que el estado higiénico de los usuarios no era el adecuado; falta de atención médica; y que el funcionamiento y la higiene de las instalaciones no estaban en las condiciones adecuadas, entre otras. Por estas irregularidades se impuso una sanción de 174.000 euros.

Imágenes “descontextualizadas”, dice Domus VI

Los responsables de Domus VI han asegurado respecto a las imágenes que han trascendido del centro Jardines de Llíria que “están fuera de contexto”. “Graban una situación puntual sin registrar el antes y el después” y “lamentamos el dolor que esta imagen están causando a los familiares”, ha manifestado el director de Operaciones de la compañía, José Luis Roselló. El portavoz ha defendido la gestión de la residencia, donde además no ha habido positivos de coronavirus.

La Generalitat sancionó, sin embargo, en 2019 con 174.000 euros después de inspeccionar las instalaciones, con capacidad para 150 residentes y con 35 plazas concertadas con la Administración autonómica. Este departamento detectó falta de personal médico y de enfermería, que fue subsanado; también material defectuoso en las habitaciones, falta de cuidados a algunas personas residentes e incumplimiento de contrato, pues no tenían servicio de peluquería y podología.

En la Comunidad Valenciana, la compañía cuenta con 15 centros y 2.100 plazas y en algunos de ellos se han producido brotes masivos. Su centro en Alcoi registró en la primera ola de la pandemia más de 70 residentes fallecidos, lo que ha llevado a la Generalitat a anunciar su intención de revertir la concesión privada del centro, de titularidad pública. Y en su residencia de Elda hay en estos momentos 62 residentes contagiados, unos 36 trabajadores positivos y 15 fallecidos tras la declaración de otro brote grave que, según la directora asistencial del grupo, Fini Pérez, “está en una fase de estabilización”.

Domus Vi, con residencias de mayores repartidas por toda España, tiene actualmente 28 brotes activos, 20 de ellos presentan menos de 20 casos positivos. De los 397 residentes positivos en esta centros, la mayoría son asintomáticos o tienen sintomatología leve. El porcentaje de incidencia sobre el total de las residencias del grupo es del 13%, ha añadido Pérez. “Se está criminalizando injustamente la atención que se da a los mayores en las residencias, como si los fallecimientos por covid fueran a causa de una mala gestión, cuando el problema ha sido y es una pandemia mundial”, ha dicho.

De la relación con la Generalitat, después de ganar el concurso público para la gestión de la residencia de Velluters, en la ciudad de València, Roselló ha señalado que es “fluida en el día a día” a pesar de las sanciones impuestas a los centros de Jardines de LLíria o de Alcoy, que ha sido multada con otros 40.000 euros.

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